La forma de conocer la esencia de un músico es, tal vez, siendo testigos del momento en el que entran al estudio de grabación. Allí, a partir de sonidos y voces, crean piezas musicales que en ocasiones se convierten en éxitos, otras veces solo suenan un par de semanas en la radio local y algunas nunca llegan a ser lanzadas. No fuimos testigos del proceso creativo detrás de éxitos de salsa choke de Junior Jein como Soltero en Navidad o Mal no me va, o de esas canciones que, aunque grabadas, nunca salieron al mercado, pero Ángel Castro, su productor, sí.
Su nombre de pila es Alexis Castro Solís, pero así solo llaman sus familiares más cercanos. Para amigos y colegas, él es Ángel o el Capi. Nació en Guapi, Cauca, “el municipio más alegre del Pacífico sur”. Allí creció en medio de la cultura y tradición musical de su pueblo. A los once años empezó a hacer música, lejos de la marimba de chonta y del cununo, exploró géneros como el hip hop y el reguetón. Cuando tenía catorce ya era productor de música urbana.
Con las ganas de hacer música y un computador, que por aquellos días era su aliado para producir, llegó a Cali. Empezó a estudiar y a vender frutas, pero no dejaba de lado la producción. Uno de sus hermanos, que era gestor cultural y tenía un grupo de danza, le pidió crear un ritmo con el que pudieran bailar. Así fue cómo surgió la canción Ciudad de ensueño. Luego crearon Rap Folklore, una agrupación que mezclaba hip hop, dance hall y música tradicional del Pacífico.
En el proceso conoció a varios músicos y productores que hoy son muy conocidos. Uno de ellos fue Junior Jein. Aunque lo había visto varias veces en las calles de su barrio fue en 2008 cuando pudo conversar con él en una discoteca de Cali, mientras Ángel promocionaba una de sus canciones. “Él estaba con DJ Piro y varios amigos, terminamos sentados en la misma mesa y fue una conversación muy casual”.
Ángel Castro exploraba con sonidos del hip hop y R&B, y se encontró con que era un género difícil de comercializar. “En ese momento ya había uno o dos artistas que habían explorado la salsa urbana y yo dije voy a hacerlo a mi modo”. Lo que hizo fue proyectar el R&B en un ritmo de salsa, de allí salió Se vale tó, canción que fue relanzada junto a El Dek y Junior Jein hace cuatro años.
En 2012 logró el sueño de ganar en el Petronio Álvarez. Con Rap Folklore tocó Kilele, Ciudad de ensueño y Bunder, en Modalidad libre. Como ganadores, asistieron a un concierto en Caracas (Venezuela). En ese vuelo, conoció a Junior Jein formalmente. “Hablamos mucho en ese viaje, él se interesó en lo que yo producía y me dijo que debíamos hacer algo juntos”, recuerda.
Y así lo hicieron. La primera canción que Castro produjo para Junior Jein fue Carulla, una salsa choke que aunque nunca salió sirvió para que Jein tomara la decisión de hacer su transición hacia ese ritmo con Ángel como productor. “En ese momento Junior había sacado temas muy salseros como Si yo fuera negro y Dominó, y buscaba reinventarse y eso fue lo que hicimos”. En 2014 lanzaron su primera canción juntos, El original, un tema con aires de reggae que lo hace muy emotivo, donde Junior hizo un homenaje a toda su familia.
Fueron de los primeros en hacer salsa choke y trap pacífico con canciones como Niche panda, Mi compa y yo, Yo vivo así y La tercera cita. Castro asegura que su relación con Jein siempre estuvo llena de respeto y confianza. “Él me daba total libertad en la producción de las canciones, en ocasiones armaba la estructura, dónde iban el coro o las estrofas, pero en musicalidad y ritmos me decía: “Hágale y me escribe cuando ya esté en marcha”.
Reinvención es la clave de la evolución de los géneros que músicos como Ángel Castro, Jiropi (de Tumaco) y Junior Jein han explorado. Antes de la ola de reguetón se escuchaba mucho el Mequembao’o reboteo, una mezcla de hip hop con claras influencias norteamericanas, pero también del reggae en español y la música panameña. De este género salieron canciones como Puro vacilón de Junior Jein, hace catorce años.
Luego llegó una ola de reguetón influenciada por artistas boricuas como Franco el Gorila y Jowell y Randy. En el Pacífico le llamaron perreo y fue adoptado por agrupaciones como Son de AK, Cazadores y el mismo Junior Jein.
Cuando llegó la salsa urbana no tuvo mucha continuidad porque pronto apareció la salsa choke, género que explotó a escala nacional durante el Mundial de Fútbol de Brasil (2014), luego de que los futbolistas del Pacífico colombiano celebraran sus victorias bailando canciones como la recordada Ras tas tas de Cali Flow. Hoy en día la salsa choke evoluciona y se está mezclando con funk brasileño y cumbias. Después llegó el trap pacífico, que surgió en el suroccidente del litoral, la velocidad es mayor que la del trap normal y la forma de cantarlo es muy particular gracias al dialecto.
Hace tres semanas se lanzó La recompensa. Una canción póstuma de Junior Jein que fue producida por el cantante y productor timbiqueño Jossman, que podría representar el inicio de una nueva corriente musical en el Pacífico. La canción explora el naciente género mexicano, “corridos tumbados” en una mezcla con trap pacífico. Jossman, quien ya había producido canciones para Junior Jein como Reggaetonera y La pecosa, cuenta que fue Junior Jein quien lo llamó y le propuso incursionar en este género.
“En mayo nos encontramos en mi estudio en Cali y grabamos instrumentos en vivo como guitarras, guitarrón, trompetas que complementamos con sonidos sintéticos como violines y cuerdas. Durante la grabación surgieron ideas de la puesta en escena del video y eso nos tenía muy emocionados”, asegura.
Junior alcanzó a escuchar una de las maquetas finales de la canción y visionaba lanzar un álbum completo con temas de este nuevo género musical, siempre buscando la proyección de su amado flow pacífico.
Es justamente ese ideal el que quiere mantener Ángel Castro. Afirma que la música ha inspirado a muchos que no tienen opciones, sino el mal camino, a cambiar de mentalidad. Por eso, a pesar del dolor que hoy deja la pérdida de un amigo y maestro, quiere seguir.
Quiere producir un álbum de dance hall y afro beat con sonidos del Pacífico, que tengan la esencia de lo que hacía junto a Jein. Recientemente lanzó en su canal de YouTube la canción Amigo, donde explora su faceta de cantante y realiza un homenaje para conmemorar la unión junto al “Caballo”, como le decían a Jein. Un recorrido que dejó muchas canciones que nunca salieron y hoy Castro atesora como un recuerdo que servirá para mantener vivo el legado musical del artista asesinado en Cali.
*De la Fundación Color de Colombia.