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Héctor Ochoa Cárdenas, un compositor de la bella época

El autor de temas emblemáticos, como “El camino de la vida”, considerada la canción de Colombia por excelencia, será uno de los homenajeados de la edición XXXIV del Festival Nacional de la Música Colombiana.

Redacción Música
11 de octubre de 2020 - 02:10 a. m.
Héctor Ochoa Cárdenas está en el Hall de la Fama de Compositores Latinos en Miami.
Héctor Ochoa Cárdenas está en el Hall de la Fama de Compositores Latinos en Miami.
Foto: Archivo Particular

Héctor Ochoa Cárdenas lucía muy contento de que gente de tantos lugares lo reconociera y lo saludara en medio del ambiente festivo que se sentía en el lobby antes de ingresar al Teatro Julio Mario Santo Domingo. El pasado 6 de marzo, cuando se inauguró oficialmente en Bogotá el XXXIV Festival Nacional de la Música Colombiana, le pidieron que se sumara a las fotos de la prensa social, a las selfies de duetos, de artistas y de los amantes de la música tradicional que esa noche comparecieron al Gran Concierto de Gala, y el maestro con gentileza accedía a cruzar unas cuantas palabras y a posar para el flash con una sonrisa algo tímida, como si nada la molestara y, en vez de eso, se divirtiera como un niño bajo la lluvia.

Y estaba feliz y agradecido. Desde que la Fundación Musical de Colombia le informó sobre el tributo que en 2020 se iba a ofrecer a su vida y obra durante el Festival, y que cada uno de los 11 participantes del XXVI Concurso de Duetos Príncipes de la Canción debían interpretar uno de sus temas, él vislumbró “la oportunidad de volver a saludar a unos viejos amigos que están trabajando por un ideal tan noble de promover y preservar nuestra música autóctona colombiana”. Era, además, la oportunidad de volver a Ibagué, donde ha compartido con artistas de lo que él denomina la “bella época”, una casta de poetas, músicos y compositores que les dieron piso a los aires andinos tradicionales de Colombia, así como de otras músicas en distintas regiones.

Sin embargo, la ilusión se desvaneció unos días después, cuando llegó la directiva presidencial que suspendía los eventos masivos públicos y privados, y ordenaba entrar en aislamiento social como medida de prevención en salud a causa de la pandemia. Y cuando pensaba que lo había visto todo en la transición al siglo XXI, esta nueva situación lo sorprendió con aprendizajes nuevos para él como el manejo de la tecnología, pero también a valorar otras que pasaban inadvertidas. Ahora que el certamen se realizará de manera virtual entre el 12 y 17 de octubre, con sorpresa el maestro Ochoa reconoce que “este evento es una oportunidad de mostrarle al mundo cómo ya no es necesario hacer presencia en los eventos, como antes ocurría, sino que ahora llegan a nuestra casa y se puede disfrutar en compañía de la familia, de los hijos y nietos, en la comodidad del hogar”.

Justo en estas circunstancias es que ha habido tiempo para la memoria, y una de esas evocaciones se remonta a los años 90, cuando su canción El camino de la vida fue declarada por la Academia Musical como la “canción más hermosa de Colombia”, una pieza que da honra a la familia y que, como él mismo expresa, simboliza “el éxito en ese proceso natural que todo ser humano vive”. Sucedió un domingo de septiembre de 1987, cuando solía dedicarle tiempo a su arte, aprovechando que todos en la casa dormían. Se sentó desde las 7:00 a.m., y durante casi 12 horas meditó, escribió y musicalizó el tema, que pudo salir a la luz pública cuando su esposa, al escucharla, lloró a manera de aprobación, tal como solía hacerlo con todas sus composiciones.

En esos años al maestro le tocaba llevar una “vida clandestina”, escribir en los tiempos de ocio que podía arañarle a su rutina. Aunque su pasión fue la música, la vida convocó su sentido de responsabilidad para con su familia muy joven, cuando su padre falleció, y lo impulsó en un proceso laboral desde abajo hasta los más altos cargos en el sector financiero de Antioquia.

Aunque dice que lo ha visto todo, Ochoa aprendió a vivir “sin excesos”, a la imagen y semejanza de los valores que le enseñó don Eusebio -“él era ejemplo de padre trabajador”- de quien aprendió el esmero, la honestidad, a ser diligente, madrugador, a tener deseos de surgir y superarse en sana competencia. Esa exigencia la ha aplicado a su propia creación -“no sé si eso les pasa a todos los que hacen canciones o poemas, pero soy muy exigente conmigo mismo, he hecho por ahí 500 o 600 canciones, pero he tirado al cesto de la basura la inmensa mayoría, conservo unas 150 canciones, las demás las borré de mi disco duro y hoy digo ¡qué tontería!, porque serían un éxito en otro género musical”-(risas).

Claro, la disciplina de escribir poéticamente forma parte de ese “código genético musical que heredé de mi padre”, quien también fue profesor de música y compositor. Sin embargo, reconoce que, en su época, cuando todavía no existían los computadores, “los viejos nos preocupábamos por escribir las palabras con toda la corrección ortográfica que se exigía, había mucho cuidado”, al contrario de los jóvenes de hoy a quienes, en su opinión, la tecnología les facilita todo, y “han perdido el interés por la poesía”.

