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María Cristina Plata y cómo producir desde la nostalgia

La cantante bumanguesa explora las formas tradicionales en la producción de su reciente producción de música folclórica latinoamericana, llamada “Casi Te Creo”. Fue embajadora nacional de Spotify.

Alberto González Martínez

15 de marzo de 2025 - 08:00 a. m.
María Cristina Plata, cantante de música latinoamericana
Foto: Luz Soria
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María Cristina debía recorrer 16 kilómetros con la música que no le gustaba. Eran las rancheras que su padre le ponía en el viaje de camino a la finca de sus abuelos, que estaba a las afueras de Bucaramanga, en donde se tocaba orgánicamente bandolas y tiples, que a ella le resultaba más atractivos. Con el tiempo también le gustarían aquellas rancheras que detestaba.

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Influenciada por los sonidos de su familia, hizo música andina colombiana con su primera agrupación Trapiche Mole, con la que se recorrió varias partes del país representado una música que no era de su generación, pero que ella siempre quiso llevar como bandera desde que estaba en el colegio y participaba en concursos con guabinas y bambucos, mientras otros cantaban música pop.

Hoy María Cristina Plata presenta, como solista y acercándose a la música latinoamericana, su cuarto álbum “Casi Te Creo”, una producción redonda de diez canciones, como se hacía anteriormente, que fueron escogidas meticulosamente y grabadas en bloque. También como se hacía anteriormente.

Un álbum producido a punta de nostalgia. A punta de la música andina, rancheras, valses y boleros inspirados en aquellos artistas que les gustaba de niña y otros que no tanto, pero que con el tiempo fue apreciando: Chavela Vargas, María Dolores Pradera, José Alfredo Jiménez, Julio Jaramillo, Chabuca Granda y más.

¿Cómo fue la gestación de este disco?

En este álbum hay cosas que están relacionadas con el origen de mi conexión con la música, cuando trabajé solo con la música andina colombiana y luego está la necesidad de exploración de la música latinoamericana. Se pensó desde el inicio en hacerlo bajo una dinámica que fuera tradicional, que es lo que rodea todo el disco. Primero la elección de las canciones que para mí fue un proceso muy meticuloso y luego reunirme con los músicos, hacer los arreglos en vivo, definir texturas, empezar a trabajar con mucha lupa todo y grabarlo en bloque, que son tomas únicas que se eligieron como las mejores.

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¿Con esto de grabar en bloque se buscaba una intención de sincronía o cuál era la búsqueda?

Primero la intención de naturalidad, porque es como sentarnos en una sala a tocar esta música y que sea grabada. Y segundo, el goce de eso mismo, es decir, lo que se siente grabando algo en bloque es increíble porque es haber ensayado antes todos los matices, todos los momentos, tener mucha claridad con el carácter de cada canción. Es un toque de adrenalina porque no es lo mismo llegar, tocar y saber que luego puedes corregir. De hecho, hubo momentos en los que hicimos algunas tomas y quedaban errorcitos. Buscar que fuera lo más humano y natural posible.

¿Qué piensa del reguetón como la música que, para algunos, representa hoy a Latinoamérica?

Es una pregunta muy difícil, pero pienso que es muy importante reconocer todas las expresiones culturales. El reguetón es claro, textual, directo y hace parte de una expresión cultural de ahora. Es decir, no estoy en contra del reggaeton, de hecho, hay canciones que me parecen para divertirse con amigos, para estar en la playa, como que hay otras que no soporto. No es que no escuchen reggaeton, pero por favor, no escuchen solo reguetón porque eso sería muy triste. Hay demasiada riqueza y no dejemos la responsabilidad de esto solo en lo que suena en las calles o en lo que aparece en las pantallas.

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Hace un par de años fue considerada como la embajadora nacional por Spotify y apareció en una de las pantallas del Time Square, ¿cómo fue la experiencia?

Fue muy especial para mí aparecer allí como una mujer destacada en la música latinoamericana, una representación no solo por mí, sino por todas las mujeres que estamos en esta industria. Recuerdo que paradójicamente justo el día que salió yo estaba teniendo que cancelar una gira por una cuestión de salud y mientras estaba pasando allá en todo en Nueva York, yo estaba cuidándome para poder continuar.

¿Cómo se siente con una plataforma como Spotify frente al trato que le da a los músicos independientes?

Es una herramienta que se divide entre amores y odios, pero sin duda creo que es una gran ventaja para nosotros los artistas independientes que podemos ser escuchados en otros lugares del mundo. Cada quien, de alguna manera, optimiza estas herramientas como puede. Para mí es muy lindo saber que lanzamos un disco y que una persona en Australia o en China pueda escucharlo. Eventualmente, esperaría que todas estas alianzas y condiciones que tienen estas plataformas puedan mejorar para nosotros los artistas que invertimos un gran capital y mucho trabajo en la difusión de toda esta música.

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María Cristina pasó de recorrer los escenarios de su colegio para recorrer los teatros internacionales, inclusive aparecer en las pantallas del Time Square, después de ser elegida como embajadora nacional por Spotify. Se presentará en varios escenarios en Colombia (23 de mayo en Medellín, 31 de mayo en Bucaramanga y junio en Pereira, por ahora), México y otros países latinoamericanos y europeos.

Por Alberto González Martínez

Vallenato formado en la Universidad de Antioquia. Escribe sobre música, cine y demás temas culturales.albertosartreagonzalez@elespectador.com

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