Hoy, para el mundo entero, Shakira es la mujer que ya no llora, la que factura, pero también es y ha sido la que sufre y ama. La que se entrega a ese sentimiento que estremece, que obsesiona, que logra tocar cada fibra del alma. Solo Shakira ha deseado que se vuelvan anticuadas las sonrisas y que se extingan todas las puestas de sol. Que renuncien los filántropos y sabios, y que se escriba una última canción. Que pase todo, menos que le falte la persona que ama.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Óscar Pardo
Solo Shakira aprendió a quitarle al tiempo los segundos y admitió ser bruta, ciega, sordomuda, torpe y testaruda por un hombre. ¿Y cómo no? Si la primera vez que se enamoró y le rompieron el corazón, tenía 13 años. Óscar Pardo fue el primer hombre que flechó a la cantante. Eran vecinos. Él se fijó en ella porque, según dijo en una entrevista para el programa La Red, de Caracol Televisión, resaltaba entre las demás y era muy espontánea. Su belleza lo flechó, su personalidad también. Estuvieron juntos por tres años. Fue una relación de niños que se quisieron de la manera más pura e ingenua, y que, hasta hoy, siguen siendo amigos.
Pardo recuerda la tienda de la esquina, el lugar donde compraba “las conservitas”, los dulces favoritos de Shakira. El grupo del barrio El Prado, en Barranquilla, se reunía allí para jugar, hablar y ser testigos de ese primer amor que dejó una canción llamada “Magia” (1991), y que en su letra describe el profundo sentimiento del primer amor.
Y es así que ya no puedo ni dormir,
Me paso el día pensando en ti
Vivo embrujada es por ti,
Y es así que solo vivo para ti,
No sé estudiar ni se salir,
No sé qué magia has hecho en mí.
Óscar Ulloa
Luego de su relación con Pardo, llegó Óscar Ulloa. Para ese momento, Shakira tenía 17 años, y ya reconocida en Barranquilla. Estaba en la playa jugando voleibol con algunos amigos. Ulloa se fijó en ella y quiso hablarle. “Me acerqué y le dije: ‘Tienes los ojos más lindos que he visto en toda mi vida’.
Fue él quien la acompañó en el inicio de toda la revolución que sería su carrera musical. Estuvieron juntos por un poco más de tres años, pero ella, con esos mismos ojos y esa voz de la que él se enamoró, tuvo que volar a otros rumbos para seguir construyendo su carrera. “Creo que era el momento en el que Shakira tenía que seguir sola, y no me equivoqué. Llegó al cielo”, dijo en la misma entrevista el segundo novio de la cantante barranquillera.
De esa relación nació una de las canciones más emblemáticas de su discografía: “Antología”. A Óscar Ulloa se le olvidó enseñarle a Shakira cómo vivir sin él luego de mostrarle lo que era el amor.
Desarrollaste mi sentido del olfato
Y fue por ti que aprendí a querer los gatos
Despegaste del cemento mis zapatos
Para escapar los dos volando un rato
Pero olvidaste una final instrucción
Porque aún no sé cómo vivir sin tu amor.
Osvaldo Ríos
Dos veces Shakira creyó en el amor, y dos veces terminó con el corazón roto. Pero ese fue solo el comienzo de una turbulenta vida amorosa permeada por la música. En 1997, la cantante conoció al actor puertorriqueño Osvaldo Ríos, una de sus parejas más polémicas. Ella apenas había cumplido los 20, y él tenía 36.
Duraron un año entre rumores y críticas. Al parecer, Shakira no era una mujer difícil de conquistar, pues al poco tiempo de estar junto a Ríos, ya estaban pensando en casarse. En una entrevista publicada por el medio mexicano Excelsior, el puertorriqueño admitió que sus vidas tomaron rumbos diferentes y esa fue la razón por la que no llegaron al altar. “Hay cosas que son imborrables en la vida... Fue una relación que aportó mucho aprendizaje. Me di cuenta de que puedo tener una pareja y tener una conexión que no tenga que ver con el aspecto físico, sino con lo emocional, y disfrutarlo de la misma manera. Queríamos casarnos, pero no íbamos para el mismo lado”, reveló.
