El matrimonio formado por Will y Jada Pinkett-Smith ha sido acusado en más de una ocasión de forzar a sus hijos a seguir sus pasos en el mundo del entretenimiento para convertirlos en la siguiente generación de estrellas de la familia. En el caso de su hija pequeña, Willow, su consagración se produjo en 2010 cuando presentó su primer sencillo 'Whip My Hair', que la lanzó a lo más alto de las listas de éxitos y la llevó a salir de gira mientras, de puertas para adentro, la entonces preadolescente de 11 años vivía un verdadero infierno. (Le puede interesar: 'Whip My Hair' de Willow Smith)
En el pasado el famoso actor ya reconoció que el corte de pelo que lucía por aquel entonces su niña, había sido en realidad una llamada de socorro y una advertencia de que no quería continuar por ese camino. Lo que no sabían sus padres, era que en aquella época Willow también comenzó a autolesionarse como consecuencia del estrés.
"Sucedió después de todo lo de 'Whip My Hair', cuando dejé de tomar lecciones de canto y estaba en una especie de área gris. Me preguntaba quién era, cuál era mi propósito y si había algo más a lo que pudiera dedicarme. Tras la gira y la promoción y todas esas cosas, lo siguiente que querían de mí era que acabara mi álbum. Y yo no quería hacerlo. Cuando por fin asimilé lo que había sucedido, me quedé anestesiada. Había sido una locura y no paraba de escuchar música muy oscura; caí en una especie de agujero negro y empecé a cortarme", ha confesado la adolescente de ahora 19 años durante su aparición en la serie 'Red Table Talk' que ha creado su madre para Facebook.
Esa revelación cogió completamente desprevenida a Jada, quien en ningún momento sospechó lo que le estaba ocurriendo a su hija: "¿De cuándo estás hablando? No me di cuenta de nada. ¿Dónde te cortabas?", fue su reacción.
"En la muñeca. A ver, al día de hoy no se puede ver, pero aún queda algo. Pero es cierto que perdí la cabeza por un momento. Nunca hablo de eso porque en realidad fue un período corto y extraño de mi vida. Tienes que salir de eso", ha matizado Willow para restar importancia a aquel episodio.
Por duro que le resulte al matrimonio, escuchar lo doloroso que fue para su hija lidiar con la popularidad que acarrea su apellido, la libertad que siempre les han otorgado para expresarse con franqueza en ese sentido les ha ayudado a ser mejores padres.
"Recuerdo que bajamos y de repente vimos que se había rapado la cabeza. Se había rapado la cabeza en medio de su gira 'Whip My Hair', no lo podía creer. Pero al mismo tiempo, me dije: 'Bueno, ahora lo entiendo. No voy a volver a meterte en este tipo de problemas jamás. '. Para mí, fue como si todo ese tiempo no hubiera prestado atención a lo que le estaba ocurriendo emocionalmente a esa pequeña y maravillosa criatura justo bajo mi mirada. Fue la primera vez que sentí que el traje de padre que había estado llevando todo este tiempo se caía y me quedaba pequeño", se sinceró Will en el documental de Jay-Z 'Footnotes of Adnis'.