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Veinte años de Rock al Parque

Nació como una expresión juvenil derivada del gusto por la música. Hoy el evento se ha transformado en el espacio con el mayor número de asistes en Bogotá.

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Redacción Cultura
05 de julio de 2014 - 04:49 p. m.
/Cortesía Idartes
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El rock se escucha y se toca en Colombia desde la década de los 50 con presencia de agrupaciones que buscaban una identidad propia. Se presentaron conciertos en vivo de Bill Haley y sus Cometas, las emisoras programaban a Elvis Presley, Chuck Berry y Jerry Lee Lewis, se proyectaban películas sobre el género y en 1964 se grabaron los primeros discos de rock colombiano con los Daro Boys. Malanga, Génesis, Los Speakers y Los Flippers aparecieron promoviendo cambios en el gusto musical y la actitud de los jóvenes frente a su entorno familiar y social, aportando al sonido del rock en español.

Los años 70 sorprendieron con festivales de rock al aire libre. El Festival de la Vida, en el Parque Nacional, los shows de Lijacá, los conciertos en Melgar, Silvia y Jumbo, el Festival de Ancon en Medellín, el Festival de la Miel en Honda. En los 80 se creó Compañía Ilimitada y se escucharon Charly García, Los Prisioneros, Toreros Muertos y Enanitos Verdes. En 1988 se realizó el Concierto de Conciertos, vislumbrándose nuevas sonoridades como el heavy metal, el punk, el thrash metal, el death metal y el black metal, que cuestionaron los valores tradicionales de la sociedad e involucraron agrupaciones de sectores populares, generándose una identificación entre el sonido del metal y la condición de la modernidad. Se conocieron Némesis, Masacre, Confusión, La Pestilencia, Darkness, Minga Metal, Kraken, que llegaron a proyectarse internacionalmente.

Para la década de 1990, Bogotá, con una población de 5 millones de habitantes, en medio de un país en guerra, cercado por el narcotráfico y el terrorismo, suspendió los conciertos masivos, dificultando la circulación de las agrupaciones. La sociedad y los estamentos oficiales estigmatizaron a los jóvenes en general y particularmente a los seguidores del rock. Por influencia de la Constituyente del 91, el Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT) promovió acciones buscando un mayor reconocimiento de las artes en Bogotá y la participación de los jóvenes en la oferta oficial.

En 1992 lanzó una convocatoria pública para identificar los gustos musicales de estos jóvenes, cuyos resultados sorprendieron por el número de bandas rockeras. La entidad dio una respuesta inmediata organizando el Primer Encuentro Música Joven Santa Fe de Bogotá, en la sala Oriol Rangel del Planetario Distrital. Hicieron su entrada por primera vez a este espacio las guitarras eléctricas con grupos como La Derecha, 1.280 Almas y Andrea Echeverry, entre otros. El festival realizó un segundo encuentro entre el 9 de junio y el 1º de julio de 1993, en el que participaron 19 agrupaciones, entre las que se destacaron Sangre Picha, Monóxido y los Aminoácidos, El Duodeno y sus Intestinos, de Ramiro Meneses, Ekhymosis, Ex-3, Marlo Hábil, La Catedral, Yuri Gagarin, Carpe Diem, La Derecha, Juanita Dientesverdes, Bajo Tierra y Los Árboles.

En este marco, el cantante de La Derecha, Mario Duarte, y el empresario Julio Correal solicitaron apoyo para contar con escenarios que dieran cabida a un mayor número de asistentes, condiciones técnicas apropiadas, divulgación en medios y una organización logística. La Subdirección de Fomento y Desarrollo Cultural del IDCT se dio a la tarea de organizar un primer “gran” festival de rock que cumpliera con estas expectativas.

Primer Festival Rock al Parque

La propuesta de cuatro puntos fue aprobada por la dirección del instituto y la Alcaldía Mayor de Bogotá: formular políticas para el fomento de las prácticas artísticas de los jóvenes, impulsar la organización de las agrupaciones y el surgimiento de nuevas bandas, fomentar el trabajo de los gestores culturales y crear nuevos públicos con la gratuidad.

En reuniones interminables y conversaciones eternas se concluyó que los únicos espacios que cumplían condiciones eran los parques de la ciudad. De manera colectiva se pronunció y acogió el nombre de Rock al Parque. Se organizó el “ejército” de voluntarios permanentes, conformándose más adelante la empresa Fuerza de Paz, donde cientos de jóvenes con una instrucción mínima apoyarían la organización logística y técnica del festival.

Se convocó públicamente a las agrupaciones, se diseñaron el logo y las escarapelas, se pidieron prestados los parques y las vallas, y como aporte de negocios gráficos se consiguieron los impresos para la divulgación del evento. Se “rogó” a la Policía para que enviara algunos oficiales jóvenes a acompañar los conciertos.

De 128 bandas, con los nombres más particulares e ingeniosos (como Basura, Flores Negras de Frenocomio, La Santa Biblia, Bastard, N.P.I., Sangre Picha, Escoria, Morgue, Víctima, Pitbull, Arsenal, Agony, y otros como El Ático, Fuera de Límite, Hades, Minga Metal, Dogma, Tom Abella y Cabeza de Jabalí), se escogieron 40 locales entre aficionadas y semiprofesionales y se invitó a los internacionales Fobia de México y Seguridad Social de España. El festival se realizó durante cuatro días, entre el 26 y el 29 de mayo, en tres escenarios simultáneos y con una asistencia de 6.000 personas. Fue un éxito sin incidentes.

A partir de 1995 el festival se ha realizado de manera ininterrumpida y se proyecta nacional e internacionalmente como el festival gratuito de mayor asistencia en América Latina. Desde Doctor Krápula hasta Bomba Estéreo, desde Los de Adentro, Sanalejo y Victoria Sur hasta Chucho Merchán, así como bandas fusión de hip hop, ska y punk hasta blues, reggae e indie, han pasado por Rock al Parque.

Hoy, en una Bogotá que pasa de 8 millones de habitantes, el rock tiene una presencia viva con más de 10 festivales locales y la más alta asistencia de públicos a conciertos oficiales frente a los demás géneros, donde el metal reúne la mayor cantidad de seguidores. Se cuenta con un número importante de escuelas y pequeñas industrias de vestuario, peluquerías, tatuajes, canales comunitarios, revistas especializadas, redes sociales y la participación de la empresa privada con festivales como el Estéreo Picnic.

Veinte años de Rock al Parque

El festival, que es responsabilidad de Idartes desde 2011, se dispone a celebrar sus 20 años respondiendo al movimiento y a la construcción de nuevas ciudadanías juveniles en un marco de convivencia y respeto. El rock, canal de expresión por excelencia de las jóvenes generaciones, promueve también desde sus sonidos diferentes formas asociativas y de cohesión social.

La política de los Festivales al Parque incluye espacios para la reflexión, la investigación, la formación y el emprendimiento, así como alianzas público-privadas con empresas como la Cámara de Comercio de Bogotá y Circulart de Medellín. Veinte años de Rock al Parque lo consolidan como una política pública exitosa, que aportó a la visibilización de un género musical en Bogotá, convirtiéndose en uno de los referentes de las múltiples identidades de la ciudad. El festival, como un organismo vivo, promueve actitudes de respeto y cultura ciudadana en espacios públicos y provoca debates y reflexiones permanentes sobre el entorno social, que seguirán transformándolo para reflejar las nuevas tendencias del movimiento rockero.

 

Por Redacción Cultura

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