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La cofradía 29 era una suerte de élite o club social formado por los días 29 de cada año (29 de enero, 29 de Marzo, 29 de abril, etc.) Estaban convencidos de que cada día del calendario, en un tiempo mítico antiquísimo, había sido una persona de carne y hueso, y cada mes representaba un territorio rico en ciertos minerales y recursos. Lo que había hecho el santoral católico al nombrar un santo por cada día, era simplemente un gesto reflejo que pretendía emular inconscientemente lo que había tenido lugar de manera efectiva antes del tiempo. Así pues, el 29 de febrero primigenio había vivido y gozado de salud envidiable durante muchos años, hasta que fue encontrado muerto en misteriosas circunstancias. Desde entonces, solamente aparece su fantasma, el cual tarda casi 4 años en reunir la fuerza y energía fechal necesarias para materializarse en forma de día entero, tal como lo fue en vida. Solo puede presentarse con frecuencia/periodicidad limitada y de manera incompleta. Pocos saben que los 29 de febrero constan apenas de 21 horas, hecho que la mayoría de los calendarios se apresuran a ocultar y a tergiversar para no despertar sospechas.
Todos los demás 29s estaban convencidos de que la muerte violenta de su homónimo febreruano, lejos de catalogarse como accidental, había sido producto de un complot orquestado por los 28 días restantes del mes. Febrero, como mes/territorio rico en materiales místicas, esotéricas, energéticas y etéreas (lo que explica que tantos acontecimientos relevantes tengan lugar en ese mes, a pesar de su tímida extensión), ha presentado siempre disputas entre sus habitantes, contiendas para acceder a porciones cada vez más grandes de ese pastel precioso, lo que explica que también sea el mes donde más muertes violentas se producen y en consecuencia, el que menos días ostenta. (Otra columna del autor, sobre el cine de superhéroes).
Y es viable pensar que así como hubo un 29 (en forma fantasmagórica actualmente) también pudo haber un 30 y un 31 que fueron eliminados también. En alguna época remota, tanto 30 como 31 tuvieron forma fantasmagórica bisiesta (FFB) pero al agotarse su energía empezaron a aparecer con menos frecuencia y menos cantidad de horas en cada incursión, hasta que se desvanecieron definitivamente, como lo hará el propio 29, dejando a 28 en el punto de mira de los conspiradores. Es posible que el patrón de desaparición se repita con los demás días, de manera que quede sólo 1 de Febrero en pie de lucha. En ese caso, 1 de Febrero se quedaría con todos los recursos del mes para él solo y la ausencia de convivencia con otros, podría llevarlo a la megalomanía, a albergar ambiciones colonialistas/expansionistas, a interesarse por los recursos de los meses/territorios aledaños. Así pues, los demás 29s del calendario sienten que por solidaridad y compromiso de homónimos y también por el bien de su propio mes huésped, es su obligación atentar contra febrero como mes/territorio tóxico, tan venenoso como para generar que sus habitantes conspiren y se eliminen mutuamente, por pura neurosis, por pura ambición de quedarse solos.
Se dice que La Cofradía hizo varios atentados exitosos que consiguieron eliminar a varios nefastos y a otros tantos potencialmente peligrosos. No obstante, los sustitutos asignados por la Comisión Nominal Internacional, sin importar la limpieza de su historial previo, terminaban corrompidos por sus compañeros o por la toxicidad atmosférica del mes mismo. Era necesario entonces eliminarlos a todos de un solo golpe ya que las reuniones bisiestas ofrecían la oportunidad de congregarlos. También había que hacerlo así ya que no podía saberse con seguridad quién era el auténtico líder, el verdadero Primero de Febrero. Según los informes de inteligencia, los febreruanos intercambiaban roles permanentemente. Primero podría ser Siete, Doce o cualquiera que mediante la figura del testaferrato le estuviera proporcionando cobertura al líder para no despertar sospechas. Lo mejor era atentar contra todos.
* Realizador y analista audiovisual, Magíster en Escrituras Creativas
Extra con parlamento en "Con Ánimo de Ofender" (serie web).
Crítico de cine en El Espectador.