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Colombia ha ido ganando un lugar en el lente hollywoodense, durante los últimos meses se han rodado escenas de películas en ciudades como Cartagena y Bogotá. Artistas de la talla de Will Smith, Hugh Jackman, Mark Wahlberg o Charlize Theron han visitado el país por motivos laborales. Esa irrupción de artistas del mundo cinematográfico no podía dejar atrás al polémico y admirado Oliver Stone, quien visitará el país en septiembre durante el cuarto festival Smart Films que se realizará en Bogotá.
Pero ¿de qué se trata Smart Films? Es el festival de cine creado con celulares que se organiza desde hace tres años en Colombia. “La verdadera fuerza de Smart Films es que abrió un espacio de democracia que no existía en el país. Es un festival cultural enfocado en lo audiovisual que como punta de lanza abre un espacio para personas que no habían tenido voz. Y si hay algo que tiene fuerza es una persona que ha sido callada”, afirma Mauricio Navas Talero, uno de los artífices del evento.
El festival está enfocado en la creación de cortometrajes de cinco minutos aproximadamente, producidos con teléfonos móviles. La visita de Oliver Stone tiene el propósito de generar una clase magistral del cineasta para los participantes durante tres horas. En palabras de Navas Talero: “La presencia de Oliver Stone en Smart Films obedece a que es uno de los mayores referentes contemporáneos de la máxima expresión del cine. Stone conecta con Smart Films y con lo que trabajamos en el festival, porque es el referente de la realidad en la ficción. Esa es la razón”.
Pero para que una estrella del brillo de Stone contemplara visitar Colombia tuvieron que pasar muchas cosas, algunas como de película. En realidad, todo cambió a partir de la Ley de Cine, que desde 2012 abrió el país a producciones cinematográficas para convertirlo en la meca suramericana del celuloide. De la mano de grandes estudios de Hollywood se han producido en este territorio películas internacionales como Los 33 (con Antonio Banderas), Loving Pablo (con Penélope Cruz y Javier Bardem), Barry Seal solo en América (con Tom Cruise), Jungla (con Daniel Radcliffe) y recientemente Mile 22 (con John Malkovich y Mark Wahlberg), por nombrar solo unos pocos casos.
La implementación de esta ley le ha dejado al país más de $86 mil millones por la filmación y producción de películas extranjeras en el territorio nacional. Pero las ganancias no solamente se miden en rubros y en ceros a la derecha, porque ahora la presencia de Oliver Stone puede significar la apertura definitiva de un espectro en el que Colombia todavía no ha incursionado de lleno.
De ahí que Mauricio Navas Talero asegure que “Stone es un referente obligado, estés de acuerdo con él o no, a la crónica del siglo XX hecha desde la ficción. Cuando ves Asesinos por naturaleza, Platoon o Nacido el 4 de julio, entre otras. O su serie de televisión, La historia no contada de los Estados Unidos; ahí está la crónica del siglo XX desde la perspectiva de alguien que no está con el sistema”.
Los cinéfilos recuerdan la mítica escena de la muerte del sargento Elías en Platoon y la disputa de poder en el ejército estadounidense en medio de la selva vietnamita. Esa primera entrega de la trilogía a la que se agregarían Nacido el 4 de julio y El cielo y la tierra, catapultaron a este personaje como uno de los cineastas contemporáneos más importantes.
Stone se ha posicionado desde aquellos años 70 como un radical crítico de la política estadounidense y la guerra. En otra de sus intervenciones afirmó que el problema no es solo de los gobiernos que el país estadounidense elige, sino la falta de responsabilidad de los electores: “Pero recuerden esto: en las trece guerras que iniciamos en los últimos 30 años los 14 trillones de dólares que hemos gastado y los cientos de miles de vidas perdidas, no hubo un solo líder sino un sistema, republicano y demócrata”.
Nacido en Nueva York en septiembre de 1946, Stone se convirtió al budismo a pesar de la herencia judía de su padre y de la tradición católica de su mamá. Asistió a las universidades de Nueva York y Yale. La guerra de Vietnam atravesó su vida. La crueldad del conflicto lo dejó estaqueado en medio de la selva del país oriental; allí herido dos veces pudo replantearlo todo. Después vino el arte.
Su trabajo en el cine arrancó como guionista, suyas son las bases argumentales de películas como El expreso de medianoche, Scarface y Conan el bárbaro. En 1979, El expreso de medianoche lo ubicó en otra atmósfera al otorgarle el Óscar como mejor guion adaptado. Después, en los años 80, fueron Nacido el 4 de julio y Platoon los filmes que lo posicionarían como una de las grandes voces de Hollywood, debutando como guionista y director.
Durante los siguientes años trabajaría en la industria cinematográfica con una visión más independiente del cine. Varias de sus películas abordan los temas políticos de la agenda internacional. Presidentes estadounidenses polémicos como Nixon y Bush han pasado por su ojo crítico y el lente de sus biopics. En 2003, salió a la luz Comandante, un documental controversial sobre Fidel Castro que ratificó ante la opinión del mundo la posición política de Stone. Ese mismo año estrenó Persona non grata, un desarrollo audiovisual sobre el conflicto palestino-israelí.
Precisamente, por la visión particular del universo es que hoy o mañana Oliver Stone será materia de consulta. Su voz, expresada mediante la opinión o con sus contenidos cinematográficos, tendrá que ser por lo menos tenida en cuenta. Por su peso histórico y artístico es que Navas Talero comenta lo siguiente: “Va a tener que ser consultado toda la vida, y además como dice la frase con la que me enganché con el trabajo del cineasta desde hace veinte años, cuando los emisarios de la historia oficial le dicen que lo que está narrando en lo de JFK no es verdad que son solo sus conjeturas, él dice: ‘Puede que lo que yo esté diciendo en mi película de ficción no sea del todo verdad, pero demuestro que los de la historia oficial están diciendo mentiras’”. Para eso es la ficción, sobre todo en un país como Colombia. Es la razón por la que un personaje de la talla de Oliver Stone estará aquí, por su cine no por su política”.
Durante su participación en el evento, que se realizará entre el 14 y el 16 de septiembre, el cineasta elegirá el Gran Smart Films entre los nueve mejores cortometrajes realizados en ediciones pasadas.
Además, estará acompañado de artistas como Álex Pina, creador de La casa de papel. “Esta serie tiene un antecedente interesantísimo que es Vis a vis; una historia de encierro en una cárcel en donde vemos muy atractivamente, pero con mucha realidad, cómo es la vida en una cárcel. Y este hombre sale con La casa de papel, una metáfora maravillosa de un ingenio increíble, porque allí el crimen no existe, los personajes están robando algo que no existía y que no le pertenece a nadie. Pero que sí pone un dilema interesantísimo en la mesa sobre cuál es la relación entre el ciudadano y los bancos, el ciudadano y el dinero, el ciudadano y el poder. La tesis argumental es muy atractiva y apela a cualquier persona. El ciudadano de cualquier parte del mundo es víctima de los bancos”, comenta el realizador colombiano.
Smart Films continúa con la tarea de democratizar el universo del cine a realizadores que buscan oportunidades. La visita de Oliver Stone, por su parte, reafirma esa condición, porque el séptimo arte es patrimonio de la humanidad, todos los seres humanos tienen una historia que contar.