Una historia de amor corta, pero intensa, dejó en el repertorio de Shakira canciones como “Ojos así”, “Ciega Sordomuda”, “Tú” y “Moscas en la casa”. Era como si sus relaciones estuvieran destinadas a fracasar. De hecho, en un perfil sobre ella escrito por Gabriel García Márquez y publicado en 2016 por el portal Paniko, el escritor colombiano escribió que el tema más resbaladizo de la cantante era el amor. “Lo exalta, lo idealiza, y es el alma y razón de sus canciones, pero lo elude con humor en la charla personal”, se lee en un fragmento del texto, en el que Shakira admite tenerle más miedo al matrimonio que a la muerte.
Antonio de la Rúa
Aunque Ríos era mayor que ella, resultó no ser lo suficientemente maduro. En el 2000 comenzó un nuevo siglo, y con él, un nuevo amor. Antonio de la Rúa, hijo del expresidente argentino Fernando de la Rúa, se robó el corazón de Shakira. Junto a él tuvo la estabilidad que no había logrado conseguir en sus relaciones anteriores. Encontró un amigo, un cómplice y un apoyo fundamental para su carrera musical. A él le escribió “Suerte”, una canción que cuenta cómo se enamoró, por primera vez, de un hombre extranjero.
Suerte que en el sur hayas nacido
y que burlemos las distancias.
Suerte que es haberte conocido
y por ti amar tierras extrañas.
Yo puedo escalar los Andes,
sólo por ir a contar tus lunares,
contigo celebro y sufro todo
mis alegrías y mis males.
De la Rúa apareció en el video de “Día de Enero”, un tema que la barranquillera le compuso sin imaginar que su relación terminaría una década después con un proceso legal. El argentino demandó a la cantante reclamando parte de sus beneficios por haber contribuido a su éxito. No terminaron de la mejor manera, pero Shakira siguió componiéndole a la ruptura desde la gratitud y el cariño que alguna vez se tuvieron. “Sale el sol” y “Lo que más” son la prueba de ello.
Gerard Piqué
Ya perdiendo las esperanzas de encontrar al amor de su vida, y agotada de darle tantas oportunidades al amor, Shakira conoció al papá de sus hijos: el futbolista Gerard Piqué, con quien duró 12 años y tuvo dos hijos: Milan Y Sasha. Él, diez años menor que ella, fue lo más cercano al amor de su vida. Cuando todo era color de rosa, la barranquillera compuso para él “Me enamoré”, “23″, “Toneladas”, “La Bicicleta” y “Broken Record”.
Un amor que comenzó en el Mundial de Fútbol de Sudáfrica, en 2010, y que parecía ser el definitivo, terminó en una polémica separación. La gente ya había comenzado a notar cierto distanciamiento entre ambos. Ya no aparecían juntos en los eventos, no publicaban fotos en redes sociales, y los rumores comenzaron a crecer. Fue el 4 de junio de 2022 cuando la pareja anunció su ruptura. “Lamentamos confirmar que nos estamos separando. Por el bienestar de nuestros niños, que son nuestra máxima prioridad, pedimos respeto a la privacidad. Gracias por su comprensión”, compartieron en un comunicado.
Sin mucho detalle, el mundo entero especulaba y suponía las razones, pero Shakira se encargó de dar pistas con sus canciones. La primera que lanzó hablando de su ruptura fue “Te felicito”, junto a Rauw Alejandro.
Por completarte me rompí en pedazos
Me lo advirtieron, pero no hice caso
Me di cuenta que lo tuyo es falso
Fue la gota que rebasó el vaso
No me digas que lo sientes
Eso parece sincero, pero te conozco bien y sé que mientes.
Luego se sumaron otros temas más fuertes, como “Monotonía” y “Session N #53″ con Bizarrap. Esta última con mensajes directos a Clara Chía, la nueva pareja del futbolista y con quien le fue infiel. El despecho se convirtió en un álbum con 16 canciones al que llamó “Las mujeres ya no lloran”, y con el que visita varias ciudades de Colombia.
Shakira ha sabido cómo enfrentarse a la vida a través de la composición, y las letras de sus canciones han acompañado a millones de personas que se enfrentan con las dos caras de la moneda: el amor y el desamor. Solo ella tiene el poder de entregarle el mundo a alguien, y luego arrebatárselo todo con su música. Y aunque ahora el mundo la conoce por ser “la mujer que ya no llora”, también fue la mujer que amó hasta el cansancio, que perdonó y que vio ir a los hombres que amó, aunque siempre quedarán en el recuerdo de sus obras.