La música llamada como metal no existía en 1970. Fue entonces cuando cuatro jóvenes músicos provenientes de la zona industrial de Aston, decidieron cambiar el panorama haciendo un sonido denso, pesado y cargado de un aura tan psicodélica como sombría. Su primer disco, “Black Sabbath”, parte con una canción homónima interpretada a manera de tritono, también conocido como “el intervalo” del diablo, y cuya letra habla de una presencia oscura que encuentra en el protagonista a su elegido para ir a los infiernos.
La grabación fue poco valorada por los críticos de revistas como Rolling Stone y el apoyo radial fue exiguo, sin embargo, encontró un público tanto en el Reino Unido como en los Estados Unidos. Era cuestión de descubrir la voz espectral de Ozzy Osbourne, los acordes sísmicos de la guitarra de Tony Iommi y el galope escalofriante en bajo y batería de Geezer Butler junto a Bill Ward. Aquello bailaba lejos de lo que estaban proponiendo entonces The Who, Pink Floyd e incluso Led Zeppelin.
Alimentados por el cine de horror, la guerra de Vietnam, y cierto desdén hacía la generación hippie del amor libre, los cuatro músicos reafirmaron su talento con “Paranoid”, un segundo álbum más exitoso que su antecesor. Allí se incluyen temas como ‘Paranoid’ junto a ‘Iron Man’, verdaderos clásicos del heavy metal que se espera que la banda interprete este sábado 5 de julio en el que será su canto del cisne ante un abarrotado estadio llamado Villa Park.
Las entradas del concierto de carácter benéfico se agotaron en tan solo 16 minutos. Por consiguiente, un streaming oficial se puede adquirir por 60 mil pesos sino se quiere perder detalle de un show ambicioso. La transmisión partirá a las 9 a.m. hora de Colombia y se extenderán hasta ya caída la tarde.
Cantantes como Steven Tyler de Aerosmith, Jonathan Davis de Korn o Billy Corgan de Smashing Pumpkins cantarán como parte de dos supergrupos conformados por otras figuras del rock y el metal. Será una absoluta maratón de decibeles por parte de leyendas. La presentación estará a cargo del actor Jason Momoa (Aquaman).
Black Sabbath se retira ante los serios problemas de salud que afectan a Osbourne de 76 años de edad desde hace un buen tiempo. Mal de Parkinson, varias operaciones en su cuerpo, y los excesos en los que se vio envuelta su meteórica carrera le llevaron a cancelar su muy anunciada gira de despedida.
Ahora, con bastante esfuerzo y sentado desde un trono, el apodado como “Madman”, cantara unas pocas canciones para la eternidad. Agrupaciones como Metallica, Pantera, Anthrax, Tool o Mastodon —muy marcados por el legado de Sabbath en sus carreras— calentarán motores con shows cortos para prepararnos para la despedida por la puerta grande.
No cabe duda de que el cuarteto en retiro patentó el metal. Mencionar las conexiones de sus canciones con el surgimiento de una serie de corrientes y subgéneros de la música pesada nos tomaría varios capítulos. Fue con producciones como “Master of Reality” (1971), “Vol. 4” (1972) o “Sabbath Bloody Sabbath” (1976), que su estilo exploró un gran panorama de distorsión, melodía e incluso experimentación de la que tomaron nota incontables artistas.
Aunque Osbourne se marchó del grupo a finales de los setenta por sus problemas de adicciones, su carrera solista fue arrasadora durante los ochentas y noventas. Fue precisamente en esta última década donde retornó a Black Sabbath con una serie de actuaciones de reunión que agotaron boletería. Al margen su esposa y manager, Sharon Osbourne, creó el Ozzfest, un evento itinerante con la participación de las principales bandas de metal que se paró frente a frente con festivales como Lollapalooza en cuanto a asistencias y ganancias.
En el 2013, Black Sabbath grabó el que sería su último álbum de estudio, “13”. El trabajo puso una vez más la voz de Ozzy sobre los riffs musculares de Iommi y los lanzó a una gira mundial. Ese mismo año la banda tocó en Bogotá, con un sólido espectáculo en el Parque Simón Bolívar. Dos años antes en el mismo lugar, Ozzy debutó con su súper banda de soporte.
La carrera solista de Osbourne gozó de triunfos como ‘No More Tears’, ‘Crazy Train’, ‘Mama I’m Coming Home’ y ‘Dreamer’, entre tantos otros. Este sábado el artista se reunirá con músicos como Zakk Wylde, Robert Trujillo o Mike Bordin, con los que grabó discos de oro. Un corto set de sus clásicos en calidad de solista será tan nostálgico como potente.
Ozzy y Black Sabbath: un vínculo especial
La relación entre Ozzy y la agrupación Black Sabbath tuvo varias altas y bajas. El grupo grabó varios discos con otros vocalistas como lo fue el impresionante Ronnie James Dio, a su vez cantó Glenn Hughes, Ian Guillan y Tony Martin, pero ninguno fue tan carismático ni registró tantos clásicos como Osbourne.
Este reencuentro final será especial. La explosiva conjunción de cuatro músicos que más allá de las modas, los giros de la industria discográfica y los obstáculos de la edad, siguen acaparando la atención de generaciones inspiradas por lo enorme y fascinante de sus creación. El heavy metal en sí mismo.
Datos del concierto
Inicio del show: 9:00 a.m.
Acceso: backtothebeginning.com