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Muayad Alayan representa a la nueva generación de cineastas en Palestina que ya no se sienten tan obligados a trasladar al mundo su versión del eterno conflicto árabe-israelí, con Jerusalén como principal foco de tensiones, y que decidieron contar otras historias, pero sin ignorar ese trasfondo.
Es lo que hizo en "Los informes sobre Sarah y Saleem", segunda película de Alayan, que compitió en la sección oficial junto a "The miseducation of Cameron Post", de Desiree Akhavan, y a "Dogmnan", del veterano italiano Matteo Garrone.
El filme narra la relación extramatrimonial entre un repartidor palestino y una hostelera judía, esposa de un alto mando del ejército israelí, queda al descubierto a raíz de un incidente casual que pone en guardia a las fuerzas de seguridad de Israel.
"Durante muchos años, los palestinos pensábamos que nuestra narrativa no se estaba trasladando al mundo. Esta es la razón por la cual la primera generación de cineastas palestinos sentía la obligación de hacerlo en sus películas", dijo Alayan durante una rueda de prensa.
La nueva generación de realizadores "está cambiando y queremos aportar al cine en general no sólo la perspectiva social de nuestro país; deseamos contar historias desde Palestina y no sólo de Palestina", explicó.
Su película está basada en hechos reales con el trasfondo de la operación que Israel desplegó en Cisjordania durante 2002.
La directora estadounidense Desiree Akhavan, de origen iraní, presentó "The miseducation of Cameron Post", su segunda incursión en el largometraje, donde al igual que en su ópera prima vuelve a enarbolar la bandera en defensa de la diversidad sexual.
Cameron Post (Chloë Grace Moretz) es una adolescente lesbiana que mantiene una relación secreta con otra joven hasta que son abruptamente descubiertas mientras hacían el amor en los asientos traseros de un coche, lo que provoca que su tía evangelista decida enviarla a un internado terapéutico para "curar" su homosexualidad.
Recluida en este centro llamado "La promesa de Dios", la protagonista intenta trazar alianzas junto con otros jóvenes en su misma situación ante los adoctrinamientos morales de los regentes, obsesionados con la idea de que estos comportamientos sexuales van contra natura.
La eterna lucha entre el fuerte y el débil es el tópico que ha llevado a la pantalla el veterano realizador italiano Matteo Garrone en su filme "Dogman", el noveno en la trayectoria del autor de "Gomorra".
Bajo este "western" contemporáneo, Garrone llega ahora a la 63ª Semana Internacional de Cine de Valladolid con una historia de violencia, miedo y lealtad que esconde la necesidad de toda persona por sentirse aceptada y respetada.