
El pianista Eddie Palmieri en un concierto en Cancún (México).
Foto: EFE - Alonso Cupul
En las interminables rumbas salseras de Cali aún se conserva el recuerdo de la ocasión en que Eddie Palmieri, fallecido en Nueva York esta semana a sus 88 años, escuchó la forma en la que los programadores musicales ponían a sonar su canción “Palo de mango”, del álbum “Champagne” (1968).
El truco consistía en tomar el disco de vinilo en donde viene la canción, normalmente de 33 revoluciones por minuto, y ponerlo a sonar en la tornamesa a 45 revoluciones, aproximadamente 1,5 veces más rápido del tempo original de la canción. Esto aceleraba el...
Por Hugo Santiago Caro
Periodista de la sección Mundo de El Espectador. Actualmente cubre temas internacionales, con especial atención a derechos humanos, migración y política exterior.@HugoCaroJhcaro@elespectador.com