“Canta Llano”: cuando la música llanera se viste de gala


Son palabras de Emmanuel Briceño, hijo del cantautor, letrista y arreglista colombiano Arnulfo Briceño. “Mis primeras clases de música me las dio mi papá. Gracias a él empecé a estudiar violín en el Conservatorio, pero, aquí entre nos, no seguí tomando clases. Fue esencial, fue la piedra angular para poder edificar y construir todo lo que soy hoy. En mi familia la cultura musical es sagrada y es gracias al legado y la herencia de mi papá”.

Son palabras de Emmanuel Briceño, hijo del cantautor, letrista y arreglista colombiano Arnulfo Briceño. “Mis primeras clases de música me las dio mi papá. Gracias a él empecé a estudiar violín en el Conservatorio, pero, aquí entre nos, no seguí tomando clases. Fue esencial, fue la piedra angular para poder edificar y construir todo lo que soy hoy. En mi familia la cultura musical es sagrada y es gracias al legado y la herencia de mi papá”.

De su padre, que fue el compositor de canciones icónicas del folclor colombiano como “Amo”, “Canta Llano” y “Ay, mi llanura” (himno del departamento del Meta), heredó el amor por la música, los sonidos tradicionales y la esencia de un país que busca preservar esos sonidos que lo caracterizan. También es arreglista, como su padre, y ha trabajado con artistas como Juanes y Adriana Lucía.

Briceño tardó unos cinco años en materializar la manera de hacer un tributo a su padre y a la música llanera. Canta Llano, tributo a Arnulfo Briceño es el álbum con el que rinde homenaje al compositor.

El trabajo discográfico tiene las 14 canciones más representativas del cantautor, pero esta vez interpretadas por artistas como Fonseca, el Cholo Valderrama, Marta Gómez, Catalina Briceño, Álex Campos, María Rivas y Juanes, entre otros.

“La idea surgió después de la muerte de mi padre, el 11 de junio de 1989. Estamos hablando de casi 35 años. No habíamos encontrado ese canal apropiado para llevar a cabo un homenaje, no sabíamos muy bien cómo hacerlo o a través de quién. Muchos amigos productores se acercaron tratando de solucionar este problema que teníamos; sin embargo, gracias al paso del tiempo y después de tener un recorrido musical profesional, llegué a un punto en el que dije ‘este es el momento’”, comentó Emmanuel Briceño en entrevista para El Espectador.

El álbum tributo, además de enaltecer la obra de Arnulfo Briceño, contribuye a honrar y recordar la diversidad sonora de Colombia, su folclor y sus raíces mediante arreglos que mezclan los sonidos modernos, pero sin perder la esencia. Emmanuel no quería escoger artistas al azar, sino personas que tuvieran características únicas, especiales y que fueran relevantes para el género. Artísticamente, el disco ofrece una amalgama de posibilidades de interpretación entre lo tradicional y los sonidos contemporáneos, a través de una exploración de la música llanera.

Briceño cuenta que el proceso de elegir al artista fue diferente para cada canción. “Canta, Llano”, la primera canción del álbum, está interpretada por Esteban Louis y busca enaltecer lo más puro de la identidad llanera mediante la exaltación de una región que va más allá de las fronteras del país. “Con esta canción, el Llano se visualiza como una región única, cargada de su identidad cultural y musical”.

En el caso de “Siempre mujer”, que según dice es una canción introspectiva, profunda, con mucha poesía y sentimiento, pensó en Fonseca para interpretarla. “Hay muchas anécdotas bonitas alrededor de esta canción, la grabamos en su casa y él me decía: ‘Esto hay que hacerlo con un vaso de whisky’, se sentó y en tres tomas completas la grabó”, recuerda.

Para “Madre”, el cantautor buscaba una voz dulce y pura, que pudiera transportar a quien la escuchara a un sentimiento de niñez, como si estuviera hablándole a su propia madre, y la encontró en Marta Gómez. Así, poco a poco, el álbum fue tomando forma, con cada artista interpretando a su manera las canciones que Arnulfo Briceño dejó grabadas en la memoria de un país que lo recuerda con cariño, al igual que su familia.

Y por ese mismo cariño, Briceño quiso que “Ay, mi llanura”, además de ser la última canción del disco, estuviera interpretada por toda su familia. “Antes de ser himno del Meta, ‘Ay, mi llanura’ fue canción. Representó tanto la idiosincrasia del pueblo llanero que no puede tener el rostro de una persona, sino de muchas. Es una canción que representa para nosotros herencia, legado y amor por Colombia, el rostro de ‘Ay, mi llanura’ somos todos”.

Regrabar todas estas canciones implicó varios retos, entre ellos, preservar la esencia y la identidad de los sonidos. El arreglista cuenta que en el álbum todo el equipo quiso acercarse de la manera más respetuosa a las canciones originales, sobre todo a las que son de conocimiento popular, para darles una vigencia y llevarlas a un estatus de atemporalidad. Querían generar un nuevo discurso musical, modernizarlo y llevarlo a un plano más sofisticado.

“Volver a hacer las versiones originales no tiene sentido, la idea era poder reversionar las canciones de la manera más digna y elevarlas con una nueva interpretación, por eso están los invitados. Queríamos que fuera algo único y especial, por eso la música, siendo la misma, no es igual”.

Además del homenaje, Emmanuel Briceño tenía otro objetivo: darle una nueva vida al folclor. De esta forma, dice, por medio de los artistas que hacen parte de Canta Llano, nuevas generaciones se empapen de su herencia musical. “Pienso que todos los artistas, sin importar en qué género o en qué mundo se desenvuelvan, tienen raíces folclóricas que no pueden negar. Las generaciones nuevas tienen una inclinación por mirar hacia afuera, pero ahora con el internet es más profundo ese interés”, comenta el arreglista, quien considera que la globalización tiene parte de la culpa y atenta contra la identidad. “No tenemos que ser iguales, lo que somos como colombianos, nuestra esencia y nuestra identidad es algo que no podemos perder”.

Sobre Emmanuel Briceño

Emmanuel Briceño (1976), líder de este proyecto, es teclista, compositor, arreglista y productor colombiano, hijo de Arnulfo, quien desde temprana edad le fue inculcada la música como modelo y proyecto de vida, gracias a su padre.

Graduado como Maestro en música con énfasis en producción musical de la Pontificia Universidad Javeriana en 2002, es desde hace varios años, el director musical de la banda que acompaña a Juanes en sus giras, arreglos y sesiones, lo que lo ha consolidado como un compositor y arreglista de talla internacional. De esa forma, ha trabajado también para artistas como Adriana Lucia, y ha dirigido proyectos de la prestigiosa Orquesta Filarmónica de Colombia.

Fue nominado al Grammy Latino al Mejor álbum de Rock Latino o Alternativo por su trabajo en el álbum “Vida Cotidiana” de Juanes, así como el Grammy Anglo a Mejor Álbum Latino de Rock o Alternativo. Emmanuel, además, interpreta en este álbum la canción titulada “María”.