Cristhian Ramírez: “Detrás de la risa se disfraza la realidad de un país”

El integrante del programa “Voz populi te ve” tiene experiencias gratificantes como influenciador político.

Hans Vargas Pardo / calielespectador@gmail.com
10 de diciembre de 2019 - 03:10 a. m.
Cristhian Ramírez tiene 30 años y se define como un como ‘pelado’ trabajador y disciplinado. / Archivo particular
Cristhian Ramírez tiene 30 años y se define como un como ‘pelado’ trabajador y disciplinado. / Archivo particular

¿Cómo surgió la idea de personificar al presidente Iván Duque en “Voz populi te ve”?

Me gusta la sátira política y desde hace algún tiempo tenía en YouTube CM (Coma Mierda) en Español, inspirado en John Oliver, un norteamericano que hace humor político. Esa fue una gran escuela. La idea surgió hace un par de años, cuando el nombre de Iván Duque empezó a sonar y algunos amigos me molestaban diciendo que tenía un parecido al hoy presidente. En diciembre de 2018 me pinté el pelo de gris y ya se notó más el parecido. Hace unos meses aproveché una visita a medios de comunicación que realizó la Universidad a Bogotá y cuando estábamos en Caracol Televisión, vestido como Iván Duque, Jorge Alfredo Vargas me propuso que si quería hacer parte de Voz populi te ve. Solo faltó una grabación en vivo a través de Instagram para que se ratificara que podía hacerme cargo del personaje.

¿Qué representa para usted la sátira política?

Me parece que es una herramienta muy importante y de gran impacto para llevarle un mensaje no solamente a la sociedad, sino a los gobernantes; porque es cierto que las verdades con humor entran más blandas y se pueden generar cambios. Detrás de la risa se disfraza la realidad de un país. Para mí, la sátira política es el vehículo para concientizar muchas veces tanto a una sociedad como a aquellos que la dirigen.

¿Cómo ha sido la respuesta del público frente a esta caracterización?

Ha sido una experiencia súper bonita y he vivido cosas muy positivas, ya que la gente entiende que hacemos una sátira con el objetivo de aportar con la construcción de un país, aunque existe gente que puede pensar lo contrario. Directamente hacia mí no ha habido ningún insulto, pero a veces uno ve en redes sociales comentarios de ciertas corrientes políticas, a quienes no les agrada mucho el trabajo que se hace en el canal. Por ejemplo, tuve una experiencia en una fiesta de Halloween, a la que fui disfrazado como el presidente. Aunque muchos reían y se tomaban fotos conmigo, otros se quejaban por las decisiones presidenciales. Pero, aclaro, se quejaban no de mí, sino de lo que representaba en ese momento: el presidente Duque. Creo que fui un instrumento para su catarsis y para manifestar su inconformismo.

¿Genera inconvenientes el representar a este tipo de personajes?

Esta es una percepción muy personal. Tal vez porque soy el más nuevo dentro del grupo, pero siento que algunos de los compañeros de trabajo, que representan también personajes importantes en la política nacional, se limitan un poco y a veces les da temor este tipo de trabajo. No porque vayan a agredir contra sus vidas, sino porque me aconsejan al decirme “dale suave; no le tires tan duro. Es mejor no echarse al Gobierno de enemigo. Es mejor ser cauteloso o si vas a hacer sátira trata de no insultar y ejecutarla con altura con altura”. Yo, la verdad, discrepo un poco de esas opiniones porque nosotros lo que hacemos, en parte, es una denuncia y es la inconformidad que finalmente manifiesta el pueblo y nosotros la representamos con humor. Yo, hasta el momento, no he sentido ningún temor. Creo en mis condiciones y sé que mi trabajo es de calidad.

¿Qué es lo que más se le ha dificultado al imitar el presidente Duque?

Primero que todo, yo no soy actor y no tengo ninguna preparación académica o artística al respecto. El estudiar comunicación social me ha servido mucho, ya que me ha afianzado todo lo que se relaciona con medios de comunicación. De allí que no sufro de pánico escénico y cuando estoy al frente de una cámara me siento muy cómodo. En cuanto al personaje, he tenido que trabajar en la voz de Iván Duque, pues él la tiene un poco ronca. Además, el acento hay que neutralizarlo y esa ha sido una de mis fortalezas.

¿Se identifica con el presidente Duque?

No. Yo no me identifico con esa corriente política y creo también que esto ha servido para desarrollar esta imitación sin verse coartado el contenido. Tengo que decir que siempre he tenido una tendencia hacia el otro extremo, pero hoy que hago este trabajo puedo decir que estoy más parado en la mitad que en alguno de los lados, en cuanto a política se refiere.

¿Ha visualizado su futuro? ¿Comunicador? ¿imitador? ¿Influencer?

Yo creo que todo puede converger en una misma dirección en este momento. No tengo claro el panorama y exactamente no puedo decir cómo me veo en los que los próximo 5 años, pero sí creo que va a hacer en tema de medios. Considero que con esta experiencia podemos lograr buscar un enfoque que utilice todas estas herramientas, tanto la imitación, como la comunicación social desde un ámbito periodístico. Si me preguntan cuál sería el trabajo de mis sueños, seria estar presentando un noticiero, pero no sé si en algún momento se vaya a dar la oportunidad, porque me apasiona el periodismo, pero finalmente también me apasiona la sátira política. El tiempo me indicará cuál será mi camino.

Por Hans Vargas Pardo / calielespectador@gmail.com

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar