Betsy Wieseman habla del mundo según Rembrandt

La curadora de la exposición “Rembrandt. The Late Works”, presentada en la National Gallery de Londres, que sirve de base al trabajo audiovisual, cuenta cómo este artista podía ver el mundo desde las calles de Ámsterdam.

Redacción un chat con...
31 de enero de 2020 - 02:00 a. m.
La curadora Betsy Wieseman dice que le hubiera gustado tener algunos cuadros de Rembrandt para esta exposición, pero que no los consiguió. / Cortesía Cine Colombia
La curadora Betsy Wieseman dice que le hubiera gustado tener algunos cuadros de Rembrandt para esta exposición, pero que no los consiguió. / Cortesía Cine Colombia

¿Cómo se dio esta exposición “Rembrandt. The Late Works”?

Estaba en la National Gallery de Londres, y la idea vino de un colega anterior que quería hacer una exposición así con el Rijksmuseum de Ámsterdam. No se había logrado, y pensé que era una idea fantástica y empecé a hablar con mis colegas holandeses, pero la verdad es que nos demoramos unos ocho años en reunir todo para que se pudiera hacer.

¿Cómo fue el proceso de selección de la muestra?

Fue un proceso muy largo por el reto que implicó la selección de las obras, que fueran las indicadas. No queríamos obras que se podrían poner en tela de juicio, solo queríamos usar obras completamente autenticadas, que definitivamente fueran de Rembrandt, para poder transmitir claramente un entendimiento del artista.

¿Cuál es la intención con esta muestra?

Queríamos que se sintiera el desarrollo del artista en la última década y media de su vida, unos 14-15 años. También queríamos presentar las obras más bellas y que se vieran cuadros, dibujos y grabados. Fue un proceso largo, pero lo disfrutamos mucho, para poder hacer la mejor selección posible pensando en los temas que queríamos explorar con la exposición.

Y, ¿cómo se llevó a cabo la grabación de la muestra, que es la que se verá en cines en Colombia?

Los realizadores se acercaron a nosotros más o menos un año antes de que abriera la exposición. Hablamos mucho con Phil Grabsky y su equipo sobre la mejor manera de grabar, los ángulos más efectivos y qué era lo que querían mostrar. Creo que una selección buenísima para contar la historia, las decisiones que tomamos y el montaje de la exposición; mostrar cómo, físicamente, se ponen los cuadros sobre la pared. Hace poco volví a ver el largometraje y recordé lo increíble que fue la experiencia, de poder participar en eso.

¿Por qué diría que este es un montaje imperdible?

Dado que Rembrandt es uno de los artistas más admirados y respetados del mundo, es muy difícil lograr que los museos presten los tesoros que tienen de él para exposiciones como esta. Es increíble haber reunido todas estas obras y tener la experiencia de ver, por ejemplo, la manera en que Rembrandt interpretó un tema a lo largo de varios años. Se ve que fue cambiando de opinión hacia temas como el personaje histórico de Lucrecia o el tema bíblico de la presentación de Jesús en el templo, o sobre la figura de San Pablo. Se ve la manera en que se desarrolló como artista.

¿Cambiaría algo de la exposición si la fuera a montar en la actualidad? Claro, si no hubiera ningún tipo de obstáculo.

(Risas) Hubo unas cuantas pinturas que solo podían ir a uno de los dos lugares donde se montó la exposición. Por ejemplo, el retrato que le hizo Rembrandt a Jan Six solo se vio en el Rijksmuseum. Entonces, en un mundo ideal, hubiera hecho que las obras hubieran estado en ambos lugares, en Inglaterra y en Países Bajos. Creo que la elección de obras que hicimos es excelente y que nuestros colegas en otras instituciones fueron muy generosos. Hubo unos cuadros que sí me hubiera encantado tener en la exposición y no se pudo.

Usted es una experta en el arte de la época y el país de Rembrandt, pero, ¿cómo podría explicar por qué tuvo tanto éxito comparado con sus contemporáneos?

Claro, murió en la miseria, como muestra el largometraje, pero seguimos hablando de él siglos después. Creo que es porque fue un artista muy independiente. Él aprendió muchísimo de artistas tempranos, como Rafael, Tiziano, Rubens o Lucas van Leyden, y se inspiró en ellos, pero dijo “no, los entiendo, pero quiero hacer algo distinto, quiero ir más allá”. Rembrandt siempre fue curioso, siempre estaba investigando. Solo fue al principio de su carrera en la que trataba de hacer una reputación propia y lograr una base de clientes. Pero luego priorizó esa curiosidad y ese deseo de investigar en vez de enfocarse en cuánto podría valer un cuadro, cómo iba el mercado del arte y ceñirse a lo que le gustaba a la gente. Era adelantado a su época y en vez de quedarse al ritmo de la moda del momento. Esa independencia lo hace un artista más “moderno”, por así decirlo.

A diferencia de muchos artistas, Rembrandt no viajó para estudiar. Es más, nunca salió de los Países Bajos. ¿Es que era tan local que era global?

Sí, de cierta manera. Siento que en su mente ya tenía tantas cosas, tantas cosas que quería explorar y probar, que no necesitaba ir y experimentar lo que era Roma o Florencia. Él podía imaginarse las cosas dentro de su propia cabeza, y también siento que era tan curioso en relación con las cosas que lo rodeaban, que era como si mirara a través de un microscopio. Rembrandt podía ver el mundo en las calles de Ámsterdam; todo se le hacía fascinante.

Por Redacción un chat con...

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar