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Diles que tú eres mía, mía/ Tú sabes que eres mía, mía/ tú misma lo decías/ cuando yo te lo hacía”. Con esa frase, el cantante puertoriqueño Bad Bunny y el norteamericano Drake se metieron en todas las discotecas a medidados de este año. La canción, como otras del cantante de trap, fue criticada por su visión machista de las relaciones románticas.
No está claro si fue como respuesta a esas críticas, Bad Bunny acaba de lanzar “Solo de mí”, una canción en la que Bad Bunny contradice completamente aquello que cantaba meses atrás. Con frases como “como no me vuelvas a decir bebé/ yo no soy tuyo, ni de nadie, yo soy solo de mí”, Bad Bunny prendió el debate en redes.
No solo es la canción. El videoclip del mismo muestra a una mujer cantando la letra, mientras moretones y snagre aparecen en su rostro, como una forma de demostrar la violencia de la que son víctimas miles de mujeres cada día.
Y es que solo en Colombia, una mujer es violada cada 28 minutos. A noviembre de este año, se habían registrado 103.481 casos de violencia de género, entre las que se destaca la violencia perpetrada por la pareja con 35.894 casos, seguida de la violencia intrafamiliar con 33.372 casos. Es decir, 3,5% más denuncias que el 2017. (Puede interesarle: Aumentan los casos de violencia de género en Colombia)
Cuando el cantante presentó la canción en sus redes sociales, escribió un mensaje en el que explícitamente denunciaba la violencia de género. “Sé que habrán muchas opiniones, pero yo solo les digo que por algo se empieza, y cada cual hace su parte como cree que pueda. NO QUEREMOS NI UNA MUERTE MAS! Respeta la mujer, respeta al hombre, respeta al prójimo, respeta la vida! MENOS VIOLENCIA, MAS PERREO! (Y SI ELLA LO QUIERE, SI NO DÉJALA QUE PERREE SOLA Y NO LA JODAS)”, escribió Bad Bunny.
Sus fans aplaudieron la canción, que consideraron un cambio de rumbo para el cantante, que acaba de lanzar su primer álbum de estudio “X 100PRE”.
No obstante, hay quienes criticaron el sencillo, pues lo consideran “purple washing”, un término que se usa cuando empresas, artistas o productos buscan ser reconocidos como “feministas” con el único fin de mejorar sus ventas.
Reggaetón y feminismo: una discusión bizantina
Lo cierto es que Bad Bunny, y el reguetón en general, han sido duramente criticado por el contenido sexista de sus letras. No obstante, el problema de las letras machistas no es exclusivo de este género. Desde las rancheras, pasando por el vallenato, el rock o las aparentemente inofensivas baladas, el machismo hace parte de la cultura.
Para feministas como Catalina Ruiz-Navarro, el reggaetón no necesarimente es sometimiento. Como explicó en marzo pasado, “en algún momento (y probablemente gracias al cristianismo) se nos olvidó que la sexualización no siempre es sometimiento. En nuestra cultura latina muchas veces "hacerse respetar" equivale a desexualizarse, ser profesional muchas veces equivale a ser recatada, y para que los hombres no te objeticen debes hacerles creer que no eres un ser sexual”, escribió en la revista i-D.
“En un contexto cultural en el que las mujeres solo podemos hablar de sexo de manera solapada (diciendo "hacer el amor" y otras cursilerías) el perreo es uno de esos paréntesis en donde mujeres de todas las clases, colores y pudores se dan permiso de ser seres sexuales”, continuó.
Si bien no está claro si Bad Bunny se convertirá en aliado del feminismo, lo que sí está claro es que el debate en torno al género y reggaetón seguirá dando mucho de qué hablar.