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La primera vez que escuché a La Mosca estaba en el carro de mi hermano. Él tenía un Sprint gris en el que salíamos a comer hamburguesa, dar vueltas al parque, o a viajar a pueblitos cercanos. Mientras estábamos en alguno de esos planes sintonizábamos rock en español o música romántica. Ese fue mi primer contacto, a los seis o siete años, con el grupo de Guillermo Novellis. Un acercamiento a una banda alegre, llena de tambores, trompetas, un piano que, al ritmo de una cumbia rockerizada y una voz aguda, cantaba: “Yo romperé tus fotos, yo quemaré tus cartas, para no verte más”.
Ese grupo que mezcla la tristeza, la alegría y el fútbol, vuelve a Colombia, esta vez, para celebrar sus 30 años de trayectoria. Los argentinos hacen parte del Festival Cordillera en su versión del 2025. Guillermo Novellis, vocalista de la icónica banda, habló con El Espectador sobre la música, el fútbol y su vida personal.
La Mosca: dos pasiones, un mismo canto
Al preguntarle por sus pasiones dijo que, “eso sería como ponerme a elegir entre mis hijos, o entre mis padres, no me hagás esto”. La Mosca, desde sus inicios, ha estado vinculada al fútbol y en Colombia a varios equipos también. Por ejemplo, en Millonarios esta esté cantico: “yo te quiero dar algo de corazón, iremos a festejar, hasta que Millos sea campeón”. Esta barra es solo una de las muchas versiones en el mundo hispanohablante del tema “Yo te quiero dar” de la banda argentina.
De hecho, Novellis recuerda que uno de sus temas, “Baila para mí”, fue coreado para San Lorenzo, su equipo del alma, en un triunfo inolvidable. El combinado adoptó esa canción en todas sus participaciones en la Copa Libertadores del 2014, año en que se convirtió en campeón por primera vez. “Estaba en la cancha y cantábamos esa canción durante todo el partido, toda la final”, rememora.
Pero ese furor de sus temas de cancha es interoceánico. Esos cánticos cruzaron el Atlántico. El Real Madrid, en su aniversario número 100, hizo un compilado de barras en donde aparece “Yo te quiero dar” versionado para el equipo merengue. “Lo cantaron ellos, yo no, fue una locura cuando me enteré”, dice el músico.
En el 2022, durante el Mundial que se jugó en Catar, otro de sus temas volvió a aparecer en el radar, gracias a un profesor de música argentino que lo versionó para la selección de la Argentina comandada por Lionel Messi. El estribillo se volvió un himno. “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar, quiero ganar la tercera, quiero ser campeón mundial”. No pocos colombianos nos subimos a ese bus. Colombia no estuvo en el mundial organizado por los árabes, pero en esos cantos alguna familiaridad encontramos.
Sin embargo, para Novellis, esa canción, que es una versión de “Muchachos, esta noche me emborracho”, no era enteramente para la selección gaucha, era para la Pulga. “Esa canción es de todo el mundo que ama a Messi, más allá de que sea argentino”. Dice que el rosarino que muchos pueden ver a alguien que sienten cercano y que querían ver campeón. Y así fue, contra la Francia de Mbappé se coronaron los argentinos y dieron la vuelta con esa canción de fondo.
En 2024, la selección de Colombia fue la afectada. En ese momento había un equipo que prometía: llegó a la final en contra del equipo de Messi en medio de una organización que tuvo que retrasar el inicio del partido. Y mientras por un lado sonaba Ryan Castro con “El ritmo que nos une” y en el otro “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”, de La Mosca, se perdió en un partido bastante caliente.
Del fútbol al amor
El día anterior a esa final, Novellis cantaba en El Campín en un festival de rock en español con otros grandes como Los Fabulosos Cadillacs y Enanitos Verdes. “Fue un momento muy especial en el mismísimo Campín, el templo del fútbol colombiano, nosotros tocando y pidiendo permiso para cantar la canción”, recuerda. Ahí dio un mensaje de fútbol en paz y de que la música podía ser un vehículo que uniera las pasiones de todos los hinchas.
Novellis, un romántico loco empedernido
Algo que sucede con La Mosca y su discografía es que sus canciones de desamor terminan volcadas al fútbol. Al preguntarle a Novellis por la causalidad de esta transformación del desamor a la cancha, queda mucho más clara la razón. “Creo que vivimos para el amor y por el amor. Nuestra pareja, nuestros hijos, nuestra familia, nuestros padres, nuestros amigos, todo lo que hacemos”, dice convencido de su visión. No por nada, a sus casi 40 años fue que decidió ser artista.
Tenía ya una vida armada, con su esposa, sus hijos y un hogar en Ramallo, barrio donde nació La Mosca. “Uno empieza a hacer un balance de su vida y decide, por lo menos en mi caso, tomar riesgos por sus sueños”, añade a su reflexión ya con 30 años de carrera. Para él, hay que tener una cuota de locura importante, pero que debe amainarse con otra de responsabilidad.
En esta etapa de su vida, luego de un susto de un infarto hace diez años, toma con mucha más calma las cosas, pero sin perder la emoción. Habla de sus días. “Tienen como 28.000 segundos y es como si cada día te dieran 28.000 pesos. A las 24 horas se fueron y vienen otros 28.000 pesos, así que toca gastar cada segundo en lo que te guste”.
Guillermo Novellis ha vivido su vida al máximo y está seguro de que a su paso ha dejado un mar de recuerdos en varias personas.
La Mosca llega al Festival Cordillera: “Muy contentos”
Los argentinos llegan por primera vez al festival, que se celebra el 13 y 14 de septiembre en el parque Simón Bolívar de Bogotá. La banda nacida en Ramallo, provincia de Buenos Aires, subirá al escenario el primer día, a medianoche, y cerrará el escenario Cotopaxi. “Estamos muy contentos. Ver un montón de artistas va a ser la verdad que estamos súper orgullosos y contentos de poder estar en semejante festival, así que felices”, dice Guillermo Novellis, fundador y vocalista de la banda. Para Novellis, en cada concierto se deja parte del alma. Afirma que en varios de sus shows ve familias completas que tienen sus canciones en la cabeza; por ejemplo, cuando fue a tocar a La Coruña, España. En la celebración de 25 años de la única vez que el equipo de esta ciudad ganó la Copa del Rey, “chicos que no habían nacido hacía 25 años atrás, venían con su papá y su camiseta para que se la firmáramos”, recordó.