¿La cerveza es el licor que más se consume en el país?
Por encima de rones y aguardientes, lo es. Quizá es un 35 por ciento del consumo de bebidas alcohólicas.
¿Se consumen más industriales o artesanales?
Industriales. Hasta ahora las artesanales tienen muy poco porcentaje.
Las artesanales están tomando fuerza.
Su boom va a ser una cosa loca, más de lo que es ahora. Cada bar va a tener su propia cerveza, es una tendencia muy grande en el mundo.
¿A qué se debe esa tendencia?
Al consumidor colombiano de por sí le gustan las cervezas, es una bebida que hace cien o ciento veinte años entró al país para reemplazar el consumo de chicha y derivados del maíz. Acá nos gusta mucho.
¿Qué busca un consumidor al escoger una?
Es como los vinos y todo en la vida, lo que te gusta es lo que es bueno para ti. Decir que una cerveza es mejor que otra, es muy difícil. A las mujeres les gusta que no sea tan amarga; a los hombres, lo contrario.
¿Ese consumo es por regiones o se da la misma tendencia en todo el país?
Es muy generalizado. Aunque en la zona de la costa tienen mucha fuerza las light, que son refrescantes y fáciles de tomar; en Bogotá, Club Colombia lleva la batuta; en Cali, Póker, y la única ciudad con una cerveza muy establecida es Medellín, que tiene Pilsen.
¿Cómo elige qué cerveza mostrar?
Tenemos dos factores: el reconocimiento de la marca y el país de origen. En la feria de este año tenemos cervezas importadas de más de quince países, entre las que escogemos las mejores por país. Pronto tendremos a Tsingtao, que es de China y es la más vendida del mundo.
¿Cuál es el país de origen de las cervezas más buscado?
Hay dos países especiales: Alemania –obviamente– y Bélgica, que tiene una historia muy bonita y es que hay una cerveza que solo producen los monjes en un monasterio, un proceso que lleva más de trescientos años y en el que son muy experimentados.
¿Cómo está Colombia en su producción para competir con las importadas?
Estamos muy bien, nuestra tradición aún sigue, están en el corazón y no son fácilmente reemplazables. En el mercado están llegando marcas de primer precio (de costos bajos), pero cuando pones al consumidor a escoger entre una importada y una nacional, si no conoce la de afuera, se iría por la de acá.
¿Cuál es su elemento diferenciador respecto a otros licores?
La informalidad. Las cervezas envidian de los vinos las especializaciones, saber cómo son los grados de alcohol y su proceso; pero los vinos envidian de ella la informalidad, que le permitió ganar un terreno muy grande con el consumidor.
Pero la cerveza ya se está especializando.
Sí, aunque no se quiere llegar al protocolo para ella, sólo que la gente sepa qué está tomando.
¿Qué es lo más raro que ha visto en el mercado de las cervezas?
Las blancas o turbias, que son las que no son filtradas y hacen que tengas una sensación de cebada y trigo en el paladar. Hay que servirlas muy bien, el vaso debe estar a 45 grados para que la espuma quede en la parte superior, en dos o tres centímetros, para que la cerveza –que debe estar entre siete y ocho grados, si está más fría los sabores se opacan y pierde protagonismo– pueda estar en su máximo esplendor.