Montevideo:¡monumental!
La capital de Uruguay es uno de los destinos más apasionados del Cono Sur.
Redacción Buen Viaje
Montevideo tiene algo único en el mundo para los amantes del fútbol y es que en el Estadio Centenario, la casa de la selección charrúa, se jugó la primera final de un mundial de fútbol, en aquel 1930. Una visita a ese templo deportivo que se debe acompañar del recorrido por el Centro Histórico de la ciudad con la foto infaltable en el monumento Artigas, luego, un recorrido por la zona de Carrasco, una de las áreas donde viven algunas de las personas más adineradas de todo el Cono Sur y, al final, un paso airado por las playas de Pocitos y Ramírez, dos de las más bellas del continente.
El viaje perfecto inicia en Buenos Aires, porque atravesando el Río de la Plata, a dos horas en barco, los turistas arriban a este majestuoso destino que también es conocido como el puerto natural de América Latina. Allí hay que ir al Mercado del Puerto, donde preparan algunas de las mejores parrilladas del país, se compran las artesanías más exóticas y se escucha la música más tradicional de Montevideo.
Como Barcelona, esta parte de Uruguay también tiene su propia Rambla y allí la magia costera se vive de día y de noche gracias a los paradores de playa que hay cada ciertos kilómetros. Es una vista hermosa hacia el Río de la Plata.
Luego hay que ir a la Plaza de la Independencia, desde donde se observa la entrada a la ciudad vieja, pasar por el Teatro Solís y el auditorio Sodre. Y para complementar, un paseo por el Jardín Botánico, donde se es fácil descansar del ruido que produce la agitada Montevideo.
Pero sin duda, uno de los espacios que no se debe dejar de visitar, son las playas de Pocitos, esas que se dicen están enmarcadas por una vasta serie de edificios que “quieren tocar el cielo e ingresar al mar”. Allí, además de tener una de las vistas más deslumbrantes de Montevideo, hay un sinnúmero de restaurantes que le entregan a propios y a extraños lo mejor de sus carnes. Se ha convertido en un espacio ideal para ir de compras gracias a las tiendas del más alto nivel que están presentes y se cuenta que fue precisamente por el comercio que se le dio más estatus a la zona y se le convirtió en el lugar más visitado por los turistas que dan a Pocitos una mayor independencia del centro de la ciudad.
En Punta del Este...
Si está en Montevideo, no deje de ir a Punta del Este, uno de los lugares más hermosos de Suramérica. Allí se encuentran playas de río como oceánicas y es catalogado el Cancún de los sureños, cuenta con los balnearios más exóticos del país y se practican todos los deportes, entre ellos el surf y el golf. Algunas de sus construcciones son reflejos de edificaciones europeas que gozan de un glamour excepcional, con diseño y buen gusto.
Montevideo tiene algo único en el mundo para los amantes del fútbol y es que en el Estadio Centenario, la casa de la selección charrúa, se jugó la primera final de un mundial de fútbol, en aquel 1930. Una visita a ese templo deportivo que se debe acompañar del recorrido por el Centro Histórico de la ciudad con la foto infaltable en el monumento Artigas, luego, un recorrido por la zona de Carrasco, una de las áreas donde viven algunas de las personas más adineradas de todo el Cono Sur y, al final, un paso airado por las playas de Pocitos y Ramírez, dos de las más bellas del continente.
El viaje perfecto inicia en Buenos Aires, porque atravesando el Río de la Plata, a dos horas en barco, los turistas arriban a este majestuoso destino que también es conocido como el puerto natural de América Latina. Allí hay que ir al Mercado del Puerto, donde preparan algunas de las mejores parrilladas del país, se compran las artesanías más exóticas y se escucha la música más tradicional de Montevideo.
Como Barcelona, esta parte de Uruguay también tiene su propia Rambla y allí la magia costera se vive de día y de noche gracias a los paradores de playa que hay cada ciertos kilómetros. Es una vista hermosa hacia el Río de la Plata.
Luego hay que ir a la Plaza de la Independencia, desde donde se observa la entrada a la ciudad vieja, pasar por el Teatro Solís y el auditorio Sodre. Y para complementar, un paseo por el Jardín Botánico, donde se es fácil descansar del ruido que produce la agitada Montevideo.
Pero sin duda, uno de los espacios que no se debe dejar de visitar, son las playas de Pocitos, esas que se dicen están enmarcadas por una vasta serie de edificios que “quieren tocar el cielo e ingresar al mar”. Allí, además de tener una de las vistas más deslumbrantes de Montevideo, hay un sinnúmero de restaurantes que le entregan a propios y a extraños lo mejor de sus carnes. Se ha convertido en un espacio ideal para ir de compras gracias a las tiendas del más alto nivel que están presentes y se cuenta que fue precisamente por el comercio que se le dio más estatus a la zona y se le convirtió en el lugar más visitado por los turistas que dan a Pocitos una mayor independencia del centro de la ciudad.
En Punta del Este...
Si está en Montevideo, no deje de ir a Punta del Este, uno de los lugares más hermosos de Suramérica. Allí se encuentran playas de río como oceánicas y es catalogado el Cancún de los sureños, cuenta con los balnearios más exóticos del país y se practican todos los deportes, entre ellos el surf y el golf. Algunas de sus construcciones son reflejos de edificaciones europeas que gozan de un glamour excepcional, con diseño y buen gusto.