La historia de tres participantes antes y después de "Yo me llamo"

El reality musical les cambió la vida a Laura Padilla (Shakira), Luis Eduardo Correa (Nino Bravo) y Cristian Bernal (Juan Gabriel). Los tres recuerdan sus historias dentro de un formato cuya nueva temporada comienza este martes.

Daniela Suárez Zuluaga
18 de septiembre de 2018 - 02:00 a. m.
Luis Eduardo Correa, el antioqueño que le dio vida a Nino Bravo, Laura Padilla, la pereirana que se puso en los zapatos de Shakira, y, Cristian Bernal, quien  resucitó a Juan Gabriel.  / Cortesía
Luis Eduardo Correa, el antioqueño que le dio vida a Nino Bravo, Laura Padilla, la pereirana que se puso en los zapatos de Shakira, y, Cristian Bernal, quien resucitó a Juan Gabriel. / Cortesía

Yo me llamo, desde su primera temporada en 2011, marcó un hito en la historia musical de la televisión colombiana al traer un formato que les diera vida a los artistas más queridos por Latinoamérica y el mundo entero.

Desde Nino Bravo, pasando por Shakira y terminando en Juan Gabriel, la variedad de cantantes que se arriesgaron a meterse en la piel de sus ídolos fue gigante, miles y miles de imitadores hacían las filas en las convocatorias que se realizaban en diferentes ciudades del país para lograr su objetivo, aunque de esos miles solo quedaban seleccionados 25 o 30.

Luis Eduardo Correa, quien le dio vida a Nino Bravo en la primera temporada del reality, cuando los jurados eran Amparo Grisales, Jairo Martínez y Luz Amparo Álvarez, y logró quedar en segundo lugar, contó cómo cambió su vida después de haber participado en el programa: “Antes de esto yo cantaba en bares y orquestas, en coros de iglesias… jamás me imaginé que iba a vivir de la música, para mí todo esto era un hobbie. Yo trabajaba en una entidad financiera, luego me quedé sin trabajo y comencé a cantar para que mi familia no aguantara hambre, mi esposa también trabajaba, y así poco a poco los dos íbamos sacando adelante el hogar”, cuenta Luis, quien interpretó éxitos como Noelia, Te quiero, te quiero y Un beso y una flor.

Antes de entrar a Yo me llamo, Luis Eduardo atravesó una etapa de crisis, pues estaba cantando en Europa pero se quedó sin dinero, así que optó por viajar a Estados Unidos con una mochila llena de CD, entrar a los bares y restaurantes y pasar de mesa en mesa esperando que quizás alguien le comprara un disco.

Para Correa no fue una tarea fácil resucitar a Nino Bravo, pues durante su participación en el programa bajó aproximadamente 22 kilos y tuvo un gran cambio en su apariencia, pero lo más curioso es que ni siquiera él sabía que el gran cantante español iba a ser su modelo a seguir y el artista que iba a imitar. “Me presenté y pasé, pero tenía que pensar bien a quién imitar, hasta que llegué a la conclusión de que Nino Bravo era la mejor opción, porque casi no había nadie imitándolo a él. La vida me cambió del cielo a la tierra después de haber quedado en segundo lugar en la primera temporada, ya los $200.000 que cobraba por concierto, eso se multiplicó, gracias a Dios, ahora el trabajo es muy constante, estoy radicado en el exterior y me va muy bien”, confesó el cantante.

Por otra parte, Cristian Bernal tenía claro desde el primer momento a quién iba a imitar: Juan Gabriel, el Divo de Juárez. Él entró al reality por una gran casualidad del destino. “Antes de llegar a este programa, fui finalista de La Voz Colombia, y justo la noche que se acabó para mí La Voz nos fuimos con unos amigos para el parque de la 93 a celebrar en un karaoke, ya con tragos en la cabeza me subí a la tarima y canté varias canciones de Juan Gabriel, y por suerte para mí, justo en ese mismo bar estaba un productor de Yo me llamo. Cuando me bajé, él se me acercó y me dijo “no se te olvide que tenemos un programa que se llama Yo me llamo, nunca había escuchado a alguien cantar como Juan Gabriel así”, cuenta Bernal.

