“La esposa”: esconder el talento para que brille la pareja

Los actores Glenn Close y Jonathan Pryce encarnan a un matrimonio que se ha consolidado en el universo literario. El filme reflexiona sobre los secretos que se guardan y los acuerdos a los que se llegan a lo largo de los años.

Redacción cine
17 de octubre de 2018 - 09:00 p. m.
Glenn Close es la protagonista de la película “La esposa”, del director sueco Björn Runge.   / Cortesía Cine Colombia
Glenn Close es la protagonista de la película “La esposa”, del director sueco Björn Runge. / Cortesía Cine Colombia
Foto: Graeme Hunter Pictures - Graeme Hunter

Ambientada en buena parte en la década del 90 del siglo pasado, con algunas retrospectivas de los años 50 y 60, La esposa narra la historia de un matrimonio de más de 30 años, en el que dos socios de vida han navegado entre las peligrosas dinámicas de poder entre hombres y mujeres. La película ofrece una mirada sobre una vida de secretos y amor genuino enmarcada en el universo literario, donde una escritora se sacrifica para impulsar la carrera de su esposo.

En 2003, la escritora Meg Wolitzer lanzó la novela The Wife, en la que reflexiona sobre lo que significa ser escritora desde el punto de vista de la esposa de un escritor reconocido.

Con esa premisa la guionista Jane Anderson adaptó la obra literaria pensando en una película que lidere un debate acerca del matrimonio, los secretos que se guardan y los acuerdos a los que se llegan a lo largo de los años.

“Cuando escribo una película siempre me pregunto ¿qué es de lo que va a hablar la audiencia cuando se enciendan las luces y salgan de la sala de cine? Y creo que luego de ver este filme, la gente reflexionará sobre los acuerdos y compromisos en un matrimonio. ¿Hay secretos que guardamos como pareja que son legítimos? ¿Hay acuerdos que se hacen como mujer en un matrimonio? Como esposo, ¿cómo respetas y amas a tu esposa?”, dice Anderson.

La actriz Glenn Close encarna a Joan Castleman, una mujer casada con el escritor Joe Castleman (Jonathan Pryce), uno de los novelistas más importantes de Estados Unidos, quien no tiene ni idea de cómo cuidar de sí mismo o de alguien más. Él está a punto de recibir el Premio Nobel de Literatura mientras que Joan, quien pasó los últimos cuarenta años ignorando sus talentos literarios, decide dejar de hacerlo.

“El personaje de Joan Castleman es una mujer profundamente reservada, elegante y tímida que se ha sentado en el asiento trasero de su brillante esposo”, explica la guionista, para quien el filme es un examen tierno y complejo de las relaciones en la edad madura, así como una observación de la naturaleza humana en sus múltiples aspectos.

El interés de ella por retomar la escritura surge luego de la celebración del Nobel, cuando están en Suecia pasando vacaciones. Allí, Castleman disfruta de los elogios que alimentan el ego, hasta el punto de humillarla en público al asegurar que su esposa no escribe. Pero los recursos visuales hacia el pasado la muestran como una estudiante universitaria enamorada de su profesor de escritura creativa no tan brillante.

“Para mí, esta película es como música; dos instrumentos que tocan para nosotros. La forma en la que Glenn Close y Jonathan Pryce actúan me recuerda a la música, a aquellos instrumentos que se alinean para sonar conjuntamente”, explica el director sueco Björn Runge, quien recuerda que su ambición es “encontrar las formas de dejar a los actores ser libres”.

Runge, especialista en la dirección de actores y quien ha forjado gran parte de su carrera en las tablas, asegura que para hacer un filme de debe encontrar la música del guion y dejar que fluya. “En el mejor de los escenarios, la audiencia compartirá ese fluir durante los momentos clave de la película”.

Glenn Close, nominada seis veces al Premio Óscar y doce veces al Globo de Oro, y Jonathan Pryce, quien ha trabajado en cine, televisión y teatro, aportan su conocimiento y sensibilidad a este matrimonio de escritores que durante décadas acordaron sentir la misma pasión y ambición.

Una de las grandes diferencias entre la novela y la película es el protagonismo del hijo de Joan y Joe, David (Max Irons), quien también quiere ser escritor y debe enfrentarse a un nuevo círculo de envidia familiar. En ese proceso duda del talento de su padre, al igual que el periodista Nathaniel Bone (Christian Slater), quien siente que todo no es lo que parece en la exitosa narrativa del matrimonio Castleman. Decidido a encontrar el secreto, invita a Joan a tomar un trago, pero ella es inquebrantable.

La esposa finalmente representa lo que es el matrimonio de los Castleman, una banda elástica que se estira y que al final se rompe cuando por fin sale a la luz este gran secreto.

Por Redacción cine

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