Adriana Llorente, una protectora de los animales

Adriana Llorente cree que trabajar con animales mejora el ambiente laboral. / Juan Walker

¿De dónde viene su amor por los animales?

Aunque siento que ese amor está impreso en mi ADN, pienso que se manifiesta hoy en acciones, después de un trabajo de reflexión profundo en el que entiendo que es mi deber ayudar a defender y proteger su vida.

¿En qué momento y por qué decidió empezar a rescatar los animales abandonados?

Cuando entiendo que ese amor que decía sentir por los animales y la naturaleza era puro blablablá y no estaba expresado en ninguna acción de mi parte.

¿Cómo son los procesos de rescate?

Todos tienen dos cosas en común. Uno es la conexión en amor tan poderosa que uno hace con el animal tan pronto llega al sitio de rescate y lo saca de esa situación en la que se encuentra vulnerable, y dos, la capacidad tan grande que tenemos los seres humanos de ver el maltrato como algo normal.

¿Cómo son los casos en el país?

En Colombia es normal echarle agua hirviendo a un gato para que no vuelva, en vez de darle comida o agua. También, comprarle un perrito a un niño para que juegue, en vez de enseñarle que el perro no es un juguete y que debe ser respetado y amado.

¿Se respetan los derechos de los animales?

Aunque hoy existe una ley que cambia el estatus de los animales a seres sintientes con derechos, lo que falta en Colombia es conciencia para entender la responsabilidad que tenemos con el planeta de respetar la vida en todas sus formas.

¿Por qué donó la campaña Héroes de Corazón al Instituto de Protección Animal?

Mi motivación más grande ha sido ver cómo el maltrato animal es un lugar común entre nosotros y la falta de conciencia para entender que los animales tienen la posibilidad de expresar emociones y sienten amor. Decidí donar Héroes de Corazón porque creo que el valor más grande de hacer lo que me apasiona no está en el dinero, sino en las acciones que las personas han empezado a hacer con la campaña y en la cantidad de animalitos que se benefician.

¿Por qué convirtió su agencia creativa en un hogar de paso para gatos?

Batman, el segundo gato que rescaté, estaba en tan mal estado que lo llevé a la agencia para tenerlo la mayor parte del tiempo conmigo. Al paso de los días vi la reacción del equipo de trabajo, los sentimientos y el interés que el gato despertaba en ellos y ahí tomé la decisión de adaptar el espacio para que Llorente & Llorente se volviera hogar de paso para gatos y así ayudar con nuestras acciones a la ciudad.

Nuestras pausas activas ya no son ejercicios de estiramientos, sino pausas activas en amor con seres vivos y amorosos, que nos hacen más creativos, responsables y más conectados con nosotros mismos.

¿Qué beneficios tiene trabajar con mascotas?

La energía del lugar cambia, el estrés de una entrega o la creación de una idea ya no existe, los gatos hacen que se viva diferente la responsabilidad del trabajo. Jugar con ellos, que se pasen sobre el teclado mientras trabajas, verlos jugar, hace que uno se desconecte del problema y se conecte con otras cosas más saludables. Los gatos ayudan a catalizar las emociones y refuerzan la energía positiva del equipo.

¿Qué les aconseja a quienes quieran convertir su oficina o casa en hogar de paso?

Es importante que el espacio sea cómodo para los animales y las personas, así la interacción y los beneficios para ambas partes se van a notar. La clave está en que los animales tengan los suficientes recursos en comida, lugares de descanso, espacios de juego y de aseo para que no causen incomodidades.