Ubicado en Guatapé, Antioquia, se realiza desde los últimos dos años el campamento musical “Let it Beat”, donde al estilo de “Camp Rock”, la famosa película protagonizada por Demi Lovato, los artistas emergentes encontrarán un espacio para poder desarrollar su talento, y aprenderán sobre la industria musical de la mano de productores y ejecutivos de disqueras como Sony, Warner y Codiscos.
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La idea surge del interés de Diana Bonell, fundadora y directora del campamento, al percatarse que varios cantantes que están dando sus primeros pasos en la industria no poseen aún el conocimiento de algunas herramientas para su camino profesional: “para mí, los artistas son emprendedores, y como cualquier empresa, necesita saber de marketing, finanzas, del valor agregado, y a no ser que sean contratados por las grandes disqueras, aún hay mucho desconocimiento en esto”.
A partir del ‘vacío’ que encontró Bonell en el mercado, propuso la creación de este espacio en el municipio de Guatapé, que este año realizará su segunda edición a partir del 26 de junio hasta el 15 de julio, y se espera a que próximamente se construya un hotel especializado con cabinas de sonido para que quiénes quieran participar en una próxima edición, cuenten con los espacios adecuados.
Para este 2023, la meta es lograr tener de ocho a quince estudiantes, su propósito es que cada uno pueda tener la posibilidad de tener sesiones personalizadas con los conferencistas invitados. “Tenemos a una de las cabezas de TikTok Latinoamérica que les dará consejos a cada uno sobre las tendencias y la música del momento”, comentó Bonell.
Este campamento cuenta con la presencia de Miguel de Narváez, fundador y director actual de Miguel de Narváez Música; Adriana Restrepo, directora de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) Latinoamérica; Juan Felipe Samper, músico, productor y vocalista de Sin Ánimo de Lucro y Juan Arbeláez, músico, productor y mánager que ha trabajado de la mano de Move Concerts y Universal Music/GTS, entre muchos más. Estos ‘cracks’ como los llama Bonell, son los partícipes de la próxima edición de “Let it Beat”.
Gracias a estas conexiones que ha formado la empresaria con los años, trabajando en diferentes multinacionales y con varios artistas, se realizó un planteamiento estratégico pensado en ocho frentes necesarios a la hora de adentrarse en el mundo musical como un artista: composición, técnica vocal, expresión escénica, industria de la música, habilidades comunicativas, marca personal y del artista, finanzas para músicos y bienestar emocional, donde Bonell hace énfasis y señala que, “al igual que las composiciones y la técnica vocal, la salud mental en fundamental a la hora de crear artistas”.
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“Ser exitoso va más allá de ir a entregas de premios y hacer entrevistas, también está en aprender a aceptar las fallas y no dejarse llevar por las frustraciones que aparecen en el camino”, comentó la empresaria.
El reclutamiento de estos agentes especializados, que son más de 15, viene de la conexión que ha forjado Bonell con cada uno de ellos con el pasar de los años, y también como una respuesta al llamado de una amiga que tras sufrir un aparatoso accidente que le dejó varios huesos rotos, en medio de su recuperación planteó una escuela de verano para ayudar a que cantantes y compositores emergentes, conozcan las bases dentro del negocio musical para evitar, por ejemplo, posibles aprovechamientos de managers o tener algunos ‘tips’ para crear su sello distintivo.
Sobre el papel de las mujeres dentro de la industria, Bonell comenta que cada vez son más las que ocupan cargos directivos, siendo el caso de “Let it Beat” uno de éxito reconocido por la Women Economic Forum Colombia que se realizó en 2022.
Logrando colaboraciones musicales entre estudiantes y artistas de la altura de Alci Acosta y Reykon, Diana Bonell recuerda que aún se siguen enfrentando a nuevos retos cada día, donde su objetivo es dejarles a sus estudiantes, y también como máxima de vida, que la disciplina y la constancia con la clave del éxito en esta industria, de la que también va de la mano la salud mental y el cuidado por sí mismo y los demás. “No es una carrera de velocidad, sino de resistencia”.