
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Cinco jóvenes cantoras, siete percusionistas y doce bailarines de la Compañía Artística Caña Flecha integran el equipo de la agrupación de música tradicional del Pacífico, De Mar y Río, quienes se presentarán por primera vez en el Festival Estéreo Picnic en su decimocuarta edición.
Los integrantes, quienes se coronaron como los ganadores más jóvenes en ganar en la modalidad de marimba y cantos tradicionales del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez en 2024, destacan por su puesta en escena y por la integración de instrumentos atípicos para la música tradicional.
El Espectador conversó con el director musical Alan Nova y con Felipe Amú, director general y mánager, sobre su trayectoria, las dificultades para ser reconocidos dentro del género y la inspiración tras sus shows en vivo.
Ustedes se conocieron en el 2014 en la Escuela de Música Canalón de Timbiquí. ¿Cómo fue que llegaron a conformar De Mar Y Río?
Felipe: Inicialmente yo vivía en Timbiquí, vivía rodeado de balsas, pero en mi infancia estaba interesado en mis cosas como bañarme en el río y jugar con mis amigos. Sin embargo, me llamaba mucho la atención la música porque lo miraba de mi mamá que andaba en esos temas. Luego me voy a vivir a Buenaventura por un tema de salud y allá me desconecto un poco con la realidad cultural de Timbiquí. Después me voy a vivir a Cali por una situación forzosa con mi familia.
Allá me pasa algo y es que coincidencialmente mi mamá era amiga de una de las cantoras de Canalón. Una vez ella fue a la casa de mi mamá, yo me metí en la conversación y me propuso ir a grabar. Con Nidia Góngora, que es mi tía lejana, me inicié. Eso era para arriba y para abajo en los conciertos y en los ensayos, me metí en toda su atmósfera durante esos años. En el 2014, cuando ellos deciden fundar la Escuela de Música Canalón de Timbiquí, yo entro en esa paradoja de ser alumno y ser instructor porque ya entonces me había especializado en el tema de la poesía afrocolombiana, pero al mismo tiempo estaba aprendiendo del ser educador en la música.
Poco a poco la vida me fue perfilando, me encargaban a mí de la escuela apenas con 14 y 15 años y todo eso me hizo ir escalando como profesor, luego como coordinador de profesores, después como subdirector hasta ser el director general y artístico de la escuela, estuve hasta el 2022, mismo año en el que De Mar Y Río se independiza tras ganar el tercer puesto en el Festival de Música del Pacífico El Petronio.
Alan: Yo entré a la Escuela Canalón como tal en el 2014 por un ex marinbero de El Canalón de Timbiquí. Él me daba clases de marimba en mi casa, mis padres le pagaban unas clases particulares para que yo aprendiera a tocar marimba, pero a medida del tiempo, mi encanto lo fui viendo más hacia el bombo, que era un instrumento que siempre tocaba mi tía acá en la comunidad. Ella también fue una de las que me metió a la música del Pacífico como tal. Después de conocer el proceso de la Escuela Canalón hubo varios profesores y maestros que me fueron dando más pautas para el bombo.
Para ustedes es importante la puesta de escena, en el Petronio hubo una presentación que era muy propositiva visualmente. ¿Por qué es relevante para ustedes como agrupación brindar esa experiencia?
Felipe: Yo he estado desde muy pequeño influenciado al arte del musical, del espectáculo. Apreciaba mucho cuando mis artistas favoritos bailaban, cantaban y actuaban. Un ejemplo clarísimo de ello era la serie de Patito Feo, era una comedia musical y me parecía impresionante ver cómo un artista hacía números musicales.
En la Escuela Canalón, a pesar de ser una escuela de música, me gustaba hacer la representación de las cosas porque en el Pacífico existe esa representación en las novenas, en las comparsas, en los viacrucis… Entonces pensaba cómo pasar de esas formas tradicionales a sofisticar esas artes en los procesos musicales. Empecé a aplicarlo. Los chicos hacían canciones y a la vez versos, eso lo representaban. Entonces hacíamos la balsada, el río, todo para recrear al Pacífico. Eso lo llevamos a De Mar y Río, hicimos varios musicales.
Esto viene a dar sentido porque yo soy egresado del Estudio de Actores de John Mario Rivera, el actor de Caracol, entonces esa unión de mis pasiones era perfecta.
Musicalmente, también son innovadores, usan instrumentos que no son tradicionales en este género como el saxofón, ¿cómo ha sido la percepción de su público frente a estas decisiones?
Felipe: Es una prueba para ver cómo la gente queda loca viendo que unos músicos que tocan un bambuco, un arrullo tradicional, también en su show puede meter bajo, redoblante y saxofón para tocar música del Pacífico. Obviamente sabemos que hay unos parámetros y los respetamos, no es que nos vayamos a fusión, nosotros somos tradicionalistas.
De Mar y Río es ese fino coqueteo con la herida de la gente que es muy tradicionalista y de los que son fusión. A los que son fusión demostrarles que hacemos música cien por ciento tradicional y a los de tradicionalistas que también se puede hacer música fusión sin dejar de ser tradicionales.
Esta búsqueda de la vanguardia junto a su juventud hace que ustedes resalten. ¿Sienten que en algún momento los han subestimado por su edad?
Felipe: En cierto sentido, sí nos han subestimado. Por ejemplo, antes nadie nos prestaba atención para grabar, para venir a nuestros ensayos, a dedicarnos tiempo, a compartir nuestras cosas, a sentarnos en espacios de discusión y de decisión de las músicas tradicionales… Pero justamente el trabajar de esta manera y el estar dando resultados les está dejando claro a los demás que la tradición, la disciplina y el éxito no tienen edad. Antes no nos abrían la puerta con facilidad.
Alan: Sí, varias veces. Hubo muchos maestros que me dijeron que no servía para esto porque yo soy de Cali y que mejor no cantara. Pero desde pequeño siempre fui muy curioso, me decían piquiña, quería estar metido en todo.
Entonces yo me iba para arrullos, le escribía a los maestros para que me dejaran ir a ver a los grupos cuando estaban ensayando. Yo empezaba a cantar y me decían que no, que era muy niño. Todo eso que me decían negativo, yo lo volvía positivo y eso era lo que me hacía seguir insistiéndole a la música hasta que me topé con Felipe que es una de las personas que siempre confió en mi talento. Yo dije: “esta es mi oportunidad para no defraudar y demostrar todo lo que me dijeron y hacerlo aquí”.
¿Cuáles artistas los han inspirado en su proceso creativo como integrantes de la agrupación?
Alan: Yo no cantaba música del Pacífico, cantaba ranchera y siempre fui influenciado por Vicente Fernández y Helenita Vargas, eran grandes artistas. Después de que entré a la música del Pacífico ha sido la maestra Nidia Góngora y el Grupo Socavón de Timbiquí. Ahora también escucho vallenato, yo siempre digo que es como la música del Pacífico, pero del Atlántico, tiene mucha versatilidad, que es lo que me ha ayudado a componer más mi canto y tener ese sentido de ver la música desde otro lado.
Felipe: En mi mente no están referentes artistas, sino a lo que yo proyecto de la organización musical. Mis referentes son más performáticos. Obviamente, están Beyoncé, Kendrick Lamar y Bruno Mars. De acá me gusta lo que está haciendo Rancho Aparte.