El acento colombiano del Cartagena XIV Festival de Música: Zahira Noguera

Ante los nombres masculinos, se erige como una de las dos cuatristas solistas que en el país se dedican a la música llanera.

Gerly Corzo Ramírez
12 de enero de 2020 - 02:00 a. m.
Zahira Noguera ha logrado construir una carrera sólida, lo cual le ha valido el poder reclamar su justo lugar dentro de la música. / Cortesía
Zahira Noguera ha logrado construir una carrera sólida, lo cual le ha valido el poder reclamar su justo lugar dentro de la música. / Cortesía

La presencia femenina en la composición e interpretación de la música llanera es aún muy precaria, sin embargo, este panorama poco a poco ha ido variando ante el innegable talento demostrado por artistas como Zahira Noguera, quien, ante los nombres masculinos, se erige como una de las dos cuatristas solistas que existen en el país. De padre santandereano y madre bogotana, esta mujer capitalina prueba que no es necesario ser originario de un territorio para sentir la música de dicha región. El joropo llegó a su vida por la influencia de su padre, el también músico Simeón Noguera, quién desde niña la animó al disfrute de estas sonoridades.

Comenzó con las maracas en el grupo familiar, en el que la hermana mayor interpretaba el cuatro, la del medio el arpa y su padre ejecutaba la voz, pero siempre sintió atracción por el instrumento de diapasón de cuatro cuerdas. “Recuerdo que cuando iba a la academia del maestro Luis Ariel Aguirre, que fue donde empecé a formarme, empezaba a tomar las clases de maracas y a lo lejos veía a los cuatristas y a mí siempre el cuatro me llamó la atención, pero me decían: usted es la maraquera, usted no puede tocar ese instrumento, déjelo ahí quieto y siga con sus clases de maracas”, comenta Noguera.

Entrada en la adolescencia, y a raíz del retiro de su hermana mayor de la música, la menor de las Noguera decidió apropiarse del instrumento que anhelaba, conoció el mundo del cuatro solista, al maestro Cheo Hurtado, y empezó a descubrir todas las posibilidades que ofrece el instrumento. Luego fue aceptada en la Academia Superior de Artes de Bogotá, de la Universidad Distrital.

“Mi relación con el cuatro fue como un amor a primera vista: desde que lo vi y lo escuché sentí una conexión fuerte que se da poco con otros instrumentos. Obviamente, los instrumentos del diapasón son de mi preferencia, pero el cuatro, por su sonoridad, por ser tan diferente, me atrapó desde que era una niña”.

Aunque el cuatro sea su instrumento principal, la versatilidad de Zahira Noguera no se queda ahí. También es una estudiosa e intérprete de la bandola. En 2015, tras haber ganado la convocatoria de Jóvenes Intérpretes del Banco de la República, decidió participar en la de Jóvenes Talentos del Cartagena Festival de Música, lo que representó un sueño: “Yo sabía que ese festival era muy importante y siempre soñaba estar ahí, pero también lo veía como una realidad en un mundo paralelo. Nunca pensé poder estar ahí”.

Con este camino recorrido y el futuro que sigue construyendo, esta artista trasciende en el mundo de la música folclórica y académica en Colombia, más cuando su trabajo responde al impulso de la creación estética y no a la efímera figuración comercial. Además, con su ejercicio rompe estereotipos de género en el universo de la música llanera y abre camino a las mujeres que encuentran en esta manifestación una posibilidad de crear y expresar.

Zahira Noguera ha logrado construir una carrera sólida, lo cual le ha valido el poder reclamar su justo lugar dentro de la música.

Por Gerly Corzo Ramírez

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