
En sus presentaciones, Luli Pampín, combina música, baile, actuación y pedagogía infantil.
Foto: Cortesía
En este lado de la realidad, en los restaurantes se sirve pizza con helado, y las chefs ejercemos muchas profesiones. Nunca se sabe cuándo puede ocurrir una emergencia y haya que apagar un fuego con el camión de bomberos que tenemos parqueado en la habitación. En un salto de cama, nos ponemos las batas y nos convertimos en médicas para atender a media docena de muñecos enfermos que atraviesan todo tipo de calamidades, desde huesos rotos hasta dolores de panza. Y si suena la canción del vampiro vegetariano, bailamos un merengue al ritmo del...

Por Diana Camila Eslava
Periodista del Magazín Cultural de El Espectador. Con experiencia en comunicación y gestión cultural, así como en consultoría empresarial en transformación digital. Maestra en Creación Literaria.@CamilaEslava_deslava@elespectador.com
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