Caetano Veloso, la resistencia que se hace cantando
El artista brasileño sabe que ahora, como en los años 70, su música es una voz de protesta contra los gobiernos de extrema derecha, sobre todo en su país. Sigue en los escenarios, pero esta vez junto a sus hijos, con quienes comparte su legado.
Mónica Rivera Rueda
Volver a vivir fuera de Brasil no es una opción para Caetano Veloso. Al igual que en los años 60 y 70, sigue siendo la voz del tropicalismo, pero además ese canto de protesta contra la represión, la censura y ahora las tendencias conservadoras, machistas y hasta xenófobas que profesa Jair Bolsonaro.
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Volver a vivir fuera de Brasil no es una opción para Caetano Veloso. Al igual que en los años 60 y 70, sigue siendo la voz del tropicalismo, pero además ese canto de protesta contra la represión, la censura y ahora las tendencias conservadoras, machistas y hasta xenófobas que profesa Jair Bolsonaro.
Su posición siempre la ha dejado clara. No se ha apartado de la escena musical ni de la política y, de hecho, ha sido crítico y severo en analizar las políticas que se implementan en su país, no sin antes, como lo escribió para The New York Times, asegurar que es una lucha que no dejará de dar, pues en el exilio ya vivió y “quiero que mi música, mi presencia, sean una resistencia permanente ante cualquier rasgo antidemocrático que pueda surgir”.
Sin lugar a duda, Caetano Veloso es uno de los grandes cantautores del último siglo. Comenzó en la música acompañando a su hermana Maria Bethânia, también intérprete, en Río de Janeiro y pronto con su talento logró grabar su primer álbum: Domingo.
Pero, el mayor reconocimiento lo consiguió con el disco Tropicalia, que dio origen a una nueva ola de la música brasileña que fusionaba la música tradicional de Bahía y el fado portugués con la bossa nova, el rock ‘n’ roll y la psicodelia.
Mientras su carrera crecía, a la par en Brasil se daba un vuelco político. Exactamente hace 55 años, un golpe de Estado tumbó al presidente brasileño João Goulart, lo que dio pie para que se instaurara una dictadura militar que perduró hasta 1985.
En medio de su lucha en busca de elecciones libres fue encarcelado junto a otros estudiantes, escritores y periodistas. Aunque asegura que ninguna de las personas con las que compartió celda fue torturada, “por las noches escuchábamos gritos. Tal vez eran presos políticos sospechosos de tener vínculos con grupos de la resistencia armada, según el Ejército, o quizás eran simples jóvenes pobres a quienes habían atrapado robando o vendiendo droga. No he podido olvidar esos sonidos”.
Tras salir de la cárcel prefirió huir y vivir en el exilio en Londres, donde se dedicó a componer para artistas como Elis Regina y grabó el disco Caetano Veloso, seis canciones en inglés, dedicadas a su país y lo que extraña de él: “I do not want to stay here / I wanna to go back to Bahia”.
Vestido de revolución, como lo canta en Proibido o Carnaval, ahora con 76 años, se sube al escenario igual de empoderado que lo hacía en esa época. La llegada de Bolsonaro al poder no ha sido más que una alerta para él de que ahora, más que nunca, debe salir a dar su opinión y qué mejor que hacerlo por medio de la música.
Hace poco, desafiando precisamente las decisiones que ha tomado el mandatario de su país, ha publicado en sus redes sociales una lista con música de resistencia contra Bolsonaro, junto a la frase: “Atención. Todo ahora es peligroso. Pero todo es divino maravilloso. Atención al refrán: hay que estar atentos y fuertes, no tenemos tiempo de temer la muerte”.
También se ha mostrado en contra de afirmaciones como la que hizo la ministra brasileña de la mujer, Damares Alves, quien aseveró que las niñas deben ir de rosa y los niños de azul. Veloso apareció en público con una camiseta rosada, en la que se leía “Proteja a sus amigos”, con lo que se hizo más que viral en redes sociales.
No está solo, pues ahora comparte escenario con sus tres hijos: Moreno (de 47), Zeca (de 27) y Tom (de 22), quienes no solo heredaron el gusto por la música, sino además el legado que hace que siga siendo tan vigente la música tradicional brasileña que con orgullo canta Caetano Veloso.
“Quiero cantar con ellos porque es símbolo de celebración y felicidad; actuar hace unos años por primera vez con Moreno es de las cosas más bonitas que me han pasado nunca”, aseguró al anunciar la gira por la que estará no solo en el festival Lollapalooza, en Chile, sino, además, a mitad de año, en Estados Unidos y Europa.
En tarima son los cuatro, en un formato acústico en el que cada uno se apodera de su guitarra y su voz. Para Caetano Veloso este formato bajo el cual presentan Ofertorio, una serie de sus más grandes éxitos y nuevas producciones, es la mejor forma de mantener a su familia cerca, pero también de conservar vivo su legado musical y seguir siendo la resistencia contra los gobiernos de extrema derecha que se comienzan a destacar en la región.
Con su música Caetano ha sido inspiración no solo para músicos brasileños sino para muchos en la región, por lo que ahora su meta más próxima es dejar en manos de sus hijos ese legado, pues ya sea desde el tropicalismo o desde la electrónica, género en el que se desenvuelve su hijo menor, siente que es necesario llevar un mensaje, tener un fin y, en resumen, hacer resistencia.