La excusa de que Bogotá no tiene un espacio apropiado para los conciertos masivos está por caducar. La inauguración oficial del Movistar Arena después de más de un año de largos trabajos en infraestructura y acondicionamiento técnico y acústico será un hecho el 3 de octubre, cuando se sabrá si valió la pena la espera, que se ha prolongado desde 2015 cuando se confirmó la propuesta de un consorcio colombo-chileno, que ofreció reconstruir con recursos propios el edificio (bajo la figura de alianza público-privada) a cambio de la exclusividad para operar el escenario por 25 años.
El antiguo Coliseo Cubierto El Campín, que estaba en pie desde 1973, sirvió como estructura para la nueva edificación que cambió su aspecto de manera diametral, ya que tuvieron que ser intervenidos más de 37 mil metros cuadrados, así como una porción considerable del espacio público circundante. El tope serán noventa espectáculos anuales de primera calidad que antes no tenían cabida óptima en la capital colombiana. Presentaciones como las de Miguel Bosé, Juanes y Sebastián Yatra; así como recitales de Sting y Shaggy, se harán realidad en el Movistar Arena, la nueva caja acústica de Bogotá.