Aunque lo quisiera, Alexis Fitzgerald no podría ocultar su simpatía. Lleva un vestido amarillo por encima de sus rodillas a pesar de estar en Bogotá, una ciudad donde se supone hace un inclemente frío. De su rostro llaman la atención la sonrisa blanca que delata su labio superior al reír, un par de comillas alrededor de la boca, adornadas con un aro en su nariz y el color verde de sus ojos. Tiene una personalidad fuerte, lo reconoce, y su cabello, crespo, abundante, un poco mono, un poco café, pero sobre todo rebelde, no deja que pase desapercibida. No espera a ser saludada, da un paso adelante, extiende su mano y se presenta. Ella es la bajista de “The new respects”, una banda de Nashville, Estados Unidos.
Su cabello alborotado es la clave para diferenciarla de Alexandria Fitzgerald, guitarrista, su hermana gemela. Dicen tener personalidades diferentes, pero la amabilidad puede ser un elemento en común. Cuando sus pómulos se tensan para regalar una sonrisa, sus parpados amenazan con tapar los ojos claros, mientras que las narices de ambas se encogen. A diferencia de Alexis, Alexandria lleva el cabello recogido y un overall verde militar, acompañado con una chaqueta de jean que tiene en su pecho la bandera de Estados Unidos. Darius Fitzgerald, su hermano menor, también está en el grupo y toca la batería. Y, como más que una banda, son una familia, la prima Jasmine Mullen, con la que crecieron entre las calles de Nashville y compartieron la adolescencia, es la vocalista.
Tienen en común la sangre, la música y el sentimiento afroamericano.
Alguna vez, cuando Alexis y Alexandria estaban en el jardín escolar, querían tocar música con sus compañeros de clase, pero las rechazaron por tener la piel de “otro color”, por ser negras. “Es triste, me acostumbré a eso. No es que todos sean así, pero en ocasiones tuve que actuar de cierta forma para estar a salvo”, recuerda Alexis. Ese rechazo no detuvo su música, ni el deseo de responder con amabilidad y una sonrisa a las situaciones de racismo que tuvieron que vivir mientras crecían. Por el contrario, los convirtieron en amabilidad, amor y compasión, la forma en la que decidieron enfrentarse al mundo, valores que las llevaron a ellas y a “The new respects” a representar a la comunidad afroamericana de su país en el “Black history month”, mes de la historia afroamericana, que se celebra en febrero.
Crecieron en una iglesia donde nativos americanos, españoles, negros y blancos compartían sin importar la raza o el color de piel. Esa era su idea de mundo, un lugar sin discriminación, pero las experiencias de vida y los medios les mostraron que algunas personas de la comunidad afroamericana estaban expuestas a situaciones de discriminación. A pesar de los momentos complejos, el hermano Darius asegura que crecieron en un lugar hermoso donde fueron amados. Como banda están convencidos de que no pueden quedarse con los estereotipos porque tienen la oportunidad de cambiar el significado que tiene el mundo de una persona negra, aunque no sea un trabajo fácil. “Si alguien me habla de una forma irrespetuosa, puedo sonreír y responder con respeto”, esa es la forma en la que Alexis quiere romper los paradigmas.
El cuarteto comenzó a hacer música en la secundaria. Quizá 2009, tal vez 2010, no recuerdan una fecha exacta, pero se ríen al intentar construir una línea de tiempo de la historia de su grupo. Solo Alexandria Fitzgerald había tomado clases de guitarra en la escuela; sus hermanos y su prima eran empíricos. Al graduarse le dijeron a su familia que se dedicarían a la música. Como la mamá de Jasmine Mullen fue artista, recibieron su apoyo y, aunque los padres de los hermanos Fitzgerald estuvieron sorprendidos por la decisión, también se sumaron al deseo de sus hijos. Se presentan como un grupo de pop, soul y rock & roll. Alexis es el pop; Jasmine, el soul; Alexandria, el rock, y Darius, el roll, una suma de influencias musicales y personalidades que se conjugaron bajo el nombre de “The new respects” para crear un sonido propio.
En español traduce ‘los nuevos respetos’. Tuvieron muchas ideas para nombrar su banda, pero están agradecidos de que las otras opciones no funcionaron. Cuando encontraron “The new respects” les pareció “genial” porque significa el respeto por ellos mismos, Dios y las personas que se encuentran a diario, cosas que para ellos son básicas en la vida. El nombre declara respeto, una promesa para ellos, cuatro jóvenes de Nashville que le apuestan a cambiar estereotipos y enviar un mensaje a través de la música. “Something to believe in”, “Come as you are”, “Money” y “Hey”, han sido algunos de sus sencillos, resultado de trabajos en el estudio de los que aprendieron que el producto es algo que se puede vender, pero el proceso para hacerlo, el cómo aprendieron a hacer música, es algo que pueden tener por siempre.