Se inventaron un mundo y nosotros les creímos. En 2008, Nick Littlemore y Luke Steele se juntaron para proponernos un sueño en el que todos podíamos vestirnos sin pensar en combinaciones de colores y bailar una electrónica mezclada con pop, new wave y rock. Al dormir, y antes de ellos, habíamos sido guerreros, centauros y reyes que se iban al despertar... Una canción llamada “Walking On a Dream” nos alentó a sacar nuestras máscaras tribales del inconsciente para bailar con ellas aquí, durante cualquier martes de oficina que huele al mismo café para sostener la rutina... Voluntariamente, nos dejamos gobernar por el imperio del sol. Por Empire of the Sun.
Antes de encontrarse, Littlemore y Steele ya tenían proyectos en marcha. El primero integraba el grupo de electrónica e indie llamado Pnau, y el segundo era el vocalista y principal compositor de la banda The Sleepy Jackson. A partir de 2008, y después del recibimiento del primer lanzamiento, jugaron con sus tiempos de producción y giras propias (música), de su intimidad (familias, amores, las otras vidas), y, como pudieron, se juntaron a componer, grabar y girar con su imperio.
Su primer álbum, “Walking On a Dream”, fue un éxito: al lanzarlo, muy pocos pudieron resistirse a las letras sobre un futuro construido con ilusión, pero también con nostalgia. Escuchamos “We Are The People” (“Somos la gente que controla al mundo / Una fuerza que corre en cada chico y chica”), el segundo sencillo de su debut, y comenzamos este viaje. Después lanzaron “Ice On The Dune”, en 2013, y “Two Vines”, en 2016.
Pero hasta a los imperios les afectó la pandemia. “Trabajamos durante 20 años y nos llegó el tiempo de apagar las computadoras y cubrirnos de lecturas para entender qué era lo que amábamos de esto. Fue un momento en el que todo se desvaneció, pero también nos conmovió la cantidad de personas que dependieron de la música para sobrevivir. Por ejemplo, un famoso diseñador tuvo cáncer y durante todo ese tiempo escuchó Empire. Y lo superó. Luego se acercó y nos agradeció por ser parte de la curación”, contaron para Billboard News.
Andrés Salazar, periodista musical y locutor de la emisora La X, habló para El Espectador sobre el estilo musical y estético del grupo, además de su regreso: “Yo diría que son rock electrónico. Al ser de esta categoría, pueden divertirse mucho con los sonidos. Un rock muy bailable. Es electrónica estridente, pero no corrosiva, no como una banda tradicional de rock. Me refiero a sus beats, a las mezclas, secuencias y los sintetizadores. Tienen un sonido muy rico porque pueden jugar, variar...”.
La última vez que los vimos en Bogotá fue en el Castillo Marroquín, el 20 de noviembre de 2015. Hace nueve años no teníamos novedades, y esta vez, durante el último día del festival, nos volveremos a juntar con sus clásicos, pero también con canciones nuevas como “Challenges”, “Music On The Radio” o “Cherry Blossom”...
“Cuando las bandas cuentan historias más allá de la música, con su narrativa visual, con su performance, con su manera de vestir, se enriquece mucho más su trabajo: el show en vivo se engrandece, las canciones tienen otro tipo de vida... Y todo tiene que ver con su filosofía: ellos están en todo lo que el sol pueda tocar, irán a donde el sol esté, alumbrarán, iluminarán a todo el que los escuche”, agregó Salazar.
Lo más parecido a la imagen de este dúo está en la película “La montaña sagrada”, de Alejandro Jodorowsky. Y es porque, si hablan de inspiración, se refieren a ella, aunque también a la imaginación: “No hubo nada específico que influyera en la banda. La primera vez que vimos ‘Holy Mountain’ (la película psicodélica de Alejandro Jodorowsky de 1973), influyó en nuestra forma de pensar sobre la visualización. Ambos estudiamos arte y conocemos muy bien a artistas y movimientos, pero no creo que haya algo en particular. Hay diferentes paisajes que captamos en Nueva Zelanda, Miami, y pasamos mucho tiempo en Nueva York”, le dijeron sobre su imagen al portal Spin.com, en 2013. Por su parte, Complex preguntó lo mismo en otra conversación, y esto fue lo que contestaron: “La visión de esta banda está construida sobre la imaginación, y proviene del estudio de los samuráis en la escuela de arte, de los gráficos digitales, de la topografía, de la filmación bajo el océano, de las pinturas al óleo, de cualquier cosa en realidad”.
“Cuando este tipo de bandas se toman un receso, tiene que ver con varios factores: que tengan proyectos alternos y se dediquen a ellos, además de que los tiempos de gira y trabajo en estudio les han quitado tiempo con su familia y vida personal, así que después del disco ‘Two Vines’, en 2017, pararon. Era muy incómodo trabajar de manera remota, no era lo que querían. Son un proyecto que no va con la corriente de la industria y no necesitan grabar y hacer y estar de gira. No les preocupa”, concluyó Salazar.
“Esta vez estamos pasando por un cambio / Esta vez no como antes / Esta vez vamos a lugares / Dejando ir, dejando ir”, dicen en su primera canción de “Ask The God”, que fue lanzado en 2024. Y hoy, en el escenario de Adidas a las 8:15 de la noche, seremos parte de esos cambios. De nuevo, bailando bajo el imperio del sol.