Ana Piñeres: “Hay que dejar de sobreestimar las salas comerciales”

Como cabeza de los productores audiovisuales, trabaja para proteger los derechos de autor y la revisión de las políticas públicas que impactan el crecimiento del sector.

El Espectador
24 de diciembre de 2018 - 02:00 a. m.
Ana Piñeres también es VP y productora creativa de CMO Producciones. / Cortesía
Ana Piñeres también es VP y productora creativa de CMO Producciones. / Cortesía

En la industria audiovisual generalmente los directores y actores son los que se llevan el reconocimiento. ¿Cuál es la importancia de los productores?

Como lo dijo Carlos Taibo en un mural: “Sin un buen guion, impensable; sin un director inteligente, insufrible; sin un productor, inexistente”. El productor es la cabeza de todo proyecto y a partir de su visión se gesta la obra a nivel creativo, logístico y financiero.

¿Cómo se define un realizador independiente?

Aquel que gesta una obra fuera de un conglomerado industrial que soporte su financiación y que tenga injerencia en las decisiones creativas. Es un guerrero del audiovisual, somos muchos los que, a pesar incluso de llevar más de 20 años en la industria, seguimos empujando para que nuestras películas y obras audiovisuales vean la luz.

¿En Colombia se realiza cine que puede ser catalogado “no independiente”?

Sí, podemos hablar de películas que tienen asegurada una financiación por la forma como están concebidas, que además están diseñadas para públicos específicos. Estas películas son necesarias, válidas y merecen que se sigan haciendo; al fin y al cabo tienen una alta demanda y sus productores han abierto el camino para darle a su público lo que quiere ver.

¿Cómo ve ese circuito alternativo de exhibición que se está gestando en Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla y Manizales?

Creo que hay que dejar de sobreestimar la exhibición en salas comerciales y buscar alternativas en salas alternas donde las películas no mueran tan pronto, viajen y sean vistas. Esto también nos invita a repensar los presupuestos de nuestro cine y hacer películas más conscientes de sus públicos y su recuperación, de pensar una historia en función de la audiencia, porque solo así podemos conectarnos con el mercado de cada obra y con la realidad de los nuevos modelos de negocio.

¿Cómo se une su trabajo como presidenta de la Asociación Colombiana de Productores de Cine Independiente (Asocinde) y la Entidad de Gestión de Derechos de Productores (Egeda)?

Tenemos muchos puntos de encuentro: propendemos por los derechos de autor y de nuestras obras, y trabajamos por el crecimiento de la industria, tanto en el apoyo o revisión de las políticas públicas, así como en la formación de profesionales de toda la cadena de la producción.

Egeda trabaja para mejorar la difusión y exhibición del cine iberoamericano. ¿Cómo está la relación entre los países?

Cada vez mejor. Se trabaja para tener los mejores resultados en recaudo, derechos y en alternativas de distribución de las obras que representamos, lo estamos haciendo muy juiciosamente con el tema digital, los Premios Platino y los encuentros regionales, como el que tendremos en enero en Colombia con la visita de los directivos de todos los países.

El cine colombiano e iberoamericano se puede ver en varias plataformas (Retina Latina, Fox Cinema y Netflix), pero a veces el espectador no se entera. ¿Cómo mejorar la comunicación?

Es una buena iniciativa. De hecho, una de las falencias de nuestro cine es que no sabemos promocionarlo y, más aún, no sabemos hablarle al público específico. Es uno de los proyectos de Asocinde y de Egeda el poder comenzar a trabajar en estudios de audiencia y en comunicaciones estratégicas para promocionar nuestras obras.

Usted alertó sobre la ley de financiamiento, que dificultaría el trabajo de los realizadores audiovisuales. ¿En qué quedó eso?

Afortunadamente, y gracias al diálogo establecido con el Gobierno del presidente Duque, logramos importantes acuerdos que ya están reflejados en el texto final. No tendremos IVA en la boleta del cine y, por lo tanto, no habrá afectación en el parafiscal que nutre el fondo para el desarrollo cinematográfico, no se perderán los incentivos al sector y, por el contrario, estamos trabajando en poder afianzar aún más los que se tienen.

Ahora se suma la Ley 152. ¿Sí está en peligro el contenido?

La ley de modernización de las TIC tiene muchos aspectos maravillosos para la democratización de las comunicaciones, la digitalización y los contenidos, pero también existe un temor de muchos sectores que al atomizar las decisiones se caiga en una censura y una desfinanciación de la TV pública. La verdad, no lo he leído así, un temor similar teníamos en los sectores creativos cuando se sancionó la ley naranja y poco a poco se van viendo resultados importantes, como los bonos naranja y apoyos financieros para el emprendimiento. Vuelve y juega el tema de las comunicaciones, quizá somos talentosos en crear iniciativas, pero no en comunicarlas.

¿Cómo están enfrentando los realizadores estos temas tan complejos?

La desinformación creo que ha creado un poco de zozobra en todos estos temas. Insisto en que he percibido una muy buena intención en que los sectores creativos se favorezcan desde la raíz hasta las empresas que han crecido en la industria con todos los modelos de apoyo que se están gestando. Mi invitación es a no reaccionar si no se leen a profundidad las iniciativas, las leyes, ir a la fuente principal y no hacer tanto caso al pánico tuitero.

 

Por El Espectador

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