El bioparque queda en la base del cerro Majuy, que fue afectado por un enorme incendio hace 10 años. Gracias a la gestión de Iván Lozano, la vegetación original reverdeció y más de 50 especies de aves volvieron a habitar el lugar. Proyecto nominado en Titanes Caracol 2018 en la categoría de Sostenibilidad Ambiental.