Lenny Kravitz, una esperada lección de rock

El artista norteamericano debuta frente al público de Colombia gracias al “Raise Vibration Tour 2019”, en el que involucra temas de su más reciente álbum y los clásicos compuestos durante sus tres décadas de historia en el espectro sonoro.

Juan Carlos Piedrahíta B.
23 de marzo de 2019 - 02:00 a. m.
Con el tema “It's Enough” de la producción discográfica “Raise Vibration”, Lenny Kravitz volvió a tener un lugar protagónico en la música. / AP
Con el tema “It's Enough” de la producción discográfica “Raise Vibration”, Lenny Kravitz volvió a tener un lugar protagónico en la música. / AP

Lo único que puede resultar peor que tener un vecino con pretensiones de baterista es que sea un integrante de la propia familia el que tenga como afición aporrear los cueros día y noche. Eso fue lo que le pasó a la pareja integrada por Sy Kravitz, destacado productor de noticias, y Roxie Roker, actriz de la serie norteamericana The Jeffersons, aunque la única diferencia es que a su pequeño Lenny no le interesaba rodearse de modernas y finas baterías, sino que se proveía de ollas, sartenes y demás utensilios de la cocina para hacer lo que él consideraba un estilo vanguardista de la música.

Esa aproximación al arte de las notas musicales con improvisados bombos, redoblantes y platillos se convirtió en el primer paso en la consolidación de un músico ambicioso que comenzó a brillar en un coro infantil en California. Después, Lenny Kravitz aprendió a tocar guitarra y no contento con el manejo de ese instrumento y con las potencialidades de su voz, se aventuró a descifrar los más recónditos secretos de los teclados. De esta manera, el ya joven artista, cuyo verdadero nombre es Leonard Albert Kravitz, se volvió un multiinstrumentista, lo que se traduce como la persona capaz de interpretar con destreza y sabor varios instrumentos musicales sin que ninguno prime sobre el otro.

Además de su condición multifacética, este personaje, en el que se reúnen dos razas y varias influencias, se ha vuelto diestro en aprovechar los legados ajenos. Hace años, se deleita con las piezas del compositor y pianista Duke Ellington, pero también deliraba con la voz particular de Sarah Vaughan, con la magia letrística de los Beatles, con la fuerza escénica de James Brown y con el sonido de los Jackson 5. De cada uno de ellos, y de otros tan importantes como Jimi Hendrix y Led Zeppelin, aprendió lo esencial de la música, lo particular del funk y lo novedoso del rock.

Con el nombre artístico de Romeo Blue logró un reconocimiento local a mediados de la década del 70, época en la que se relacionó con personajes como Saul Hudson, más conocido en el ámbito sonoro como Slash, y la vocalista Maria McKee. Desde entonces se ha encargado de inmortalizar su nombre dentro de la escena artística.

En los comienzos de su actividad recibió críticas porque su estilo no establecía vínculos sólidos con las manifestaciones de la raza negra y porque, según indicaban sus contradictores, todas las influencias africanas se diluían en un pop con un futuro bastante incierto.

Sin embargo, en el camino conoció a Henry Hirsch, un ingeniero de amplia trayectoria que le propuso la necesidad de otorgarle un sonido característico a esta figura llamativa en términos estéticos. Bajo la asesoría de Hirsch, Lenny Kravitz publicó Let Love Rule (1989), su primer registro musical, con el que se convirtió en el cómplice más apto para una fanaticada que cada día fue multiplicándose de una manera insospechada.

Hace treinta años apareció en el mercado discográfico Let Love Rule y desde entonces su pasión por la música nunca ha cesado. “La música es mi vida, es una reflexión de lo que vivo día tras día. Para mí es algo muy sencillo. Solo estoy interesado en escribir canciones y lo más lógico es que sus letras hagan referencia a lo que yo he vivido”, comentó hace algunos años el rockero estadounidense.

La vocación de escribir sin parar, sumada a la intención de asumir la vida por medio de partituras y pentagramas, se transformó en una indescriptible capacidad para envolver al público con una historia real. Más adelante llegó la evidencia de su triunfo representado en la conquista a partir del empleo de melodías rítmicas y pegajosas de aceptación masiva. El amor, su más genuina inspiración, le dio cuerda para lanzar álbumes de alta recordación como Mama Said (1991), Are You Gonna Go My Way (1993), Circus (1995) y 5 (1998).

Para Lenny Kravitz, el cambio de siglo fue la oportunidad de resumir su vida artística en un disco de grandes éxitos, que arrasó en ventas durante su primera semana de exposición pública. La exigencia de sus fans lo obligó a producir rápidamente un nuevo registro y salió airoso de este reto con el inolvidable Lenny (2001). Lo que vino para él fue un camino ya recorrido, un sendero lleno de éxito en el que las adversidades amorosas alimentaron su capacidad para producir, su ingenio para establecer relaciones y su destreza para crear mundos alternos a lo que se conoce como rock. Prueba de ello son los álbumes Baptism (2004), Greatest Hits Limited Tour Edition (2005) y It Is Time for a Revolution (2008), en el que ratificó, por si quedaba alguna duda, que su principal motor es el amor.

“Cambiar es crecer. Yo estoy creciendo como persona y este disco reflejó en su momento en qué lugar estaba en ese momento, como pasa con cada uno de mis álbumes. Cada producción es como volver a nacer espiritual y musicalmente, y aquí es donde me encuentro ahora mismo, en un momento en que quiero volver a empezar. Estoy viviendo un instante particular, se trata de una especie de proceso de aprendizaje y ahora estoy aprendiendo a aplicar mejor lo que conozco para mi vida y para aquellos a quienes amo”, manifestó Kravitz cuando fue interrogado por su proceso musical.

En estos treinta años de trayectoria artística, Lenny Kravitz sigue vigente marcando los derroteros de cientos de bandas en el planeta. Sus adeptos continúan fieles a su estilo y por eso en sus presentaciones las localidades se agotan con mucha facilidad, un fenómeno que tiene vigencia incluso con Raise Vibration Tour 2019, que lo hace debutar ante el público colombiano.

El disco que le da nombre a la gira apareció en septiembre de 2018 y bajo la sombrilla del primer sencillo, It’s Enough, ha ubicado al norteamericano de nuevo en el centro de las conversaciones musicales.

A pesar de los más de diez discos de estudio y sin importar las tres décadas de experiencia que lleva encima, Lenny Kravitz sigue sintiendo los nervios de un debutante y el mismo pánico escénico de aquel niño que se sentaba frente a las ollas pensado que era una batería.

Lenny Kravitz en Colombia. Sábado 23 de marzo. Movistar Arena, en Bogotá. Información y boletería: www.tuboleta.com

Por Juan Carlos Piedrahíta B.

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