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Cuando en abril de 2010 un grupo de jóvenes bogotanos se reunieron en un campo a las afueras de la ciudad para ver a Matisyahu, Bomba Estéreo, Superlitio e Instituto Mexicano del Sonido, pocos imaginaban que ese experimento llamado Estéreo Picnic se convertiría en uno de los festivales más importantes de Latinoamérica. Lo que empezó como un sueño de una sola jornada se transformó, con los años, en un ritual colectivo que en 2026 cumple 15 años de música, cultura y memoria.
Los artistas confirmados para el FEP 2026
La espera terminó. Esta mañana se ventiló el cartel oficial del Festival Estéreo Picnic 2026, que volverá al formato de tres días, del 20 al 22 de marzo, en el icónico Parque Metropolitano Simón Bolívar. La noticia llegó como un terremoto para quienes ya estaban devorando redes, cruzando dedos desde antes de la confirmación.
Desde el primer minuto se nota que el festival apuesta por una programación ecléctica, que reúne lo más relevante de la escena latinoamericana contemporánea junto a artistas internacionales de gran alcance.
Grupos y voces como Deftones, Peso Pluma, Young Miko y KATSEYE son la carta fuerte latino. A ellos se suman The Warning, JUDELINE, Nicolás y Los Fumadores, Pirineos En Llamas, Aria Vega, Briela Veneno y Elniko Arias, configurando un escenario rico en ritmos diversos y energías que van del rock alternativo al urbano más punzante .
El toque internacional no se queda atrás: la luminosa Lorde, las popstars estadounidenses Sabrina Carpenter y Chappell Roan, el fenómeno del K-pop RIIZE, la banda de rock neoyorquina Interpol, la galardonada MARINA, la mítica The Killers, y el disruptivo Tyler, The Creator componen un cartel de alto calibre global. También destacan nombres como Addison Rae, Viagra Boys, Lola Young, The Dare y TURNSTILE, que le dan un matiz alternativo vibrante al lineup .
El FEP a través de los años
En esos primeros escenarios improvisados, la lluvia bogotana puso a prueba a los asistentes. Pero la idea de un festival que reuniera rock, electrónica, reggae, hip hop y propuestas locales empezó a echar raíces. El gran salto llegó en 2013, cuando el Picnic dejó de ser una promesa y se consolidó como fenómeno: The Killers y New Order encabezaron un cartel que puso a Bogotá en el mapa de los grandes circuitos internacionales. Ese año, junto a ellos, sonaron Foals, Café Tacvba, Major Lazer y Steve Aoki, sellando la primera gran transformación del evento.
Desde entonces, cada edición ha traído momentos que hoy se cuentan como estampas de memoria colectiva. En 2014, los riffs de Red Hot Chili Peppers y la intensidad de Nine Inch Nails hicieron vibrar la sabana; en 2016, el escenario se llenó de flores y energía con Florence + The Machine, mientras Mumford & Sons confirmaba que el folk también podía arrastrar multitudes. Un año después, The Strokes y The Weeknd demostraron que el Picnic ya no era un festival emergente, sino un destino obligado.
Con el tiempo, la diversidad se volvió su sello. Lo alternativo convivió con lo masivo: de Snoop Dogg a Tame Impala, de The XX a J Balvin, de Wu-Tang Clan a Feid. Esa mezcla de géneros y generaciones convirtió al festival en un espacio donde la electrónica dialoga con el reguetón, el indie con el vallenato y el pop con el rock más ruidoso.
La edición de 2024 fue prueba de ello: The Chemical Brothers trajeron su espectáculo de luces hipnóticas, mientras J Balvin y Feid llenaban el campo con beats urbanos y color caribeño. Y cuando The Offspring cerró la noche con un grito punk, se entendió que el Picnic ya no era un festival de nicho, sino un espejo de la cultura global.
