“Después de tantos años de estar en esta industria puedo decir que tengo intactas las mismas cosquillitas en el estómago que sentí la primera vez que vi un piano”. Son las palabras del músico y productor colombiano Julio Reyes Copello, quien a pesar de los muchos logros obtenidos en su larga trayectoria artística mantiene la ilusión y la alegría de seguir creando como el más entusiasta de los aprendices.
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Reyes Copello, también pianista y compositor, quien vive un gran presente profesional por cuenta, entre otras cosas, de su elección como productor del año en los Premios Latin Grammy, charló con El Espectador sobre lo que él cree que lo ha mantenido activo y vigente por tantos años en la escena musical: “Mirando en retrospectiva, creo que he tenido la fortuna de haber protegido siempre la dignidad de mi espíritu, y siempre he querido proteger esa sensación de euforia que me ha producido y me produce la música, como oyente y también como intérprete”.
Asimismo, el creador resaltó el poder de la música, en el sentido de que “tiene la capacidad de aligerar el peso de la realidad. Siempre lo hizo conmigo, pues me ayudó a través de los momentos más difíciles de mi vida. Hoy digo: “Qué privilegio tan grande es poder estar del otro lado, poder crear esas experiencias para que otras personas puedan ver su realidad desde una posición distinta”.
Julio Reyes Copello ha estado involucrado artísticamente, desde la producción y la composición, con nombres muy importantes de la música, sobre todo iberoamericana: Marc Anthony, Ricky Martin, Alejandro Sanz, Nelly Furtado, Kanny García, Pablo Alborán, entre otros. Sin embargo, otros proyectos, inicialmente menos conocidos en la industria musical, han sido parte importante de su trabajo y dedicación. Es así como, a través de Art House Academy & Abbey Road Institute Miami, otra de sus creaciones en el universo de la música, se ha dado a la tarea de apoyar y sacar adelante propuestas musicales de jóvenes talentos.
El artista, nacido en Cúcuta hace 53 años y radicado en la ciudad de Miami (Estados Unidos) hace un poco menos de tres décadas, contó que “siempre he sido un apasionado de la educación, de la formación, y llevaba muchísimos años con la necesidad de encontrar un modelo educativo en la música que permitiera reducir esa brecha tan enorme que hay entre la academia y la realidad”. Después de varios años dándole vueltas al asunto, en 2013 armó este proyecto que se ha constituido desde entonces en una plataforma de lanzamiento para jóvenes músicos, entre ellos Paula Arenas, Juan Pablo Vega, Brika, Oriana Sabatini, entre otros.
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“Finalmente encontré la receta perfecta: creo que los artistas sí se tienen que formar, y que ese proceso creativo puede traer frescura. También me di cuenta de que es importantísimo que esa formación, que termina siendo más espiritual que técnica, les va a permitir a estos chicos tener carreras muy longevas, muy productivas, y ojalá con esto se salven de conductas autodestructivas”, apuntó el productor.
A través de todos estos años inmerso en la música, la mirada (y el oído, claro) de Julio Reyes Copello se ha convertido en una especie de radar que detecta automáticamente cuando algo “distinto” se cruza frente a él. Determinar quién es un verdadero artista con proyección se ha convertido en uno de sus principales quehaceres. A pesar de esto, no ha sido una tarea sencilla, por mucho que la vasta experiencia sea una aliada casi infalible, porque, como dice: “Nadie tiene la última palabra en este asunto”. No obstante, Reyes Copello reconoce que, paulatinamente, en este campo “se desarrolla una intuición para percibir ese complejísimo universo emocional que forma parte de un artista, y que lo ayuda a uno a saber, o a intuir, que va a trascender”.
Son varios los casos de artistas jóvenes que actualmente, bajo su batuta, están teniendo un buen despegue en esto de comenzar a caminar con paso firme en una profesión difícil e impredecible como la música. Ela Taubert, Joaquina y Paola Huanche son, entre otros, referentes musicales que dan cuenta de resultados positivos en este propósito de jugársela por el talento y la creatividad.
Al respecto comentó: “En el caso de Ela (Taubert), la conocía porque era muy cercana a la familia. Ha sido una de esas excepciones en donde uno dice: Dios mío, qué bendición que este talento esté tan cerca de mi familia, porque eso me permite hablar en un lenguaje mucho más familiar, más protector. Desde la primera vez que la escuché supe que ella tenía acceso directo al paraíso: su voz es de un lugar que quiero visitar”.
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Julio Reyes Copello habla con genuina emoción al referirse al trabajo que viene haciendo no solo como productor, sino como un formador de estas prometedoras artistas. “De verdad que ha sido una generación muy bonita. Cada una tiene sus características que la hacen individual. Joaquina es una escritora de canciones que no escuchaba desde hace muchísimo tiempo en la industria; ella tiene la capacidad de contar historias con imágenes como nadie. Creo que va bien y su presencia le viene bien a la industria latinoamericana en este momento”.
Por último, Julio Reyes Copello se refirió a Paola Guanche, cantante y compositora mexicana, reconocida por ser la primera ganadora de La Voz Kids (versión estadounidense, en 2013). “Es una virtuosa que tiene un instrumento privilegiado. Canta desde muy pequeña y es uno de esos placeres que uno agradece a Dios, pues tiene esa capacidad de transmitir de verdad algo muy poderoso: un talento y un carisma que le arreglan a uno el peor de los días”, concluyó el músico.