Rap Bang Club borda su expansión en un cypher internacional con Norick y Foyone
El dúo de hip hop bogotano cierra un brillante año de trabajo en el que han logrado asombrar gracias a un trabajo basado en los cypher y en una propuesta musical y audiovisual moderna. Vea lo más reciente del grupo.
Felipe García Altamar.
El hip hop en Colombia ha tomado un nuevo aire. Y promete no ser solo una ráfaga sino un verdadero huracán. El trabajo constante de un sinnúmero de artistas y colectivos ha logrado consolidar una generación que da una esperanza de tener otra vez un panorama sólido. Rap Bang Club, un dúo bogotano conformado por Karin B y Pezcatore, hace parte de ese gran linaje de rappers con propuestas novedosas y que se ha adiestrado con la necesidad de mostrar productos buenos y originales.
Hoy en día, un consumidor asiduo de música entra a cualquier plataforma y tiene millones de propuestas por conocer. De ahí que grupos como Rap Bang Club se hayan preocupado tanto por innovar y producir a un ritmo fulminante. Los ingredientes más fuertes en su receta son los cypher y la búsqueda de una técnica musical y audiovisual completa.
Su más reciente producción es un cypher en el que participa el peruano Norick (Rapper School) y el español Foyone, subiendo así otro escalón en cuanto a nivel y colaboraciones y, además, presentando otra credencial como grupo a tener en cuenta en el panorama nacional.
“Creemos que esa es la manera en que la gente se da cuenta que más allá de una escena hay una industria, un movimiento; hay algo que se está generando en cuanto al hip hop latinoamericano y un cypher es una herramienta gigante”, dice Pezcatore sobre la importancia que están recobrando este tipo de herramientas para la consolidación de un proyecto.
El trabajo de Rap Bang Club está lejos de menguarse. En solo un año han logrado lo que para muchas bandas tomó más de un lustro, con buenos números en plataformas y presentaciones en respetadas tarimas junto a grandes grupos del país. “La idea es invadir y llegar a públicos que se están abriendo a esa cultura que hasta hace un tiempo estaba bastante sesgada”, dice Karin B, quien reconoce que no han hecho ni la mitad del trabajo que quieren hacer. Un quehacer serio, comprometido, 24/7 y, sobre todo, novedoso, que no dé lugar a dudas sobre la ardua producción que se realiza en la capital del país.
fgarcia@elespectador.com
El hip hop en Colombia ha tomado un nuevo aire. Y promete no ser solo una ráfaga sino un verdadero huracán. El trabajo constante de un sinnúmero de artistas y colectivos ha logrado consolidar una generación que da una esperanza de tener otra vez un panorama sólido. Rap Bang Club, un dúo bogotano conformado por Karin B y Pezcatore, hace parte de ese gran linaje de rappers con propuestas novedosas y que se ha adiestrado con la necesidad de mostrar productos buenos y originales.
Hoy en día, un consumidor asiduo de música entra a cualquier plataforma y tiene millones de propuestas por conocer. De ahí que grupos como Rap Bang Club se hayan preocupado tanto por innovar y producir a un ritmo fulminante. Los ingredientes más fuertes en su receta son los cypher y la búsqueda de una técnica musical y audiovisual completa.
Su más reciente producción es un cypher en el que participa el peruano Norick (Rapper School) y el español Foyone, subiendo así otro escalón en cuanto a nivel y colaboraciones y, además, presentando otra credencial como grupo a tener en cuenta en el panorama nacional.
“Creemos que esa es la manera en que la gente se da cuenta que más allá de una escena hay una industria, un movimiento; hay algo que se está generando en cuanto al hip hop latinoamericano y un cypher es una herramienta gigante”, dice Pezcatore sobre la importancia que están recobrando este tipo de herramientas para la consolidación de un proyecto.
El trabajo de Rap Bang Club está lejos de menguarse. En solo un año han logrado lo que para muchas bandas tomó más de un lustro, con buenos números en plataformas y presentaciones en respetadas tarimas junto a grandes grupos del país. “La idea es invadir y llegar a públicos que se están abriendo a esa cultura que hasta hace un tiempo estaba bastante sesgada”, dice Karin B, quien reconoce que no han hecho ni la mitad del trabajo que quieren hacer. Un quehacer serio, comprometido, 24/7 y, sobre todo, novedoso, que no dé lugar a dudas sobre la ardua producción que se realiza en la capital del país.
fgarcia@elespectador.com