Cristian, que se metió en el papel de Juan Gabriel en la quinta temporada del reality, lanzada en 2017, sabía que la competencia iba a estar reñida, pues no hace mucho el Divo de Juárez había fallecido. “Cuando llegué a presentarme a Bogotá me encontré con más o menos 70 personas que iban a imitarlo, cuando vi eso pensé ‘aquí tiene más futuro un rollo de papel higiénico, pero hagámosle’. Pasé los filtros, y cuando llegué al otro día al teatro me encontré con la gran sorpresa de que yo era el único Juan Gabriel en Bogotá, pero todavía tenía que enfrentarme a otros dos de distintas ciudades que también lo hacían muy bien”, recuerda el imitador.

El cantante, que en el reality cantó grandes éxitos de su ídolo como Amor eterno, No vale la pena y Caray reconoce el gran cambio que le trajo este programa, tanto en su vida personal como profesional. “La vida después de Yo me llamo me cambió completamente en el reconocimiento, económicamente también. Tengo en este momento 17 músicos conmigo, de los cuales algunos tocaron con Juan Gabriel en vida, acabo de terminar una novela para Univisión actuando como Juan Gabriel y se llama El sastre de oro y ya dentro de poco la van a poder ver acá en Colombia”.

Laura Padilla, quien interpretó a Shakira en la primera temporada del reality, tuvo una gran pelea consigo misma sobre lo que significaría entrar a un programa así, pues le parecía que las imitaciones en televisión eran vistas como algo burlesco, pero luego, cuando decidió dar el paso, se dio cuenta de que estaba viviendo la mejor experiencia de su vida.

Yo me llamo ha sido una de las mejores cosas que me han pasado, la verdad nunca me imaginé que iba a presentarme a un programa, y menos como ese. Yo estaba en Pereira, y allá cantaba desde muy pequeña, pero ya estaba cansada de cantar en centros comerciales, en plazas… quería avanzar a otro nivel, que para mí significaba venir a Bogotá”, agregó Laura. Para ese entonces su familia no veía con buenos ojos que ella quisiera irse para la capital, cuando en su casa lo tenía todo. Tras sentirse estancada estudiando Administración de Empresas, carrera que no le gustaba, la vida le puso en bandeja de plata una oportunidad que cambió el rumbo de las cosas.

“Mi papá tiene una empresa de seguridad, y justo le tocó a él la logística prestada por Pereira para la convocatoria del reality. Yo siempre había querido conocer a Jairo Martínez, así que le dije a mi papá que por favor me dejara entrar al lugar, pero me dijo que los únicos que podían entrar eran los de producción y los participantes, y me sugirió que me presentara, que no tenía nada que perder”, aseguró Laura, quien en ese momento seguía indecisa.

Como fue el caso de Luis Eduardo Correa, quien no sabía que Nino Bravo iba a ser el artista que él iba a imitar, Laura tampoco tenía la menor idea, hasta que recordó su pasado. “Yo siempre recochaba y molestaba en mi casa diciendo que cantaba como Shakira, y Gina, una amiga, me dijo que me presentara como ella, que ahí estaba la oportunidad perfecta para irme a la capital, así que terminé de almorzar y bajé a presentarme, pero ya habían cerrado las puertas. Me preguntaron que como quién me iba a presentar y yo en ese momento no tenía ni pinta de Shakira ni de nada, solo tenía el pelo negro y ya, como ella era antes. Finalmente me dejaron pasar, y a raíz de ese día, cambió mi vida”, concluyó la cantante, quien interpretó en la tarima temas como Ojos así, La tortura e Inevitable.

Este martes 18 de septiembre, Yo me llamo abre sus puertas nuevamente a otra temporada, en la que artistas de diferentes ciudades les demostrarán a Amparo Grisales, Pipe Bueno y César Escola que sí se llaman como sus ídolos.

Por Daniela Suárez Zuluaga

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