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En el universo de la música popular colombiana, pocas voces han sabido capturar el humor, la picardía y la sensibilidad de las fiestas de pueblo como la de John Álex Castaño. El cantante, que lleva más de dos décadas en la escena, regresa con un sencillo cargado de autenticidad: “El que se enamora pierde”, una canción que, según él mismo reconoce, no nació de un desamor profundo, sino de un guiño cómplice a un refrán que todos hemos escuchado alguna vez.
“‘El que se enamora pierde’ es un dicho colombiano muy usado para recochar, y desde que tengo uso de razón lo he escuchado”, cuenta Castaño en entrevista exclusiva. “No está basada en una historia real, porque el objetivo de mis canciones y mi música siempre ha sido que la gente se emocione cuando la escuche, no que digan: ‘Viene John Álex, nos vamos a cortar las venas’”.
El intérprete insiste en que, más que un lamento, su nuevo sencillo es una especie de declaración juguetona: “Esa frase la utilizaría alguien con mi personalidad, que le diría a su pareja: ‘Usted está muy alegona, muy cansona, si me la cuadré fue para que se comportara como mi novia, no como mi dueña. Me quiere amarrar, me quiere escriturar y en este momento no estoy para eso’”.
Componer desde cero y a guitarra limpia
Castaño confiesa que la guitarra sigue siendo su herramienta más fiel. “Siempre la tengo en mi cuarto, eso es esencial porque todas las canciones las compongo desde cero dependiendo de lo que esté pasando. Comienzo con algunos ritmos y trato de que todo vaya fluyendo poco a poco”, explica.
Aunque algunos artistas prefieren la disciplina de estudios programados, el pereirano es un defensor de la espontaneidad. “A veces la inspiración me agarra muy temprano en la mañana, a veces en la tarde, pero la mayoría de veces escribo en las noches”, dice. Y admite que el proceso varía según el contexto: “Cuando uno hace una canción solo, la vomita toda en cinco minutos, pero cuando nos vamos a los campamentos de composición, sabemos que tenemos que hacer varias canciones y algunos llevamos temas ya empezados para terminarlos allá”.
Un lanzamiento que responde a los nuevos tiempos
A diferencia de sus inicios, cuando los discos completos eran la norma, el artista aclara que este sencillo no forma parte de un álbum. “En toda mi carrera he hecho CDs de 10 canciones, pero desde hace años más o menos se puso de moda sacar sencillos, porque el resto de la música se pierde”, reflexiona. Para él, subir varias canciones al mismo tiempo es como “comprar tres estrenes y ponérselos el mismo día: no hace sino sudarlos y nadie vio nada”.
Por eso ha optado por estrategias que se ajustan al consumo actual: “Si uno como artista sube cuatro canciones, eso se pudre, no sirve”, sentencia con franqueza.
Adaptarse sin perder la esencia
El cantante reconoce que las plataformas digitales y las redes sociales han transformado la industria, pero asegura que su esencia no ha cambiado. “Pienso que no todo el mundo quiere eso, no a todos les gusta estar mirando lo que pasa en un celular”, dice. Sin embargo, ha sabido adaptarse: “No tuve que hacer tantos cambios, pero sí adapté mi forma de sacar música y ahora solo lanzo sencillos cada tanto porque sé que la gente se concentra en ir a buscar una sola cosa”.
Este pragmatismo le ha permitido mantenerse vigente sin sacrificar su estilo, ese que ha conquistado públicos no solo en Colombia sino también en Venezuela y Ecuador.
De la piratería al streaming
Recordar sus inicios también lo hace sonreír. Su primer sencillo no llegó a la radio, porque, como confiesa, “para sonar en emisoras hay que tener dinero”. Entonces, en la época en la que internet apenas despuntaba, la mejor manera de lograr difusión era mucho más rudimentaria. “La viralización más grande que había en esa época se llamaba piratería, uno moría por salir en esos discos piratas. Yo fui tan de buenas que logré entrar en esa colada”, relata entre risas.
Aquella “piratería” que hoy suena lejana fue, en su momento, el trampolín que le permitió abrirse paso en un género que aún luchaba por obtener reconocimiento en grandes plazas como Bogotá.
Un género que crece y no se detiene
La música popular, que hace dos décadas enfrentaba prejuicios y un mercado reducido, hoy es un fenómeno masivo. Castaño se muestra emocionado por este auge. “Me siento muy orgulloso, porque hace 20 años que empecé mi carrera mi sueño era sonar en Bogotá, y lo logré, no solo en la capital, sino también en Venezuela, Ecuador, etc.”, afirma. Y celebra lo que las nuevas generaciones han logrado: “Lo que están haciendo me parece grande. Mientras el género esté vivo será muy grande y nadie lo va a tumbar”.
Humor y sentimiento en una misma voz
Con “El que se enamora pierde”, John Álex Castaño reafirma su lugar como un artista que sabe equilibrar el humor con el sentimiento, y que entiende que las canciones populares no solo deben hablar de corazones rotos, sino también de la vida cotidiana, de las bromas entre amigos y de esas frases que circulan en cada esquina.
En un momento en el que la industria se transforma a un ritmo vertiginoso, Castaño demuestra que la autenticidad sigue siendo su mejor carta. Su nuevo sencillo no es solo una apuesta comercial: es un reflejo de la cultura popular colombiana y de una manera muy particular de vivir el amor. Y, al escucharlo, es fácil concluir que, con John Álex Castaño, perderse enamorado puede ser, en realidad, una victoria para el corazón.
