Deftones: un colectivo musical de amigos

La agrupación se presentará este 24 de mayo en la capital colombiana. Con una amplia carrera musical, sus integrantes se han convertido por medio de sus composiciones en la compañía de varias generaciones.

Redacción música
24 de mayo de 2018 - 10:04 p. m.
 La agrupación se presentará este 24 de mayo en la capital colombiana. / Cortesía
La agrupación se presentará este 24 de mayo en la capital colombiana. / Cortesía

Era 1988 y en Sacramento, California, se reunieron tres amigos: Stephen Carpenter, Abraham Cunningham y Camillo Chino Moreno. La intención era convocar en un solo latido la pasión que todos habían manifestado por la música. Así nació la banda Deftones, que años más tarde se convertiría, como los grandes amores, en una exploción de emotividad y un escenario inspirador para nuevos sonidos.  En otra porción del planeta, en Colombia, con tan sólo un año de edad se encontraba Lucas, un niño que tendría una adolescencia diferente en comparación a sus otros hermanos. Él escucharía Deftones. Él sería diferente.

Entre los múltiples mitos que se han generado alrededor de la creación de la agrupación, el más famoso quizá, sea el del accidente de Stephen Carpenter. Se dice que a él lo atropellaron mientras practicaba skateboarding (monopatinaje), y que durante su periodo de incapacidad utilizó su tiempo para aprender a tocar guitarra y básicamente reunir a unos viejos amigos para crear a Deftones. Sea o no parte de una anécdota real o ficticia, lo cierto es que la agrupación pasó de tocar en espacios reducidos como en viejos locales, hasta llegar a ser teloneros de Ozzy Osbourne, Korn y White Zombie.

Así Deftones fue creciendo mientras sus jóvenes oyentes lo hacían con ellos. “Yo conocí a Deftones cuando tenía 16 años. Estaba viendo MTV y después empecé a conseguir afiches, casetes, y luego CD. Los quería escuchar todo el tiempo. Era como si ellos dijeran lo que yo quería decir en un momento determinado”, cuenta Lucas, confeso fanático de la banda.

Con el tiempo, la banda recibió numerosas categorizaciones para poder ubicar su sonido. Se dijo desde que se trata de nu metal, hasta rock alternativo, música progresivo y hasta experimental. Por esa misma condición polifacética fue que Lucas, así como muchos otros colombianos, escogieron a la agrupación como parte de su banda sonora. Los integrantes de Deftones, al otro lado del mundo, con sus letras y sus mensajes sobre momentos de la vida, eran la mejor respuesta a las múltiples preguntas incongruentes que se formulaban entre amigos, mientras estaban al lado del radio y la música del colectivo estadounidense se posicionaba.

Ese deseo de ser como ellos, de sacar toda la energía que se veía en los videos, la ilusión de mover la melena, la ambición de tener el mismo estilo y una actitud similar hizo que Lucas y sus amigos crearan una banda, en la que la batería eran baldes y el instrumento más destacado era una vieja guitarra. 

Eran ellos, los jóvenes que conocieron la historia cuando Deftones ensayaba en el garaje de uno de sus fundadores y fueron ellos los que buscaron imitarlos ensayando en la terraza de Lucas, el fundador más intenso, el más gomoso. Fueron también ellos quienes imitaban los pequeños conciertos que se daban en Sacramento, California, sólo que no contaron con la suerte de hacerlo en pequeños locales, sino que el espacio óptimo era la casa de algún integrante, y esos toques no se llamaban del todo conciertos, más bien se les conocía con el nombre de Zafarranchos.

Deftones no era entonces para aquellos jóvenes, especialmente para Lucas, una banda que se escuchara una vez por semana. Deftones se convirtió en uno de los rituales que inventó para sobrevivir en cada momento de su vida. Sirvió entonces la agrupación como puente hacia el amor, como desamor, como esperanza, y hasta como un método para llenarse de valentía cuando ya no quería nada.

Mientras ellos crecían, otras de las bandas que acompañaban sus sueños en los afiches que tenían pegados en sus cuartos iban cayendo. Sus ídolos se fueron transformando con la fama y sus intenciones en la música no se escuchaban tan claro en comparación con Deftones, que en cada disco nuevo buscan que sus seguidores recuerden por qué los escogieron a ellos y no a otros.

Hoy Lucas tiene 31 años, un poco menos de lo que tienen los integrantes de la agrupación que tanto ama, pero aún siente que fueron ellos quienes le enseñaron a conocer el mundo por medio de la música, y aunque muestren una diferencia de edad, él siente y cree que creció a su lado. Ahora ya no tiene su banda, pero sí tiene la habilidad para pintar con sus manos las emociones que sus ídolos ponen de fondo en algunos de sus trazos mientras él los escucha expresarse con la misma furia que demuestran sus líneas, y logró entender que crecer no es otra excusa que asumir la realidad con diferentes años.

 

Por Redacción música

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