“Todxs Nosotrxs”, la comunidad LGBTQIA+ como protagonista

¿Cuál es la importancia de formar parte de la serie “Todxs Nosotrxs” en este momento?

Estamos pasando por un momento muy delicado, con una gran polarización de todo, sobre todo con internet. La pauta que levantamos en esta serie es extremadamente importante en este momento de tanta dualidad. Esa polarización es muy peligrosa y, dentro de la serie, intentamos equilibrar esos lugares, trayendo un espacio que es diverso, múltiple, plural, cuerpos que no estamos acostumbrados a ver en el centro de la dramaturgia, a una mujer negra, a una persona no binaria, a un gay.

¿Cómo describe a Vini, su personaje?

Vini es un hombre cis gay, que vive en el centro de ciudad de San Pablo con Maia, una amiga. En el comienzo de la serie, está muy cómodo con su vida, sus relaciones, su noviazgo. Pero todas sus creencias comienzan a ser confrontadas cuando Rafa (su prime no binario) llega a su vida y trae nuevos pensamientos, nuevas perspectivas que generan un proceso de transformación en Vini. Él también está en busca de su propia identidad, porque actúa y se comporta de acuerdo con las expectativas de su madre. Durante la serie, acompañamos al personaje cuando retoma su propia vida.

¿Qué fue lo que más le gustó de su personaje?

Lo que más me atrajo en la serie fue la posibilidad de hacer un trabajo que tiene protagonistas diversos y profundos. Hoy en día, sobre todo en Brasil, si nos detenemos a analizar las producciones, vamos a ver que existen personajes LGBTQIA+, pero son de reparto, sin espacio suficiente para poder entender sus propias vidas. La serie realmente trata sobre ello: un espacio para que personas muy diversas ocupen el protagonismo. La comunidad LGBTQIA+ siempre está al margen y Todxs Nosotrxs trae a esas personas hacia el centro.

¿Qué aprendió al interpretar a Vini?

Justamente esa experiencia de empatía, de mirar al mundo y decir “somos completamente distintos, pero habitamos el mismo espacio”. Tenemos expectativas y proyecciones de vida muy diferentes, pero estamos en el mismo lugar y hablando sobre las mismas cosa

¿Cómo fue el proceso de selección para el papel?

Me llamaron para hacer un casting, en el que me dieron un pequeño briefing sobre el personaje y me pidieron que hiciera improvisaciones. Me divertí mucho, porque Vini parecía una persona muy distinta a mí. En las siguientes etapas, leí otros textos y fui entendiendo mejor al personaje y percibiendo aún más nuestras diferencias. Eso me hizo querer más el papel.

Vini es conservador, al contrario de las personas que lo rodean. ¿Cómo fue trabajar ese conflicto?

Vini es muy distinto a mí. Acordamos en algunas cosas, como el teatro, pero al mismo tiempo las visiones de mundo son muy diferentes. Leía el guion, algunas de sus líneas y me parecía muy aburrido, muy rezongón. Fue una negociación interna y externa entre lo que yo creía sobre el personaje, lo que los directores me indicaban y la necesidad de atribuirle más capas para que no quedara tan chato y solamente aburrido.

Creo que lo iluminé, por lo cual quedó más interesante. Si protesta y nada más, el espectador no tiene interés en seguirlo. Él también lidia con cuestiones pertinentes que queremos profundizar, como el hecho de no aceptar el lugar que le dan como un hombre gay en nuestra sociedad. Es sincero consigo mismo y eso es lindo. Existen muchas posibilidades dentro de la comunidad LGBTQIA+ y Vini es solo una de ellas.

¿Cuál es la importancia de formar parte de la serie “Todxs Nosotrxs” en este momento?

Estamos pasando por un momento muy delicado, con una gran polarización de todo, sobre todo con internet. La pauta que levantamos en esta serie es extremadamente importante en este momento de tanta dualidad. Esa polarización es muy peligrosa y, dentro de la serie, intentamos equilibrar esos lugares, trayendo un espacio que es diverso, múltiple, plural, cuerpos que no estamos acostumbrados a ver en el centro de la dramaturgia, a una mujer negra, a una persona no binaria, a un gay.

¿Cómo describe a Vini, su personaje?

Vini es un hombre cis gay, que vive en el centro de ciudad de San Pablo con Maia, una amiga. En el comienzo de la serie, está muy cómodo con su vida, sus relaciones, su noviazgo. Pero todas sus creencias comienzan a ser confrontadas cuando Rafa (su prime no binario) llega a su vida y trae nuevos pensamientos, nuevas perspectivas que generan un proceso de transformación en Vini. Él también está en busca de su propia identidad, porque actúa y se comporta de acuerdo con las expectativas de su madre. Durante la serie, acompañamos al personaje cuando retoma su propia vida.

¿Qué fue lo que más le gustó de su personaje?

Lo que más me atrajo en la serie fue la posibilidad de hacer un trabajo que tiene protagonistas diversos y profundos. Hoy en día, sobre todo en Brasil, si nos detenemos a analizar las producciones, vamos a ver que existen personajes LGBTQIA+, pero son de reparto, sin espacio suficiente para poder entender sus propias vidas. La serie realmente trata sobre ello: un espacio para que personas muy diversas ocupen el protagonismo. La comunidad LGBTQIA+ siempre está al margen y Todxs Nosotrxs trae a esas personas hacia el centro.

¿Qué aprendió al interpretar a Vini?

Justamente esa experiencia de empatía, de mirar al mundo y decir “somos completamente distintos, pero habitamos el mismo espacio”. Tenemos expectativas y proyecciones de vida muy diferentes, pero estamos en el mismo lugar y hablando sobre las mismas cosa

¿Cómo fue el proceso de selección para el papel?

Me llamaron para hacer un casting, en el que me dieron un pequeño briefing sobre el personaje y me pidieron que hiciera improvisaciones. Me divertí mucho, porque Vini parecía una persona muy distinta a mí. En las siguientes etapas, leí otros textos y fui entendiendo mejor al personaje y percibiendo aún más nuestras diferencias. Eso me hizo querer más el papel.

Vini es conservador, al contrario de las personas que lo rodean. ¿Cómo fue trabajar ese conflicto?

Vini es muy distinto a mí. Acordamos en algunas cosas, como el teatro, pero al mismo tiempo las visiones de mundo son muy diferentes. Leía el guion, algunas de sus líneas y me parecía muy aburrido, muy rezongón. Fue una negociación interna y externa entre lo que yo creía sobre el personaje, lo que los directores me indicaban y la necesidad de atribuirle más capas para que no quedara tan chato y solamente aburrido.

Creo que lo iluminé, por lo cual quedó más interesante. Si protesta y nada más, el espectador no tiene interés en seguirlo. Él también lidia con cuestiones pertinentes que queremos profundizar, como el hecho de no aceptar el lugar que le dan como un hombre gay en nuestra sociedad. Es sincero consigo mismo y eso es lindo. Existen muchas posibilidades dentro de la comunidad LGBTQIA+ y Vini es solo una de ellas.