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“¡La música transforma! Hacerla, permite un balance perfecto entre la posibilidad de crear una libertad de expresión única, como una huella individual que no puede replicarse y a la vez funciona como un puente de unificación con otras personas”. Ana María Patiño Osorio, directora.
Este 29 de junio, los expatriados que han encontrado en Medellín un lugar para crecer, crear y transformarse, se conectarán con la Orquesta Filarmónica de Medellín durante su Temporada, en un emocionante concierto que presenta la riqueza musical latinoamericana y europea. La presentación contará con la batuta de Ana María Patiño-Osorio, una de las directoras latinoamericanas más prometedoras de su generación.
El público podrá disfrutar un concierto en dos momentos. Primero, el momento de conexión con los músicos búlgaros y venezolanos de Filarmed, que han encontrado en la ciudad un hogar para crecer, inspirarse creativamente y ampliar sus oportunidades artísticas. Luego, el concierto presenta la Obertura Leonora n°. 3 de L. van Beethoven, la Sinfonía n°. 8 de Dvořák y el Concierto para congas y orquesta de Carlos Medina con la participación del percusionista John Fredy Rojas “Chikipercusion” y la dirección de Ana María Patiño Osorio.
Así como la música clásica es acogida y apreciada en Medellín, la ciudad es un destino ideal para expatriados que buscan calidad de vida, crecer y crear. “Con su clima agradable, creciente diversidad cultural, y oportunidades de emprendimiento y educativas, Medellín ofrece un entorno diverso, estimulante y enriquecedor para nuevas experiencias”, Rick y Carolynn Johnson, expatriados.
“Vivir lejos de mis seres queridos es difícil, pero me da una fuerza increíble para creer en mi trabajo y hacerlo lo mejor posible. Hacer música en otros lugares es un honor, llevando conmigo el amor por mi país y las personas que amo. Ser colombiana y latinoamericana me da una fuerza increíble para creer en mis sueños y luchar por mi voz”, dice Patiño
La directora, que actualmente vive en Suiza, habló con Filarmed sobre sus sueños y el futuro de la música.
¿Cuáles desafíos enfrenta y qué contribuciones hace a la diversidad cultural a una persona que vive en otro país?
Irse de casa siempre es difícil y vivir con nostalgia es muy duro. A menudo sentimos que no tenemos un lugar al que llamar “casa”, pues dejamos una parte de nosotros y encontramos otra afuera. Mi casa siempre será Colombia, y enfrentar las adversidades como migrante es clave para el crecimiento personal. Ser artista y persona están conectados; nuestras experiencias enriquecen tanto nuestra vida personal como nuestra música.
¿Qué opina sobre la importancia de la diversidad en la música y cuál es su visión sobre el papel de la mujer en la dirección de orquestas?
La diversidad en la música es indispensable; debemos derrumbar los muros de discriminación y promover la libertad de creación sin restricciones por la identidad de los artistas. Es inspirador ver más directoras en el pódium hoy en día, pero, aunque hemos progresado, aún queda mucho por hacer. En muchos lugares, las directoras aún enfrentan barreras que les impiden realizar su trabajo. Nuestra responsabilidad es inmensa, ya que el camino hacia la igualdad aún no ha terminado.
¿Qué expectativas tiene al dirigir de nuevo a Filarmed? ¿Con qué se encontrará el público en esta oportunidad?
¡Estoy muy feliz de regresar después de varios años a trabajar con Filarmed! Le tengo un cariño inmenso a los músicos y me siento muy emocionada de trabajar con la orquesta de nuevo. Mi mayor deseo es que disfrutemos muchísimo la semana y compartir con un público que adora nuestra pasión y trabajo sincero. Además, será mi debut en el Teatro Metropolitano y dirigir allí ha sido un sueño que he tenido desde siempre.