Quienes crecimos en la década de los noventa cerramos una década y un siglo. Alcanzamos a ser niños sin la presión de las pantallas y las redes sociales. No competíamos entre nosotros para ver quién tenía iPhone o Android. Sabíamos del Yermis, jugábamos Policías y Ladrones y fútbol en el parque. Las únicas consolas que conocíamos eran los ataris y el Play Station 1. Final Fantasy, Resident Evil y Crash Bandicoot eran el pan de cada día después de llegar del colegio, si nos daban permiso.
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Si no estábamos en la calle o jugando Play, nos sentábamos a ver Rugrats, Pinky y Cerebro, Coraje, el perro cobarde, Las chicas superpoderosas u ¡Oye Arnold!, cuando nuestros papás nos dejaban ver televisión. Al tiempo, descubríamos las canciones de Shakira, Aterciopelados, La Derecha, Diomedes Díaz, Britney Spears, Madonna, Big Boy y los BackStreet Boys.
Fue una época alegre y tranquila, en algunos contextos, hostil y violenta en otros. Fue el final de una era, y el comienzo de una revolución cultural marcada por la música, la moda y la televisión. Así crecimos. Hoy, la mayoría de noventeros tienen más de 30 años, y los recuerdos de esa niñez siguen vigentes. No solo por las fotos tomadas con cámaras de rollo, o los videos grabados con filmadoras, también por eventos, conciertos y fiestas que traen de vuelta todo lo que fueron los 90 y su cultura pop.
Es el caso de Peppersoul, los organizadores de la fiesta I Love 90′s que nació hace más de diez años y que reúne a los nostálgicos en el mismo lugar. “Para nosotros, los años 90 son la síntesis de todo el siglo XX. Desde la primera fiesta que hicimos tuvimos clara la temática, nos encanta esta época porque encontramos diferentes sonidos, géneros y muy buenas producciones que mezclan lo análogo y lo digital”, dijo Andrés Escobar, uno de los creadores de la fiesta, en entrevista para El Espectador.
No es solo una fiesta
La idea de reunir todos los elementos de una década, en una sola noche, retó a Escobar y a su equipo. Además de ser un gusto personal, esta reunión significaba más que un momento de diversión. Detrás de cada edición hay un trabajo investigativo, una comunicación entre Peppersoul y su audiencia que permite entender cuáles son sus preferencias. De ese trabajo nace la parte visual, que involucra a artistas e ilustradores locales para crear el hilo conductor de cada fiesta.
“Al apoyarnos tanto en la parte visual, intentamos que todo sea reconocible a simple vista. Por ejemplo, hay caricaturas internacionales, pero también están los personajes de ‘Tentaciones’, porque sabemos que para Colombia fue una producción importante”, comenta Aura María Gallego, directora creativa de Peppersoul. La fiesta es una mezcla de varios elementos que son el fruto de esas conversaciones en equipo. Entre todos evitan llegar a lugares comunes y no ser la fiesta de solo hits, que es lo que todo el mundo espera.
No se trata de contratar un DJ para que ponga lo obvio, tampoco reunir a miles de personas sin ningún propósito en una fiesta convencional. Se trata de viajar en el tiempo a través de lo que se escucha y se ve, de apelar a la nostalgia para recuperar recuerdos que pensamos que ya no existían. “No queremos que la nostalgia se convierta en algo banal, sino que siempre esté conectada con la gente y los recuerdos que les cambiaron la vida.”.
La fiesta también ha buscado rescatar fragmentos de la cultura colombiana de los 90. Los comerciales de Frutiño, Doloran, Supercoco y Avena Quaker; los dulces populares como el Súper Hiper Ácido, Motitas, Frunas y Smarties; las novelas, los atuendos y los jingles de las emisoras, son elementos que hacen parte del evento.
La música va más allá de los hits
Los 90 fueron una revolución musical. En Latinoamérica ya comenzábamos a escuchar los primeros sonidos del reguetón, mientras que la salsa, el merengue, el pop, el rock y la música electrónica conservaban su fuerza. El hip hop estadounidense pisaba fuerte con Snoop Dogg, Ice Cube, Cypress Hill y Wu-Tang Clan. Y ni hablar del pop. Britney Spears, Christina Aguilera y las Spice Girls estaban en pleno auge.
En Colombia, el rock comenzaba a apoderarse de la escena. Aterciopelados, La Derecha, Kraken, 1280 Almas, Ekhymosis, Poligamia y otras bandas surgieron para llenar de música a un país que atravesaba una de sus épocas más violentas. Cada género era un universo de posibilidades, sonaba lo local, influenciado por lo internacional.
“Cada versión de esta fiesta es un viaje sonoro con diferentes cargas musicales. Hay unas más electrónicas, otras más urbanas y tropicales, y otras más rockeras. Le apostamos a que la gente que va todos los años tenga una experiencia diferente”, comenta Escobar.
Este sábado 8 de febrero, I Love 90′s llega al Lourdes Music Hall de Bogotá con un show visual y musical que quiso diferenciarse de sus ediciones pasadas en diferentes aspectos. Gallego contó que para esta fiesta se escogieron canciones que son “joyas escondidas”, y que pocas personas recuerdan. “Sé que las van a amar cuando las escuchen, porque tratamos de buscar todas esas canciones que en 12 años no habíamos puesto, y que también son importantes”.
“Rugrats”, los protagonistas de esta edición
La fiesta ha tenido diferentes anfitriones en sus ediciones: Las Chicas Superpoderosas, El Laboratorio de Dexter, La Vaca y el Pollito, y varias caricaturas icónicas de los 90. Este año, los protagonistas son los Rugrats. La serie animada protagonizada por Tommy Pickles se estrenó en 1991 y se transmitió hasta el 2004.
Era raro ver bebés hablando entre ellos con tanta claridad, pero sus aventuras acompañaron a millones de niños que crecieron con Angélica, Carlitos, Susie y Liliana. Los noventeros se reencontrarán con estos personajes, y bailarán al lado del icónico Reptar en una noche que traerá de nuevo los recuerdos de una generación.