Desde que fundó el Trío de Oro, su primer grupo musical a los 16 años -en 1950-, junto con Carlos Alberto Gómez y Román Vélez; pasando por los radioteatros de Medellín, donde prosiguió con su carrera musical, hasta la vez que Víctor Hugo Ayala lo llamó para pedirle permiso para interpretar Bendito nuestro amor, escrita por Ochoa en 1961 para María Estela, la mujer que luego se convirtió en su compañera de vida -“ahí fue cuando me sentí un compositor importante”- o la vez que el Trío Colombia llevó a México sus canciones. Desde entonces no ha renunciado a ese “privilegio que la vida no le da a todo el mundo en lo interpretativo o lo creativo”, de ofrecerles a la mujer, a su tierra natal, a la familia, a la vida y los valores letras y melodías que le han merecido reconocimientos como el Tiple de Oro Garzón y Collazos, la Distinción de la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia (Sayco, entre otros. Hasta ser el único colombiano nominado en 2012 a la primera edición del Hall de la Fama de Compositores Latinos en Miami, y el primer compositor en recibirlo, finalmente, en octubre de 2015.

Como alguien que también gestionó desde la institucionalidad por 17 años, al dirigir “Antioquia le canta a Colombia”, uno de los certámenes más conocidos del país; alguien que ha disfrutado del cariño de la gente, pero que también se ha esforzado por contar con recursos para el arte, respeto para los autores e intérpretes, y apoyo para la música andina tradicional, ahora que el Festival de Música Colombiana rinde homenaje a su obra, Héctor Ochoa Cárdenas puede decir “he vivido” y repetir con el poeta brasileño Vinícius de Moraes -a quien cita- “quiero morir de vivir”.

Programación del Festival de la Música Colombiana de Ibagué

Octubre 14 (7:30 p.m.): inauguración y primera eliminatoria Concursos Nacionales de Duetos y Composición, participan cinco duetos y cuatro compositores. Abre el evento el dueto Nocturnal y cierra Maía.

Octubre 15 (7:30 p.m.): segunda eliminatoria Concursos Nacionales de Duetos y Composición, participan seis duetos y tres compositores. Abre el evento el dueto Entre Cantos y cierra la coral Ciudad Musical.

Octubre 16 (7:30 p.m.): gran final de los Concursos Nacionales de Duetos y Composición, participan seis duetos y tres compositores. Abre el evento la agrupación Los Quintiples y cierra la Gran Rondalla Colombiana.

Octubre 17 (2:00 p.m.): clausura del festival concierto Músicas de las Regiones, en el que participan: el dueto y el compositor ganadores 2020, el cuarteto Semblanza Colombiana, el dueto Garzón y Torrado, Raquel Zozaya, Yolanda Rayo, Adriana Lucía y cierra la Orquesta de Lucho Bermúdez.

Por Redacción Música

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Alberto(3788)12 de octubre de 2020 - 12:51 a. m.
Cuestión de gustos, para mí esa cancioncita no está ni entre las treinta primeras, fue elegida, si mal no recuerdo, por la organización Ardila, con garantía de que por votación ganaba necesariamente un paisa, así fue.
Francisco(82596)12 de octubre de 2020 - 02:39 a. m.
Hola, amigos. A cada uno lo suyo: aplausos para Héctor Ochoa. Pero a mí me parece que está muy lejos de los grandes grandes de Colombia, como Pedro Morales Pino, Luis A. Calvo, Efraín Orozco, José Barros, Jorge Villamil, José A. Morales, Emilio Murillo, Fulgencio García, etc. Al lado de estos maestros, Ochoa queda abajito, pero muy abajito. "Para que nos les falte nunca nada"... ¡qué horror!
Carlos(58915)11 de octubre de 2020 - 08:30 p. m.
Muy importante su aporte a toda nuestra música, toda la música colombiana es bella
JACN(65090)11 de octubre de 2020 - 12:36 p. m.
Jorge Villamil, Lucho Bermudez, Escalona, Varela, Joe Arroyo, Esther Forero, Jose A Morales, Jose Barros. Andre Echeverrr. Cualquiera de ellos supera con creces a Ochoa.
  • Alberto(3788)12 de octubre de 2020 - 12:52 a. m.
    Totalmente de acuerdo.
JACN(65090)11 de octubre de 2020 - 12:27 p. m.
Carmen de Bolivar, oropel, ay mi llanura, soberbia, señora Maria Rosa, Cali Pachanguero, bunde tolimense, pueblito viejo, Tolu, la rebelion, feria de Manizales, el testamento, brisas del pamplonita, tres preguntas, la guaneña, la contra danza, los cucaracheros, llamarada, salsipuedes, hay amores, atlantico Esta es una pequeña muestra de canciones colombianas que merecen igual galardon.
  • Alberto(3788)12 de octubre de 2020 - 12:53 a. m.
    "La Piragua".
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