Väsen: un viaje sonoro en el tiempo a tierras escandinavas

Reseña sobre la presentación ofrecida por la agrupación sueca Väsen en la Sala de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango. El colectivo también estuvo en Riohacha, Valledupar y Villavicencio.

Violeta Solano Vargas*
02 de agosto de 2018 - 07:28 p. m.
La agrupación Väsen está integrada por el violista Mikael Marin, el guitarrista Roger Tallroth, y Olov Johansson, intérprete de la nyckelharpa.  / Gabriel Rojas © Banco de la República
La agrupación Väsen está integrada por el violista Mikael Marin, el guitarrista Roger Tallroth, y Olov Johansson, intérprete de la nyckelharpa. / Gabriel Rojas © Banco de la República

Una vez más tuve el privilegio de estar en la Sala de Conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango y descubrir nueva música, esta vez de un país escandinavo, Suecia. El concierto estuvo a cargo de la agrupación Väsen, conformada por tres músicos suecos que por primera vez visitaban Suramérica y, como uno de ellos lo mencionó: "¡Qué mejor lugar que Colombia para hacerlo!". Cabe destacar que Väsen estuvo también presentándose en Riohacha, Valledupar y Villavicencio en el marco de la Temporada Nacional de conciertos del Banco de la República, lo cual seguramente fue una gran experiencia tanto para los integrantes del grupo como para las personas que asistieron a los conciertos y pudieron deleitarse con un horizonte musical diferente.

Después de un corto silencio en la sala, ingresaron al escenario tres hombres sonrientes que, sin pronunciar palabra alguna pero habiendo saludado a su público, comenzaron la interpretación de su repertorio. Desde ese silencioso pero caluroso saludo sentí mucha empatía con lo que el violista Mikael Marin, el guitarrista Roger Tallroth, y Olov Johansson, intérprete de un bellísimo instrumento tradicional, la nyckelharpa, transmitieron a lo largo de su presentación.

Para dar inicio al concierto, estos músicos compositores que llevan alrededor de tres décadas trabajando juntos, interpretaron Väsenvalsen, un vals ‘tradicional’. Esa primera interpretación musical puso de manifiesto la particular sonoridad de Väsen. El primer tema, compuesto por Marin, con una suave y breve introducción, dejó percibir un lenguaje que no parecía propio de lo que podría considerarse música ‘tradicional’ sueca. Sin embargo, el crescendo finalmente nos sumergió en un ambiente sonoro característico de las músicas de esa región del globo que, a mí me hizo pensar en músicas ‘tradicionales’ irlandesas o escocesas. En general, el desarrollo del tema —que oscila entre un dinamismo interpretativo pero que en su forma vuelve en dos ocasiones a la sección inicial— me gustó pues permite apreciar cómo estos músicos se han apropiado del lenguaje musical ‘tradicional’. Paralelamente, la sincronización, la habilidad técnica y la sinergia entre ellos son cualidades que evidencian la complicidad y calidad musical que emanan los integrantes de Väsen.

Desde el inicio y hasta el final del concierto me invadió una sensación de alegría y satisfacción que me dibujó una sonrisa que me ha acompañado durante varios días. Para mí, de eso se trata, en gran medida, asistir a un concierto: lograr a través de la música que se despierten emociones que me hagan vibrar. Fue muy placentero tener la suerte de sentir eso en la presentación de Väsen, conectarme con la música pero igualmente, y aunque de una forma abstracta y subjetiva, con los individuos que le dan vida a esos sonidos.

Otro aspecto que fue una constante pero que logré percibir con la primera obra y que me llamó la atención fue el movimiento corporal de Mikael, Roger y sobre todo Olov. La capacidad y naturalidad para expresar armoniosamente cada nota, las dinámicas, matices, colores me invitaron a moverme, no limitándome simplemente a escuchar sino a sentir con mi cuerpo. En efecto, la danza o el baile es sin lugar a dudas un componente importante y presente en la gran mayoría de músicas tradicionales en el mundo. Aun así, durante el concierto eché varias veces un vistazo a los demás asistentes para ver si tal vez estaban moviéndose igual que yo pero no, me sentí un poco sola en ese sentido, de ese ‘otro’ lado del auditorio. Algunos escuchaban atentamente, otros leían el programa de mano.

Al finalizar el segundo tema, Sommarpolskan, una polska que constituye uno de los géneros más populares de la música ‘tradicional’ sueca, el guitarrista saludó al público que se encontraba en la sala; igualmente hubo una rápida presentación de los músicos. A partir de ese momento, alguno de ellos, pero sobre todo Olov Johansson y Roger Tallroth, antes de iniciar la interpretación de cada tema del repertorio, se tomaron unos minutos para hablar respectivamente de cada obra que, sin excepción, son composiciones propias. En sus intervenciones había una clara intención de ‘romper el hielo’ para contextualizar su repertorio, generar cierta cercanía con el público y hacernos reír.

En total fueron doce temas los que escuchamos. El concierto cerró con una gran ovación por parte de los asistentes. Yo salí de allí con mucha curiosidad por escuchar y conocer más sobre las músicas suecas, y agradeciendo a quienes elaboran la programación musical del Banco de la República y nos brindan la posibilidad de conocer y viajar a través de músicas hasta otras latitudes.

* Etnomusicóloga de Saint-Denis Université (Paris 8) y del EHESS de París. Desde 2012 es docente e investigadora del Programa de formación musical y la Maestría en músicas colombianas de la Universidad El Bosque.  

Por Violeta Solano Vargas*

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar