El musical “El Rey León” cumplirá mañana 25 años desde su estreno en 1997 y lo celebra en tres continentes donde la obra aún sigue representándose, después de aportar a la cultura universal personajes como Simba o canciones como “Hakuna Matata”.
Las cifras logradas por este musical de Disney son apabullantes: lo han visto 110 millones de personas en 100 ciudades distintas de 21 países “de todos los continentes salvo la Antártida”, como proclama la productora.
Se ha traducido a nueve idiomas y actualmente siguen viéndola una media de 115.000 personas por semana en Nueva York, Madrid, Londres, París, Tokio y Hamburgo.
“No es solo por la música, lo que la hace universal es los temas que trata: el valor de la amistad, del amor y de la familia, dice a EFE Pearl Khwesi, la actriz sudafricana que interpreta a la leona Nala en la versión neoyorquina tras haber triunfado previamente en su versión española en Madrid.
Khwesi y el argentino Agustín Argüello -que hace de Simba en la versión española- se han encontrado en Nueva York para grabar juntos una nueva versión de “Can you feel the love tonight”, una de las canciones que Elton John compuso para la película y que interpretarán dentro de las celebraciones de aniversario que comienzan mañana.
CELEBRACIONES TAMBIÉN EN ESPAÑOL
El público que cada día llena los 1.300 asientos del Minskoff Theater de Broadway -donde los boletos no bajan de 100 dólares entre semana ni de 200 en fin de semana- es tan diverso como la ciudad de Nueva York y sus turistas, pero a la productora no se ha escapado el peso de los espectadores latinos.
Por ello, la versión que Khwesi y Argüello cantarán juntos será en inglés y en español, para recalcar así el alcance mundial de la obra y el hecho de que también en Madrid el musical, que lleva 10 años en cartelera (con 5 millones de espectadores), ha batido todos los récords del género en su presentación en el Lope de Vega.
Argüello, que también representó el musical en México, cree que ha resistido bien el paso del tiempo porque “sus mensajes no pasan de moda: el arraigo a tu tierra, la lucha por la justicia, el valor de cada uno en la cadena de la vida... por eso es una obra tan especial, independientemente del lugar”.
Pocas personas habrá que no conozcan el argumento: Mufasa, el viejo rey león, muere en una estampida de ñus provocada por su propio hermano Scar, quien le arrebata el trono tras culpar del accidente al hijo heredero, Simba. Este último se exilia durante años, siendo adoptado por un suricato y un jabalí bastante irreverentes con los que vive una vida despreocupada hasta que se reencuentra con Nala, una vieja amiga, y juntos recuperan el reinado.
Dicen que los autores se inspiraron en la historia de Hamlet, aunque despojándola de todas las aristas y convirtiéndola en una obra para todos los públicos, que tuviera ante todo final feliz.
UNA HORA DE MAQUILLAJE AL DÍA
Uno de los logros que hace a “El Rey León” inolvidable -y que le ha valido tantos premios como la música- es la coreografía y el vestuario: desfilan por el escenario enormes elefantes, rinocerontes y jirafas compuestos por varias personas que mueven complejos armazones de maderas, papel y metal con la suficiente flexibilidad como para permitirles bailar.
Los personajes principales, por su parte, están vestidos con telas, collares de hueso o monedas, máscaras, plumajes y gorros, además de abundante pintura facial. Argüello dice que cada día le lleva 50 minutos acicalarse antes de salir a escena.
Sin embargo, Khwesi dice que no es el maquillaje lo más costoso, sino la exigente preparación física y vocal que cada día tienen que demostrar en un espectáculo donde no paran de saltar y rugir mientras cantan. A veces, como en los fines de semana, suma dos actuaciones (de dos horas) con su preparación previa.
“Somos atletas de la actuación -resume Argüello-. No imaginas lo que nos cuesta haber llegado hasta aquí: superar castings de canto, de actuación, de fortaleza física... Y no podemos bajar la guardia porque tenemos que darlo todo”.