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Es poco común que artistas alemanes logren reconocimiento mundial. El metal de Rammstein y de Helloween, el rock de Scorpions y el pop rock de Tokio Hotel son algunos ejemplos de éxito, pero esto fue hace mucho. Tras años de ausencia en el escenario, el nuevo fenómeno alemán que cautiva al mundo llegó con una banda del centro del país, que encontró la fórmula del éxito en una explosiva y rítmica combinación del folk y rock.
Milky Chance, conformada por Clemens Rehbein, voz y guitarra, y Philipp Dausch, segunda guitarra, se formó en 2012. Si bien tuvieron la oportunidad de firmar con disqueras poderosas, los jóvenes artistas decidieron emprender un camino independiente y en solitario.
En 2013 llegó la gran exposición con Stolen Dance, una canción que el vocalista estaba escribiendo antes de que se formara el grupo. El sencillo fue un rotundo éxito desde Austria hasta Hungría. “Me gusta escribir canciones que puedan ser interpretadas de diferentes maneras. Hay canciones que hablan sobre un tema determinado, pero los significados van cambiando para mí. Una canción que escribí hace dos años puede tener un significado diferente hoy. Todo depende del momento, de lo que esté viviendo. Es como un espejo que está frente a ti: no ves el mismo retrato siempre, pues va cambiando con el pasar de los días”, le dijo Rehbein a El Espectador.
El gran peligro de Stolen Dance era que se convirtiera en el único sencillo por el que la banda fuera conocida. Sin embargo, el grupo fue cuidadoso en el desarrollo de su carrera y logró esquivar la maldición del one hit wonder. En 2017, con la publicación de su segundo álbum, Blossom (florecer, en español), Milky Chance no sólo logró permanecer en la cumbre europea, sino que se aventuró al mapa mundial con la participación en los más reconocidos festivales de música. En la noche de ayer, los alemanes se presentaron en el Festival Estéreo Picnic de Bogotá.
“Pienso que en el segundo álbum nos encontramos más a nosotros con respecto a nuestro estilo musical. Es la primera vez que estábamos trabajando por algo que la gente esperaba, y nosotros mismos estábamos esperando algo igualmente, así que ese fue el cambio más grande, la expectativa”, señaló Rehbein.
El vocalista también apuntó que la música del grupo se fundamenta en la construcción de varios géneros. La banda ha citado artistas como Bob Marley y los Red Hot Chili Peppers como influencias. “Escuchamos mucha música y nos inspiramos en diferentes artistas y apuntamos a varias direcciones: música africana, clásica, electrónica, house… Todo se basa en tener la mente abierta”, dijo Clemens. “No tenemos una inspiración clara, tenemos muchas y van cambiando con los años. No se trata de decir Michael Jackson o Marley, es un poco de todo”, añadió.
A los miembros originales de la banda se ha sumado Antonio Greger, quien con su armónica y bajo ha puntualizado el sonido folk.
Rehbein, que se presentaba con la banda anoche en el marco del Festival Estéreo Picnic, aseguró que “los festivales son lo mejor que puedes tener, por su ambiente. Son lugares donde se celebra el intercambio de creatividad y además son espacios para disfrutar la música. Nos encanta bailar en el escenario y que la gente baile con nosotros”, apuntó.
Milky Chance sigue cosechando seguidores a nivel mundial tras su gira. Ahora esperan que su nueva mezcla de electrónica y reggae, acompañada de una característica voz rasposa, divierta al público. “En septiembre volveremos a trabajar en nuestra música, tal vez en un nuevo álbum”, concluyó el cantante.