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'Un mundo de gente' es el nuevo documental de Discovery Channel que pretende responder la pregunta ¿cuántas personas pueden vivir en la Tierra?, teniendo en cuenta que con una media de 200.000 nacimientos al día, el planeta podría superar los nueve billones de habitantes en las próximas décadas.
Ante esta preocupante situación, el naturalista Sir David Attenborough presenta, desde domingo 26 de diciembre a las 9 de la noche, el programa que intenta contestar ésta y otras muchas preguntas.
Desde que Attenborough nació hace 84 años la población humana se ha triplicado. A medida que el naturalista se plantea los problemas a los que nos enfrentamos como especie en continuo crecimiento, 'Un mundo de gente' también cuestiona si deberíamos comprometernos a formar familias más pequeñas por el bien de toda la humanidad y la supervivencia del planeta.
En un largo recorrido que visita desde España hasta México y desde China hasta Ruanda, ecologistas, demógrafos, granjeros, ingenieros y expertos en planificación familiar nos advierten de los enormes retos a los que nos enfrentamos si el número de habitantes de la Tierra continúa creciendo. Desde la batalla que libra el río Colorado afectado por la sequía para regar las granjas de las que dependen millones de americanos, hasta la vida marcada por el racionamiento del agua en Ciudad de México, el programa revela cómo los escasos recursos están afectando a los habitantes de todo el planeta.
Este futuro, sin embargo, no es inevitable. 'Un mundo de gente' descubre que mientras algunos países como Canadá, Turquía y Rusia negocian derechos para vender agua dulce a las tierras secas que se están expandiendo a través del mundo, los países ricos de Oriente Medio han comenzado a desarrollar plantas solares de desalación para producir agua dulce y así poder regar las granjas del desierto.
Las mejoras en la política social y en la cooperación global también ofrecen un halo de esperanza. Varias investigaciones han demostrado que en los lugares en donde existen programas de planificación familiar y en donde las mujeres viven emancipadas y alfabetizadas, los índices de natalidad disminuyen. ¿Pero debe ser el control de la población un deber de todos nosotros?