Piso 21, un crisol de ritmos y experiencias

“Ubuntu” es el segundo disco del grupo, conformado por Pablo Mejía (Pablito), Juan David Castaño (Llane), Juan David Huertas (El Profe) y David Escobar (Dim). Una noche de mayo, les cantaron al amor y a las mujeres en la capital de Guatemala.

Nicolás Fernández Sánchez*
03 de junio de 2018 - 02:00 a. m.
El grupo Piso 21, que lleva más de una década en el ámbito musical, durante su concierto hace unos días en Guatemala.   / Elena Yec
El grupo Piso 21, que lleva más de una década en el ámbito musical, durante su concierto hace unos días en Guatemala. / Elena Yec
Foto: YECPHOTO

Minutos antes de que los cuatro integrantes de la agrupación paisa Piso 21 subieran al escenario de la Futeca Cardales de Cayalá (Guatemala), recordaron como grupo los principios de su más reciente álbum y la elección de Guatemala como locación de uno de sus videos.

“Una persona muy cercana a nosotros, que nos ayudaba en temas de convivencia, nos dijo que vivíamos bajo la filosofía Ubuntu, eso nos quedó muy grabado y decidimos que ese sería el nombre perfecto para nuestro álbum, es la filosofía que hemos estado viviendo en los últimos años”, dijo Juan David Castaño, conocido artísticamente como Llane. “No nacimos con ella, poco a poco hemos aprendido a vivir en Ubuntu”.

Las vibraciones de los bajos y los gritos de los asistentes al evento ambientaban la conversación. Afuera del camerino, a una distancia de menos de 10 metros, se presentaban Manuel y Julián Turizo, también nombres destacados dentro del movimiento urbano en Colombia.

“Ubuntu fue una filosofía implementada por Nelson Mandela para generar unión en el pueblo sudafricano, es el arte de compartir, es sobre cómo me vuelvo humano, a través de los otros”, agregó el artista.

Se trata del segundo álbum de cuatro artistas que conforman uno de los grupos musicales más exitosos de los últimos años. Allí se encuentran sencillos como Te amo, junto al argentino Paulo Londra; Me llamas, Besándote y Déjala que vuelva, en la que participó Manuel Turizo, y muchos de esos temas han ocupado las principales casillas de las canciones más escuchadas en Latinoamérica, según plataformas como Spotify y Deezer.

Escuchar este trabajo musical es descifrar la evolución musical de Piso 21. Es presenciar la combinación de ritmos pop con otros que fueron y se están convirtiendo en tendencia, como la kizomba y el dancehall, que entran en juego, se unen, con ritmos o beats más orgánicos y electrónicos. Quizá la esencia de estos artistas.

“Nuestra evolución ha sido muy grande. Empezamos en Medellín en 2007, teníamos muchas influencias de baladas y escuchábamos reguetón. La primera canción que grabamos tenía un rapeo de un artista de Medellín, desde ahí empezó esa afinación con lo urbano. -cuenta David Escobar Dim- Cuando nos juntamos con Nicky Jam en la canción Suele Suceder, dijimos: Aquí vamos a empezar a poner nuestro sello”.

Muchas cosas cambian menos sus temáticas: el amor y la mujer. Llevan casi una década explorando los géneros urbanos sin caer en el juego comercial del sexo, las drogas y el dinero. “Nosotros nunca podríamos manejar esas temáticas porque no hemos vivido eso y como artistas tenemos que ser reales”, dice de manera enfática Llane.

Han pasado un par de minutos desde que se escuchó la voz de los hermanos Turizo por última vez. La música continúa. Empiezan a desfilar canciones que no pertenecen a ninguno de los dos artistas que se presentan este viernes 18 de mayo, en la capital guatemalteca. El volumen baja y un hombre toma el micrófono. Pregunta por los que vinieron a ver al cuarteto colombiano. El ruido es impresionante.

En menos de diez minutos los miles de asistentes a este escenario, ubicado al oriente de Guatemala, cantarán, bailarán y presenciarán el espectáculo de Piso 21. “Hace un año, exactamente, vinimos a un concierto y fue algo pequeño. Nos acaban de decir que triplicamos el número de personas. O sea que estamos haciendo las cosas bien”, dijo Pablo Mejía, Pablito.

Un par de semanas antes de la presentación, el grupo visitó el país centroamericano. En aquella oportunidad conocieron y exploraron algunos de los destinos más consolidados e imponentes de su geografía. De la mano de la productora 36 Grados, filmaron el video de su canción La vida sin ti, uno de los pilares del registro Ubuntu, en lugares como el Parque Nacional Tikal y el Volcán Pacaya.

“No queríamos mostrarnos como los artistas lo hacen siempre, como personalidades con éxito, con cosas grandes, con la pinta superproducida, sino mostrar un poquito más del alma de lo que somos como Piso 21. -agrega Pablito- Estamos felices de que haya pasado, nos damos cuenta de que no fue una casualidad, sino que hay un plan perfecto para todo y el primer video de Ubuntu tenía que ser aquí”.

Tras el anuncio y el estruendo, el camerino se llenó de movimiento. Miembros del staff y la logística comienzan a cargar cables, micrófonos y hasta guitarras. El evento está a punto de empezar. Cuatro despedidas, un par de fotos y muchos abrazos. Más de mil personas esperan por Piso 21 y sus cuatro integrantes están listos para conquistar al público con el arma infalible de sus canciones.

*El periodista viajó a Guatemala por invitación de Inguat.

Por Nicolás Fernández Sánchez*

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