Son Palenque, “Fuerza negra para gozar”

Portada de “Kutu Prieta pa Saranguia” (“Fuerza negra para gozar”), el más reciente disco de Son Palenque. / Guillermo Camacho

Un año tardó Justo Valdés, voz líder de la agrupación Son Palenque y heredero de la musicalidad de su padre Cecilio Valdés, más conocido como Ataole, para presentar Kutu Prieta pa Saranguia (Fuerza negra para gozar), un registro con doce canciones con distintos estilos, que van desde la champeta, hasta el bullerengue; y de la chalupa hasta el lumbalú. 

El trabajo discográfico contó con la participación de destacados músicos invitados, entre ellos el maestro Michi Sarmiento, arreglista y saxofonista de la costa Caribe colombiana integrante de agrupaciones como Ondatrópica, aunque también figuró al lado de Joe Arroyo. Otros de los convidados fueron Mario Galeano, músico director de Ondratrópica; Pedro Ojeda, baterista; Franklin Tejedor, percusionista del dúo Mitú; y Franklin Montaño, guitarrista de bandas como Sidestepper y Bomba Estéreo.

“En este álbum el grupo Son Palenque sigue en su camino de modernizar la tradición para no dejarla morir, sin perder el sabor original y sin olvidar su propuesta musical, que es pionera de este género”, menciona Lucas Silva, productor y director del sello discográfico Palenque Records.

El inicio del grupo, como lo recuerda Justo Valdés, fue en el año 1979 cuando se encontró con sus compañeros en las playas de Cartagena cantando la canción Gele Gele, que nunca se grabó y de la que se desprende su seudónimo. Al comienzo, el grupo viajó a ciudades como Barranquilla, San Andrés y Bogotá, para después conquistar plazas foráneas como París y Montpellier. Los integrantes de Son Palenque también han estado en Ámsterdam, en Holanda y en Rabat, capital de Marruecos. 

Son Palenque se presentó por primera vez de manera oficial en el Festival de Música del Caribe, que se realizaba en Cartagena a mediados de los años 80. El grupo interpretó el tema I tan pa loyo,  que se convirtió en la canción representativa del evento y su ritmo fue pionero de lo que hoy se conoce como terapia criolla. Justo Valdés se siente orgulloso de su herencia africana y por eso canta en lengua palenquera, defendiendo su esencia en cada rincón del mundo.  

Él conoce muy bien la historia de sus ancestros y es un defensor de la cultura tradicional. En su casa en el barrio Pablo Sexto II de Cartagena, su ímpetu se destaca y los vecinos saben muy bien que detrás de ese hombre de paso firme y voz serena se encuentra la magia de Son Palenque, que hasta Carlos Vives la ha mencionado en sus canciones. 

A mediados del año pasado, Lucas Silva decidió con el apoyo de Tigo Music, grabar el disco Kutu Prieta pa Saranguia (Fuerza negra para gozar) de manera independiente. Personas como Leonardo Rodríguez, artista colombiano; y el mexicano Josué Granados colaboraron para que el grupo pudiera viajar a Bogotá y realizar el registro, cuyo diseño gráfico estuvo a cargo de Najle Silva.

A mí me encomendaron hacer la fotografía de portada. Por esos días me encontraba en la ciudad de Cartagena y nos reunimos en el Centro Histórico. A la cita llegaron casi todos, excepto Enrique Tejedor, así que con Justo Valdés decidimos que no queríamos la típica imagen postal de la Cartagena amurallada. Les propuse, entonces, ir al desaparecido Chambacú, inmortal y célebre en las historias de Manuel Zapata Olivella. 

Chambacú representa las luchas y resistencias de un pueblo por no perder su cultura y su tradición. Por eso esta portada es un homenaje a las poblaciones que han sido olvidados, es un reconocimiento al pueblo cartagenero. La música de Son Palenque será eterna y este álbum es el número 16 para la larga lista de trabajos discográficas de la agrupación. Se trata de toda una joya para quienes amamos la música afrocolombiana.

Son Palenque está integrada por Justo Valdés, Pánfilo Valdés, Tomás Valdés, Enrique Tejedor, Luciano Torres, Cecilio Torres, Alfredo Olmos y Gustavo Álvarez.