“Mickey and The Bear”, una película sobre la familia y la independencia

Camila Morrone interpreta a Mickey Peck, una joven que desde la muerte de su madre tuvo que asumir las riendas del hogar. La joven, además de estudiar y trabajar, debe cuidar a su padre, Hank, un veterano y adicto. Un día recibe una propuesta para irse y alejarse de todos sus problemas, pero no sabe si elegir entre su familia o su independencia.

Fabián W. Waintal / Los Ángeles
24 de noviembre de 2019 - 02:00 a. m.
Camila Morrone interpreta a Mickey Peck en la película “Mickey and The Bear”, de Annabelle Attanasio . / Cortesía
Camila Morrone interpreta a Mickey Peck en la película “Mickey and The Bear”, de Annabelle Attanasio . / Cortesía

¿Qué significó estrenar su primera película como protagonista en un lugar tan importante como el Festival de Cannes?

Cuando estuve hace dos años como modelo dije: “Un día voy a venir a Cannes con una película y seré la actriz”, y pasó. La sensación no es normal. La gente grita tu nombre y hay 100 personas en cada lado sacándote fotos. Estaba nerviosa por posar, mirando todos los ángulos, pensando en no hacer nada mal y, sobre todo, en no pisar el vestido de nadie.

¿Cómo ha lidiado con la fama en estos últimos meses?

La verdad no me afecta tanto la vida. No siento que me haya cambiado en algo. Todavía tengo mis amigos, mi familia y mis relaciones. Todo es igual.

Se considera una persona de perfil bajo, pero, ¿no es difícil mantenerlo siendo pareja de Leonardo DiCaprio?

Soy una persona de perfil bajo. No salgo de mi casa porque veo televisión y prefiero pedir comida porque soy vaga, no es porque no quiera salir al mundo. No siento que esto interfiera.

¿Es consciente que como estrella de cine va a tener cada vez mayor atención?

Sí, veo videos de la gente peleándose con los fotógrafos. Todavía, por suerte, no me ha pasado.

¿Cómo fue crecer con Al Pacino como padrastro?

Él me apoya mucho y siento mucho respeto.

En el Festival de Cannes, mientras usted estrenaba “Mickey and the Bear”, Leonardo DiCaprio con Al Pacino estaban con “Once Upon A Time In Hollywood”. ¿Sintió que fue una competencia?

No, no estábamos compitiendo. Estuvimos en temas muy separados. Fueron secciones diferentes.

Al momento de decidir entre ir a ver “Mickey and the Bear” o “Once Upon a Time in Hollywood”, ¿a cuál iría?

No voy a decirlo.

A raíz de la revolución femenina que está viviendo Hollywood con el movimiento #MeToo, ¿nota algún cambio en el proceso de las audiciones?

Viví un cambio bastante grande. La gente está muy cuidadosa en respetar a las mujeres.

Son muchas las denuncias que hay en torno al #MeToo. Al igual que sus compañeras, ¿alguna vez se sintió incómoda por algún productor o director de cine?

Nunca estuve en alguna situación en la que me sintiera incómoda. A diferencia de mucha gente que conozco, tuve suerte de que nada me pasó. Siento que en los últimos dos o tres años la gente está siendo más cuidadosa y respetuosa, y saben lo que está bien y mal, porque si hacen algo que no es correcto, el mundo se va a enterar y saben que enfrentarán las consecuencias.

¿El tema del #MeToo y los acosos sexuales también son parte del mundo de la moda?

Ciento por ciento. En mi experiencia nunca me pasó, por suerte. No es posible negarlo. Pasa en la moda, en la actuación, en el negocio de cine, trabajos de oficinas, en todos los lugares.

El cambio del #TimesUp pidiendo más roles femeninos tiene un buen ejemplo con su película “Mickey and the Bear”. ¿La idea de mostrar el lado feminista y tan maternal de su personaje siempre figuró en el guion?

Me parece que a Mickey desde el principio del guion la ves como una madre. Ella lava los platos, tiene un trabajo después del colegio, le paga todo al papá. Cuando empezamos a ensayar vimos que, la verdad, esta chiquitita era como una mujer de 30 años por sus responsabilidades, y lo que tenía que lograr en su vida para salir adelante.

Su personaje tiene una personalidad bastante fuerte que no se deja imponer por ningún hombre, ni por su padre ni su novio. ¿En qué se parece usted con Mickey Peck?

Mucho, porque tengo padres muy jóvenes. Mi mamá me tuvo como a los 19 años. Siento que crecí con ellos y son mis mejores amigos, pero también me sentí como sus padres. Me parece que pasa con padres muy jóvenes o hijos únicos.

Su personaje de Mickey también apuesta comprando un billete de lotería. ¿En ese momento del rodaje pensó qué haría si le sucediera eso en la vida real?

Gané en Mónaco. Fui a un casino cuando tenía 18 años, porque en Estados Unidos no permiten ir antes de los 21, jugué Blackjack y gané. Fue muy divertido. Esa sensación es la mejor, muy adictiva. Volví a jugar al día siguiente y perdí todo. Ahí vi los altos y bajos de esa vida.

En la película Mickey quiere casarse siendo todavía adolescente. ¿No le parece demasiado joven?

Me parece bien, porque fui hija única y la verdad me sentí muy madre con mis padres. Siempre he querido tener hijos. Mi mamá me tuvo muy joven, así que me gustaría ser una madre joven y tener la mejor relación con mi hijo.

Si le plantearan la elección entre quedarse con su familia o su profesión, como pasa en el cine, ¿qué escogería?

¿En la vida real? Mi familia, obviamente. La carrera profesional es un bono. La familia en la vida real ocupa el primer lugar. No me gustaría dejar todo por el cine.

Por Fabián W. Waintal / Los Ángeles

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