
Este proyecto pionero no solo desafía los límites de la interpretación musical tradicional, sino que también abre un espacio accesible que combina el canto, la actuación y el lenguaje de señas.
Foto: Lina Paola Gasca Martín
Ana María Martín no supo que era sorda hasta que entró a la universidad. En su infancia, sufrió de varios problemas en sus oídos. En el proceso de encontrar la causa, perdió la capacidad para escuchar en su oído derecho, y el izquierdo le funciona en un 40 %. Su madre y su hermana también tienen discapacidad auditiva, pero la de Ana María es la más notoria.
Creció pensando que no tenía ninguna condición. A veces se daba cuenta de que escuchaba menos que el resto de las personas, pero no tenía con qué comparar, así que lo normalizó. “Creo que...
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