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La actriz británica Sienna Miller, centrada en su papel como madre, asegura que sólo un guión "espectacular" la convencería para volver a ponerse delante de una cámara, según declaraciones que publica el "Evening Standard".
Conocida por películas como "Alfie" o "Factory Girl", Miller lleva retirada del celuloide desde el pasado diciembre, cuando terminó el rodaje de "Foxcatcher", una cinta dirigida por el estadounidense Bennett Miller que se estrenará próximamente.
"Técnicamente me he tomado un descanso. 'Foxcatcher' era demasiado buena para rechazarla y la rodé entre septiembre y diciembre del pasado año. Pero fue duro con el bebé, así que me prometí tomarme el resto del año libre", aseguró la intérprete, de 31 años.
En julio de 2012, Miller dio a luz a su primera hija, fruto de su relación con el actor británico Tom Sturridge ("En el camino"), de 27 años, y a la que puso por nombre Marlowe Ottoline Layng.
Con más de una década de carrera a sus espaldas, su fama se labró también gracias a su labor de modelo y de "it girl", una faceta que ha abandonado con la llegada de su retoño: "Ya no tengo tiempo de ir a la moda. La última cosa en la que pienso cuando me levanto es lo que me voy a poner. Ahora voy de chándal y camisetas viejas".
La obra de teatro "Flare Path", que representó en el West End londinense en 2011, le sirvió para ganarse el respeto de la crítica y para descansar de la vida que hasta entonces había llevado.
"Creo que vivía una vida bastante frenética. Rodaba cinco películas al año, era de locos. Trabajé a una velocidad que no fue particularmente satisfactoria. Me desilusioné un poco", explicó la expareja del actor británico Jude Law.
"Sentí que necesitaba tomarme un pequeño descanso y revaluar las cosas, como hice. Volví e hice 'Flare Path', que fue maravilloso. Y luego Foxcatcher, que es una historia fascinante", agregó la actriz, nominada en 2012 a un Bafta y a un Globo de Oro por su trabajo en la película "The Girl".