Dakota Johnson: “Haría una fogata con varias de mis películas”

Apenas tenía diez años cuando debutó en cine, al lado de su madre, Melanie Griffith, en la película “Crazy in Alabama”, que dirigió su padrastro Antonio Banderas. Más adelante se hizo célebre con “50 Sombras de Grey” y acaba de terminar la filmación de la cinta de terror “Suspiria”.

Fabián W. Waintal
25 de noviembre de 2018 - 02:00 a. m.
 La actriz estadounidense Dakota Johnson dice que participar en “Suspiria”, su primer filme de terror, no fue una experiencia traumática.    / Cortesía
La actriz estadounidense Dakota Johnson dice que participar en “Suspiria”, su primer filme de terror, no fue una experiencia traumática. / Cortesía

Nacida entre la fama de su madre Melanie Griffith y Don Johnson, con Antonio Banderas como (ex) padrastro, Dakota Johnson ganó su propia fama con la serie de películas 50 Sombras de Grey. Pero después de haber recaudado más de 1.200 millones de dólares con las tres versiones de aquella serie, se prepara a demostrar otro estilo de cine, totalmente diferente. Será por eso que la asociación que reúne a los dueños de las salas de cine en Estados Unidos le entregaron, en Las Vegas, el premio Cinemacon, como Estrella del Año. Y después de haber estrenado en Hollywood la inusual superproducción de suspenso Bad Times At The El Royale, protagoniza una película de terror tan particular como Suspiria que incluso pasó por el prestigio del Festival Internacional de Cine de Venecia y con la que celebra dos décadas de presencia en la industria cinematográfica.

¿Qué opina sobre la nueva costumbre de ver cine en casa en vez de ir a una sala de cine, teniendo en cuenta que detrás de la película “Suspiria” se encuentra un estudio como Amazon, que compite con Netflix por llevar el cine a la casa?

Desde hace veinte años el cine es mi pasión, es mi corazón, mi alma y me siento con suerte al poder decir que es mi trabajo. Realmente amo el cine, pero yo amo verlo en una sala de cine. Amo trabajar en cine y me sorprendo por completo cada vez que una de mis películas se proyecta en una sala, con público. Me parece lo más cool del mundo.

¿No le gusta ver una película en la comodidad de su casa?

Es muy claro que está cambiando y evolucionando el formato de nuestra industria como lo conocíamos y me parece tan hermoso como emocionante. Pero para mí, hay algo especial al ver una película en una sala de cine, que aprovecha mucho más el lado artístico de la cinematografía y la experiencia. Es el mejor escape de la realidad. Incluso con la peor película, el olor del pop corn, lo que se siente con una Coca Cola fría es terapéutico. Y muchas veces yo también me quiero escapar de la realidad de esa misma forma. Por eso es tan importante.

¿Hasta qué punto influyeron en ese amor, sus padres tan famosos en la industria?

Yo crecí en la familia del cine, con gente que realmente ama contar historias, creando un mundo aparte para generar una experiencia especial para otras personas. Y en los tiempos libres con mi familia, al salir de un estudio de cine, en diferentes partes del mundo, nosotros también íbamos al cine, para disfrutar esa experiencia de escaparnos por completo. Y por eso yo también quiero comprometerme al placer de continuar con esa misma tradición y proveer la actividad más clásica para el público, por muchos años más.

En la película “Bad Times At The El Royale”, espían a las personas detrás de grandes espejos ¿en el rol de estrella de cine se siente que a veces, en la vida real, la están espiando detrás de un espejo?

A veces realmente me siento así. Lo que hacen los fotógrafos ahora me parece lo peor, cuando se esconden en sus autos con los vidrios oscuros para sacarme una foto. Ya es bastante que me sigan los paparazi, pero es totalmente diferente si se esconden por completo y yo no sé qué me están tomando una foto. Es como robar...

¿Le gustaría quemar algún negativo de sus películas?

¿Quemar? Haría una buena fogata con varias de mis películas...

¿No fue traumático filmar una película de terror como “Suspiria”? ¿No necesitó alguna terapia después del rodaje?

Para empezar, no necesité psicoanalizarme, ni espero necesitarlo nunca con la actuación. No tengo ninguna vergüenza en decirlo porque soy una persona muy pura, y cuando trabajo en el cine, suelo absorber muchos de los sentimientos de la gente y cuando trabajas en temas tan oscuros pueden llegar a quedarse en mí, pero hablar del tema después de haber terminado es una buena forma de alejarme también de ese mismo personaje. Pero en este caso la experiencia no fue para nada traumática.

La película tiene danza, ¿tomó clases de baile antes?

Tuve que tomar clases de danza durante cuatro meses, antes de empezar con el rodaje. Estaba en otro proyecto, entrenando por otro lado y después empecé a trabajar con el coreógrafo Damien Jalet, con otros bailarines y también un doble, porque hay ciertas partes que mi cuerpo tampoco pudo hacer, porque yo no soy bailarina profesional. Fue todo muy duro, bastante agresivo.

¿Qué fue lo que más le gustó del rodaje?

Es la segunda vez que trabajo con el director Luca Guadagnino, y será por eso que me sentí tan cómoda y segura. A este nivel ya nos conocemos muy bien. Siento que en sus manos puedo hacer lo que sea, pero la película en sí trata sobre temas que amo tanto como la danza, la magia y las brujas. Es una pasión con la que crecí y siempre me fascinaron cierto de grupo de mujeres que siempre me parecieron muy mágicas y misteriosas. Y experimentar por dentro esa persona, me encantó. Fue como cumplir un sueño… aunque en el cine parezca una pesadilla.

 

Por Fabián W. Waintal

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